Keila Ortiz Rivera pasará el Día de las Madres más triste de su vida tras entierro de su hija Keishla Rodríguez en Puerto Rico
La madre de Keishla Rodríguez, sin embargo, no es la única que sufre la ausencia de su hija en la isla víctima de un feminicidio en pleno fin de semana del "Día de las Madres"
Días antes de que Keishla Rodríguez Ortiz fuera asesinada en Puerto Rico, alegadamente por el boxeador Félix Verdejo y un compinche, la joven ya le había anunciado a su madre Keila Ortiz Rivera que estaba embarazada del púgil.
Con una amplia sonrisa, Keishla le mostró por videocámara la prueba casera que arrojó un resultado positivo.
Era tal la ilusión de la muchacha de 27 años que esta le dijo a su progenitora que aprovechara el fin de semana por el Día de las Madres, este 9 de mayo, para viajar a Puerto Rico, ya que Ortiz Rivera reside oficialmente en Orlando, Florida.
“Cuando Keishla me dijo a mí que estaba embarazada esta semana, ella me dijo, ‘¡mami, ven!’, este fin de semana, y yo le dije, ‘voy a hacer todo lo posible por ir y vamos a celebrar’, por el bebé de ella. ¡Eso no se hace! ¡Eso fue un abuso!”, expresó Ortiz Rivera entre lágrimas en una entrevista con el programa puertorriqueño Lo Sé Todo.
El día que Keishla fue asesinada la joven había sido citada por Verdejo a una zona no muy lejos del residencial Villa Esperanza, en San Juan, donde ubica su apartamento. Se suponía que le mostraría a Verdejo, con quien mantenía una relación sentimental no oficial, la prueba positiva de sangre que confirmaba el embarazo y discutirían el tema.
Según la madre de la víctima, ella no le había insistido ni exigido al púgil para que reconociera al bebé que cargaba en su vientre.
“Ella le dijo a él, ‘tú no tienes que hacerte cargo del bebé’, ‘no lo tienes que hacer’, ‘no lo tienes que reconocer’. ‘Yo me voy a hacer cargo, tú no tienes que hacer nada'”, le habría dicho Keishla a Verdejo según el relato de Ortiz Rivera.
Pero todo apunta a que las palabras de Keishla no fueron suficientes ni tuvieron valor alguno para Verdejo, que hoy se encuentra encerrado en el Centro Federal de Detención Metropolitano en Guaynabo bajo cargos de “carjacking” y secuestro que desembocaron en el asesinato de la joven así como del bebé por nacer.
Luis Antonio “Tony” Cádiz Martínez, el presunto compinche de Verdejo, ahora testigo cooperador de las autoridades federales, enfrenta los mismos cargos.
Contra el boxeador, a quien apodaban “El Diamante”, además pesa otro cargo por usar y portar un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia, ya que el acusado habría disparado en dos ocasiones a Keishla luego que la lanzaran por el puente Teodoro Moscoso, tras drogarla y darle un puñetazo en la cara.
A pesar del oscuro escenario legal que le espera a Verdejo y al coacusado en el caso, nada parece compararse con el dolor de la familia de Keishla que este sábado la sepultó entre palomas blancas y globos que leían “niña” o “niño” en referencia al embarazo interrumpido de la joven.
Cuando el ataúd con el cuerpo de la muchacha era depositado en tierra se escucharon los gritos insistentes de dolor de Ortiz Rivera pidiendo que no la bajaran más.
El primer Día de Madres sin Keishla
Ese fue el instante que faltaba para interiorizar la explicitud de la pérdida y el adiós. Lamentablemente, no será el último.
Este domingo, la madre de Keishla tendrá que batallar con la realidad de pasar ese día tan especial sin una de sus hijas a pesar de que los planes eran celebrar la fecha por partida doble debido a que sería nuevamente abuela.
Esperanza por un Puerto Rico libre de violencia
Sin embargo, la despedida de Keishla no solo deja vacío. En medio del desconsuelo se han tejido redes de solidaridad y reconocimiento entre distintos sectores del pueblo puertorriqueño que abogan para que el asesinato de Keishla sea el último.
Seres humanos todos que en medio de la ausencia y, en momentos, espantados por el recuerdo de la tortura a la que fue sometida Keishla, sacan valor para reclamar un fin a la violencia particularmente contra las mujeres.
Ortiz Rivera no es la única que muy probablemente este domingo llorará en vez de reír cuando recuerde a su hija muerta.
Otras madres en Puerto Rico también llorarán a sus hijas muertas por feminicidios
Aunque el caso de Keishla ha generado más debate en redes y en medios de prensa por el perfil deportivo de Verdejo al que en el mundo del boxeo llamaban “El Diamante”, y por los tortuosos detalles del crimen, son varias las familias boricuas que piden justicia por sus muertas en casos de feminicidios. En lo que va de año, se han reportado al menos 18 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
Por ejemplo, Olga Esther Costas Rodríguez, madre de Andrea Ruiz Costas, cuyo cuerpo fue hallado parcialmente calcinado en Cayey al tiempo que buscaban a Keishla, pasará el primer día de madres sin su hija.
Asesinato de Andrea Ruiz Costas a manos de su expareja también sacude a Puerto Rico
El asesinato de Andrea a manos de su expareja ha generado cuestionamientos sobre cómo se procesan los incidentes de violencia doméstica bajo Ley 54 en la isla, ya que la jueza que atendió la denuncia no le otorgó la orden de protección que Andrea estaba solicitando y tampoco ordenó el arresto del sospechoso a pesar de que la víctima detalló el patrón de acoso al que estaba siendo sometida por el hombre, identificado como Miguel Ocasio Santiago.
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Un mes después de haber solicitado, sin éxito, la ayuda judicial, la residente de Caguas fue asesinada.
“Nos preguntamos, ¿por qué no la protegieron cuando ella lo solicitó? ¿Por qué le dieron la espalda? ¿Cuántas mujeres más tendrán que pasar por esto con resultados nefastos? Es decir, el Estado tuvo la oportunidad de protegerla mientras estaba con vida. Así lo pidió a gritos siguiendo el debido proceso pero las juezas Avilés y Alvarado Rodríguez ignoraron su pedido de auxilio”, argumentó la familia de Andrea en un comunicado de prensa citado por Noticel.
“Solicitamos entonces que la Judicatura demuestre transparencia y asuma su compromiso ante la familia y ante el país. Como dijo Andrea, ‘que sirva de lección’. Que su muerte no sea en vano y se actúe pronta y contundentemente para hacerle justicia a Andrea, para proteger las todas las mujeres de esta violencia rampante y rendirle cuentas al país”, agregaron.
Esta semana, la madre de Andrea solicitó formalmente a través de una declaración jurada la divulgación de las grabaciones en las que su hija pidió auxilio a la Corte. La mujer decidió hacer la solicitud del material luego de que Tribunal Supremo, máximo foro de Justicia en la isla, decidiera el jueves mantener en privado esos archivos para que otras mujeres no se sientan intimidadas en caso de tener que recurrir a las autoridades por casos como el citado.
Con el respaldo de la organización de prensa, Overseas Press Club, próximamente se radicará del recurso de reconsideración ante el Supremo que incluirá la declaración jurada de Costas Rodríguez.
“Mi hija acudió en tres ocasiones ante el Tribunal de Primera Instancia de Caguas para solicitar auxilio por el patrón de acoso y maltrato al que estaba siendo sometida por su expareja. Los esfuerzos realizaron por mi hija ante el Tribunal fueron infructuosos, nunca se expidió la orden de protección solicitada; y en la vista la juez no encontró causa para arresto”, plantea la madre en el documento legal, una acción que busca hacerle justicia a la joven a la que el sistema, sin duda, le falló…