Por qué remojar las almendras potencia sus beneficios medicinales

Las almendras son la adición dietética perfecta, son ricas en nutrientes, saciantes y benefician la salud y pérdida de peso. La costumbre de remojarlas es un gran hábito que mejora la digestión acelera el tránsito intestinal y aumenta la absorción de nutrientes

Almendras en remojo

Crédito: Shutterstock

La actual tendencia de nutrición nos invita a basar la dieta en alimentos naturales y densos en nutrientes, es la llave para prevenir enfermedades, vivir más y bajar de peso. Por fortuna existen muchas grandiosas alternativas, tal es el caso de los frutos secos que ofrecen poderosas variantes. Entre las más populares se encuentran las almendras que se han posicionado como el bocadillo saludable perfecto, son un tesoro nutricional que se distingue por su alto contenido en fibra, grasas saludables y antioxidantes. 

Lo cierto es que mucho más allá de una moda, las almendras son una poderosa adición en la alimentación y se relacionan con excepcionales propiedades. Si bien muchas personas suelen disfrutarlas crudas, asadas y tostadas, en los últimos meses ha llamado la atención consumirlas previamente remojadas ¿La buena noticia? Es una sencilla costumbre que se relaciona con grandes bondades.

¿Cuáles son los potenciales beneficios de remojar las almendras?

Una de las principales características de las almendras es su textura dura, que en muchas ocasiones puede dificultar la digestión. Sin embargo el simple hecho de remojar las almendras crudas, las suaviza, lo que potencialmente facilita que el cuerpo las descomponga. También existe otro dato que llama de manera particular la atención, las almendras suelen albergar antinutrientes, que pueden afectar la digestión y absorción de ciertos nutrientes, como calcio, hierro, zinc y magnesio. La gran noticia es que la investigación ha comprobado que el remojo previo ayuda a reducir significativamente los niveles de antinutrientes en granos y legumbres. Así lo sugiere un reciente estudio, remojar las almendras a temperatura ambiente durante 24 horas disminuyó los niveles de ácido fítico. 

Otra genialidad sobre el remojo es que se beneficia y aumenta la absorción de ciertos nutrientes. Lo que sucede es que el remojo hace que las almendras sean más fáciles de masticar, esto aumenta la disponibilidad de nutrientes. De hecho se cuenta con un trabajo de investigación en el cual se muestra que descomponer las almendras en trozos más pequeños (lo cual puede suceder al masticarlas o picarlas) permite que se liberen y absorban más nutrientes, especialmente las grasas. Por lo tanto es un sencillo paso que facilita la digestión de las grasas. Es por ello que son consideradas un gran aliado para potenciar la pérdida de peso. Además, será mucho más fácil para las enzimas digestivas descomponer y absorber los nutrientes de manera más eficiente.  

Un aspecto importante a considerar es que al remojarlas en crudo, estaremos apostando por una alternativa baja en calorías. Si bien es probable que su textura cambie un poco, estamos evitando las opciones fritas, con sal y azúcar que tienden a incrementar el aporte calórico y pueden omitir sus beneficios para combatir el sobrepeso. Recuerda al remojar las almendras obtendrás un producto más suave, menos amargo y con más sabor a mantequilla, lo que puede ser más atractivo para algunas personas.

Algunos expertos en medicina enfatizan sobre los grandes beneficios que trae consigo el simple hecho de consumir 5 almendras remojadas al día: 

– Potencia la memoria, el rendimiento mental y funciones cognitivas.

– Mejorar la salud de la piel.

– Es un gran hábito alimenticio que ayuda a mantener un peso saludable.

– Facilitar el proceso de digestión y acelera el tránsito intestinal. Son ideales para tratar el estreñimiento.

– Es una alternativa más fácil para obtener sus nutrientes esenciales como: la vitamina E, el zinc, el calcio, el magnesio y también los ácidos grasos esenciales omega 3.

– Son un gran apoyo para mejorar la salud cardiovascular, las almendras nos ayudan a reducir la lipoproteína de baja densidad (LDL, o colesterol “malo”).

¿Cómo remojar las almendras correctamente?

Lo mejor de todo es que remojar las almendras es extremadamente sencillo y es mucho más barato que comprarlas previamente remojadas en la tienda. Esta es una de las alternativas más sencillas para remojarlas durante la noche:

– Coloca las almendras en un tazón, agregue suficiente agua tibia limpia para cubrirlas por completo.

– Espolvorea aproximadamente 1 cucharadita de sal por cada 1 taza (140 gramos) de almendras. 

– Cubre el tazón con un paño limpio. Reposa en temperatura ambiente durante la noche o entre 8 a 12 horas.

– Escurre y enjuaga con agua limpia. Este es el momento perfecto para quitar la piel, en caso de requerirlo. 

–  Seca las almendras con una toalla de papel limpia. Posteriormente puedes consumirlas de inmediato o guardarlas en un frasco hermético en refrigeración.  

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