Repartidores de la ciudad de Nueva York celebran “muerte” de proyecto de ley estatal que iba contra su lucha
La iniciativa buscaba que los repartidores de aplicaciones pudieran sindicalizarse, pero quitándoles derecho a la protesta y a salarios mínimos, y sin reconocerlos como empleados, lo que generó rechazo y duras críticas
Faltan pocos días para que terminen las sesiones legislativas en Albany, y un proyecto de ley estatal que buscaba permitir que repartidores de comida vinculados a aplicaciones pudieran sindicalizarse, se quedó enterrado. Trabajadores, políticos y líderes sindicales, denunciaron que la legislación perjudicaba la lucha para que los ‘deliveristas’ de Nueva York puedan finalmente ser reconocidos como empleados y gozar a plenitud de sus derechos laborales.
El proyecto de ley, promovido por la senadora estatal por Staten Island Diane Savino, según su sustento, buscaba dar poder para que los repartidores pudieran sumarse a uniones sindicales y participar en ciertas negociaciones, pero mantenía su categoría actual, donde no son reconocidos como empleados, hecho que evita que puedan reclamar sus derechos laborales a plenitud.
El grupo Los Deliveristas Unidos, que ha logrado organizar a miles de repartidores de los 80,000 que se estima trabajan en la Gran Manzana, no solo celebró que el proyecto de ley de Sabino se haya quedado en el tintero, por ir en contravía de sus exigencias y de la lucha por la reivindicación de sus derechos, sino que lo calificaron como una movida para debilitar su movimiento, que solo pretendía servir a los intereses de las grandes compañías de aplicaciones.
En palabras de ese gremio, el proyecto “nació muerto” y “seguirá muerto”, porque no cuenta con ningún respaldo ni de los trabajadores, ni de los legisladores, ni de los sindicatos.
“Es un proyecto perjudicial para nosotros, que no tenía apoyo para ser aprobado, pero el que se haya muerto envía un claro mensaje del poder que como trabajadores tenemos, haciendo que hasta los sindicatos nos apoyen, reconociendo que ya tenemos una voz fuerte, y que las negociaciones que se adelanten sobre los deliveristas tienen que hacerse con nosotros en la mesa y no a nuestras espaldas”, aseguró Gustavo Ajche, promotor de Los Deliveristas Unidos.
“No tiene sentido que las empresas intenten esconder sus intentos con leyes como estas, cuando es obvio que ya estamos muy bien organizados en las bases y no van a poder ya hacer cosas sin que nosotros podamos tomar acción”, agregó.
“Una clara amenaza al trabajo de los repartidores”
Ligia Guallpa, directora del Proyecto de Justicia Laboral, explicó que el proyecto de ley estatal estancado, era una clara amenaza al trabajo que los repartidores han logrado hasta ahora para promover iniciativas que ya cursan en el Concejo Municipal de Nueva York, en defensa de sus derechos, y que pretenden meter en cintura a aplicaciones como UberEats, DoorDash, PostMates, GrubHub, y SeamLess, entre otras.
“Los deliveristas Unidos acordaron que se oponen a cualquier legislación que se desvíe del objetivo de mejorar sus condiciones y que haya sido negociada previamente sin su participación, como esta, que lo que hacía era favorecer a las compañías, negándoles el título de empleados, algo que le quitaría poder a las leyes que se puedan establecer a nivel local”, dijo la activista.
El sindicato de trabajadores de servicios 32BJ SEIU, al igual que el Sindicato de Trabajadores del Transporte, manifestaron también su oposición al proyecto de Sabino, que iba a presentarse esta semana en un intento de empuje de cierre de sesión.
La proponente de la iniciativa defendió la norma impulsada, asegurando que ya que la ley laboral federal no permite que los trabajadores que no son empleados de una empresa negocien un contrato sindical, esta ley pavimentaría un camino alternativo, en el que el Estado pudiera establecer reglas que los cubrieran.
Pero los repartidores denunciaron que la iniciativa evitaría que los trabajadores protestaran públicamente contra las apps o abandonaran sus trabajos, lo que es visto como una concesión de derechos que según trabajadores de reparto como Hernán Fernández, buscaría callar un movimiento de lucha que ya está bien avanzado.
“Es muy sucio que una política se preste a querer mover algo que claramente va contra nosotros y que busca beneficiar a corporaciones que están tratando de frenar que consigamos nuestros derechos, por lo que de aquí en adelante tenemos que estar con los ojos bien abiertos, mirando a fondo cualquier intento de ley que quieran mover con una máscara de que nos conviene, pero perpetuando las injusticias y los abusos”, dijo el repartidor colombiano.
Otro punto de la criticada iniciativa prohibiría a los gobiernos locales crear salarios mínimo para los trabajadores o la industria de aplicaciones.
La senadora estatal Jessica Ramos, presidenta del Comité Laboral del Senado, aseguró que iniciativas como la de Sabino, no tienen manera de ser apoyadas ni mucho menos aprobadas por su cámara.
“Ese proyecto de ley es basura. Es un ataque a mis vecinos y no lo apoyaré, ni aprobaré en el comité ningún proyecto de ley que los socave”, advirtió la demócrata de Queens, una de las principales defensoras del movimiento de los repartidores y su lucha por sus derechos.
John Samuelsen, presidente del sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU), parte de AFL-CIO, también rechazó el proyecto y dijo que está del lado de los trabajadores.
“Si ellos no quieren este proyecto de ley en particular, los apoyaremos y trabajaremos con ellos para elaborar un proyecto de ley que satisfaga a los trabajadores”, advirtió el líder sindical.