5 consejos nutricionales fundamentales para disminuir los síntomas del hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una de las enfermedades más comunes en la glándula tiroides, es una condición que afecta la calidad de vida y el peso corporal. Descubre cuáles son los alimentos y nutrientes que simplemente no pueden faltar
El tratamiento estándar para el hipotiroidismo es tomar medicamentos de reemplazo de la hormona tiroidea todos los días, sin embargo la alimentación también puede hacer mucho por las personas que padecen dicha condición. Si bien la supervisión médica y el tratamiento son fundamentales, los medicamentos a menudo tienen efectos secundarios y olvidar una pastilla puede provocar más síntomas. Por fortuna existen grandiosas alternativas naturales y es por ello que la alimentación es el mejor aliado.
Los problemas de tiroides en muchas ocasiones se relacionan con el estilo de vida y pueden aparecer derivado de una dieta pobre, deficiencias nutricionales, desequilibrios hormonales y altos niveles de estrés. Una de las afecciones de tiroides más populares es el hipotiroidismo o tiroides activa, ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas para satisfacer las necesidades del cuerpo. La tiroides produce hormonas que controlan cómo el cuerpo usa la energía, además estas hormonas afectan a casi todos los órganos de su cuerpo y controlan muchas de las funciones más esenciales del organismo. Intervienen en la respiración, frecuencia cardíaca, peso, digestión y estado de ánimo. Sin las suficientes hormonas tiroideas muchas funciones del cuerpo se vuelven más lentas.
Entre los principales síntomas del hipotiroidismo se encuentran el aumento de peso, fatiga extrema, rostro hinchado, sensibilidad al frío, piel seca, dolor muscular y articular, estreñimiento, piel seca, cabello delgado y quebradizo, depresión, problemas de fertilidad, problemas menstruales y baja frecuencia cardíaca. La buena noticia es que los expertos han comprobado que realizar cambios en la dieta e integrar el consumo de suplementos a base de hierbas, son dos formas magníficas en las que podemos beneficiar el funcionamiento de la tiroides. Con base en ello nos dimos a la tarea de recopilar las cinco mejores recomendaciones naturales para complementar el tratamiento y mejorar significativamente los síntomas.
1. Aumenta el consumo de selenio
Existen ciertos nutrientes que juegan un papel determinante en la buena armonía de la tiroides y uno de los más esenciales es el selenio ¿La razón? Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el selenio es un oligoelemento que juega un papel en el metabolismo de la hormona tiroidea y con base en ello se ha demostrado que gozar de buenos niveles de selenio ayuda a equilibrar los niveles de tiroxina o T4. La tiroiditis de Hashimoto es un ataque del sistema inmunológico a la tiroides y se caracteriza por la disminución en el suministro de selenio del cuerpo. Apuesta por el consumo de alimentos como la carne de pavo y de res alimentados en pasto, atún, nueces, pescados y mariscos, ciertos productos lácteos y arroz integral.
2. Sigue una dieta sin azúcar
Seguir una dieta con un alto consumo de azúcar y de alimentos procesados, es uno de los peores hábitos alimenticios para la salud e incrementa el riesgo de numerosas enfermedades crónicas. De manera particular este tipo de alimentos provocan inflamación en el organismo y se sabe que la inflamación crónica puede ralentizar la conversión de T4 en triyodotironina o T3, otra hormona tiroidea. Esto puede empeorar sus síntomas y la enfermedad de la tiroides. Además, el azúcar solo aumenta el nivel de energía a corto plazo, por lo tanto eliminarlo de la dieta es clave para regular mejor nuestros niveles de energía. También evitar el consumo de alimentos dulces y procesados, es de gran ayuda para disminuir los niveles de estrés y prevenir afecciones en la piel.
3. Consume más vitamina B
Las vitaminas del complejo B son una extensa familia que se relaciona con importantes beneficios en el funcionamiento del organismo. Lo cierto es que padecer de hormonas tiroideas bajas puede afectar los niveles de vitamina B-12 en el organismo, con base en ello los médicos recomiendan el consumo de un suplemento de vitamina B-12 como un buen complemento para reparar parte del daño causado por el hipotiroidismo. También esta vitamina es considerada un buen aliado para ayudar con el cansancio y fatiga, característicos de las enfermedades en la tiroides. Se recomienda el consumo de suplementos en cápsula y de alimentos como guisantes, frijoles, espárragos, semillas de sésamo, atún, queso, leche y huevos.
4. Consume probióticos diariamente
Los probióticos son demasiado relevantes en la salud, no solo tienen un impacto directo en la salud intestinal, influyen en el funcionamiento del sistema inmunológico. De hecho recientemente los Institutos Nacionales de Salud estudiaron el vínculo entre el hipotiroidismo y los problemas del intestino delgado. Se encontró que padecer una motilidad gastrointestinal alterada (típico en las personas con hipotiroidismo) puede causar un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado y con ello vienen algunos síntomas gastrointestinales crónicos, como la diarrea. apostar por el consumo de probióticos en suplementos es un gran hábito, ya que contienen bacterias útiles vivas que pueden ayudar a mantener saludables el estómago y los intestinos. Además es igual de recomendable consumir alimentos y bebidas fermentados, como el kéfir, la kombucha, algunos quesos y el yogur, contienen probióticos útiles. También son de gran ayuda en la pérdida de peso.
5. Sigue una dieta libre de gluten
Adoptar una dieta libre de gluten es más que una moda pasajera para muchas personas con hipotiroidismo, es una de las principales y más recomendadas medidas dietéticas. Según la National Foundation for Celiac Awareness, un número significativo de personas con enfermedad de la tiroides también tiene enfermedad celíaca. Si bien falta mucha investigación al respecto, los médicos han comporbado que aquellas personas con tiroiditis e hipotiroidismo de Hashimoto se sienten mejor después de eliminar el trigo y otros alimentos que contienen gluten de su dieta. La buena noticia es que existen buenas alternativas de productos sin gluten, aunque en muchas ocasiones suelen subir de precio.
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