Los médicos podrán recetar frutas y verduras como un “remedio casero” para prevenir enfermedades

Impulsar la ingesta de alimentos más saludables como frutas y verduras, tiene un inmenso potencial para mejorar la salud, sobre todo en las personas más vulnerables. Un reciente estudio australiano confirma que seguir este tipo de dietas es determinante en la pérdida de peso, mejora los principales indicadores de salud y reduce el riesgo de afecciones crónicas

verduras

Escoger verduras en el mercado es todo un arte. Foto: Pexels Crédito: Pexels

A estas alturas todos sabemos sobre el importante papel que juegan frutas y verduras en nuestra salud. Son la mejor fuente alimenticia para obtener todas las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que el organismo necesita para funcionar adecuadamente. Su consumo se asocia con grandes beneficios para la salud: mejoran la digestión, protegen la salud cardiovascular, nos hidratan, mejoran el rendimiento y estado de ánimo, y son esenciales para bajar de peso. Su larga lista de bondades ha llevado a que muchos se cuestionen sobre su potencial ¿Son tan buenas que deberían de ser incluidas como prescripción en los programas médicos? Según un reciente estudio realizado por investigadores australianos, es una medida que se debería de incluir como parte de la consulta médica habitual.

Se trata de una revisión realizada por el Instituto George para la Salud Global, Nueva Gales del Sur, y la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos. En el cual se examinaron 13 programas que subsidiaban o proporcionaban directamente alimentos saludables (concretamente más frutas y verduras) como una forma de tratamiento médico, con base en ello se basaron en analizar si estos patrones de alimentación conducen a mejores dietas y pacientes más sanos. De cierta manera los hallazgos llegan para darle algo de sentido a la popular frase “una manzana al día del médico te librará”. En general los participantes de los programas tenían el hábito de consumir más alimentos saludables y presentaron mejoras en la mayoría de los marcadores de salud. Cabe mencionar que las mejoras reportadas fueron bastante significativas, en importantes indicadores de salud. Se demostró que los participantes eran más propensos a bajar de peso y también presentaron niveles más equilibrados de glucosa, presión arterial y colesterol.

Complementariamente el Dr. Jason Wu, Jefe del Programa de Ciencias de la Nutrición del Instituto George, declaró que las recetas de alimentos saludables sin lugar a dudas podrían ser una iniciativa muy beneficiosa; especialmente para las personas con acceso limitado a los alimentos naturales y frescos. También resulta una magnífica alternativa para aquellas personas que padecen ciertas afecciones médicas, como sucede con la larga lista de enfermedades crónicas: diabetes, obesidad, afecciones cardiovasculares, hipertensión, cáncer, entre otras.

Teniendo en cuenta que la mala alimentación y el alto consumo de alimentos procesados, es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades degenerativas, vale la pena hacer cambios en nuestro estilo de vida. De hecho se cuenta con datos en los cuales se avala que seguir una dieta deficiente, es responsables de una de cada cinco muertes prematuras en el mundo. De tal modo no es ninguna coincidencia decir que las enfermedades relacionadas con la dieta como la obesidad, la diabetes y las condiciones cardiovasculares, van en aumento y son una carga cada vez mayor para los servicios de salud en Estados Unidos. 

Además el estudio integra un concepto muy interesante y que se relaciona directamente; la seguridad alimentaria. Concepto que los investigadores definen como la falta de acceso a alimentos nutricionalmente adecuados, lo cual se ha considerado como la principal razón de seguir una dieta deficiente y también se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiometabólicas. Por lo tanto las personas que experimentan inseguridad alimentaria por cualquier motivo, tendrán menor capacidad para controlar las enfermedades crónicas debido a tensiones mentales y financieras, como los altos costos de los medicamentos y otros gastos relacionados con la salud.

Cabe mencionar que cerca de la mitad de las personas que fueron reclutadas en los programas, presentaban inseguridad alimentaria y tres cuartas partes de los candidatos tenían afecciones médicas específicas como sobrepeso, hipertensión, obesidad y diabetes tipo 2. Si bien la prioridad en la mayoría de las recetas de alimentos saludables se ha centrado en las frutas y verduras, los expertos recomiendan no olvidar otros alimentos-medicina como los frutos secos, las legumbres, los cereales integrales y el pescado. Son importantes para proteger la salud del corazón, sin embargo faltan estudios para confirmar el impacto que tendría también prescribir estos alimentos.

Sin lugar a dudas este tipo de hallazgos llegan para confirmarnos lo que ya sabemos desde hace tiempo: la calidad de la dieta influye directamente en la prevención y control de enfermedades. Un estudio más que se suma al creciente cuerpo de evidencia que posiciona a ciertos alimentos como las frutas y verduras como auténticos medicamentos ¡Y sin efectos secundarios!

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