Vinos de postre y frutales: la peor alternativa de vino para tu salud

Disfrutar de una copa de vino es un hábito saludable y muy disfrutable, sin embargo como en todo hay vinos mejores que otros. Los expertos llegan para darnos un poco de claridad y hablan sobre las variantes que es mejor evitar toda costa: los vinos dulces, son el peor aliado de un peso saludable, aumentan el riesgo de dolor de cabeza, deshidratación y otras complicaciones de salud

Vino dulce

Crédito: Foto de Adonyi Gábor en Pexels | Pixabay

Disfrutar ocasionalmente de una copa de vino, no solo es relajante y placentero, es el maridaje perfecto para infinidad de platillos. Además se sabe que es un hábito que se asocia con increíbles beneficios para la salud, aunque claro beber en exceso siempre tendrá consecuencias. Especialmente si elegimos el tipo de vino inadecuado. Finalmente todo lo que bebemos y comemos aporta calorías y nutrientes, en lo que respecta al vino es exactamente igual: algunas variantes son menos dañinos para la salud que otras. Con base en ello la opinión de los especialistas siempre se suma de manera oportuna y nos ayuda a tomar las mejores decisiones para la salud, por lo tanto la pregunta del millón es ¿qué tipo de vino debemos evitar a toda costa? La respuesta rotunda fue Zinfandel.

Los expertos coinciden: en definitiva hay que evitar los vinos con alto contenido de azúcar/frutas este verano, sobre todo en los casos de personas que está buscando perder peso o mantenerse saludables. Además se cuenta con datos certeros en los que se confirma que la variante de Zinfandel es simplemente la peor alternativa para cuidar el peso y en general la salud: una simple copa puede contener hasta 14 gramos de azúcar. Y es por ello que se encuentra en la parte superior de la lista de los vinos menos recomendados. Teniendo en cuenta que las recomendaciones liberadas por la Asociación Estadounidense del Corazón, con respecto al consumo de azúcar según el género son las siguientes:

– Limitar los azúcares agregados a no más de 6 cucharaditas por día para las mujeres y no más de 9 cucharaditas por día para los hombres. Dado que hay aproximadamente cuatro gramos en cada cucharadita de azúcar, esto se traduce en 25 gramos de azúcar agregada por día para las mujeres y 36 gramos por día para los hombres. Por lo tanto en solo dos vasos de vino con alto contenido en azúcar, fácilmente se puede superar la dosis diaria recomendada de azúcar. Además son variantes que nos hacen más propensos a padecer dolores de cabeza y deshidratación al día siguiente.

Lo cierto es que durante años se nos ha advertido sobre el excesivo consumo de azúcar, considerado uno de los hábitos alimenticios más dañinos en la sociedad moderna. No es ningún secreto decir que se relaciona con graves afectaciones en la salud general y el peso corporal. Finalmente seguir una dieta rica en alimentos endulzados, es la llave de todo tipo de enfermedades crónicas, con base en ello en los últimos años mucho se ha hablado sobre la directa relación del excesivo consumo de azúcar con la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, depresión y otras afecciones.

Otra observación particularmente relevante sobre los vinos elaborados con exceso de azúcar, como sucede con los Zinfandels, es que son variantes elaboradas con una gran cantidad de sulfitos. Se trata de compuestos químicos que se utilizan a menudo para mejorar muchas características del vino, junto con otros productos. Es por ello que es bastante normal encontrarlos en la mayoría de los vinos, si bien se sabe que hacen que el vino se vea mejor, sepa mejor y dure más, pueden causar dolores de cabeza, diarrea, hinchazón y dolor de estómago ¿El único problema aquí? La cantidad de sulfitos en un vaso puede ser difícil de rastrear.

Por fortuna descubrir y verificar el contenido de azúcar que contiene un vino, es simplemente cuestión de leer la etiqueta o buscar la ficha del producto google. Además existen otras tres variantes que se suman a la lista de los vinos que es mejor evitar y limitar para ocasiones especiales: oporto, moscato y riesling ¿La razón? Son los tres vinos más dulces. Un claro ejemplo: el Moscato de Franzia, contiene 135 calorías y unos buenos 11 gramos de azúcar por vaso.

Lo cierto es que durante el verano es muy normal elegir las variantes de vinos dulces y afrutados, de cierta manera para muchos van de maravilla con los días calurosos y numerosos platillos ligeros. Por fortuna no todo está perdido y hoy en día sabemos que existen maravillosas alternativas de blancos y rosados secos. Finalmente no podemos olvidar que vigilar el consumo de azúcar, especialmente cuando se trata del consumo de alcohol, puede ayudar a minimizar la resaca, beneficiar la pérdida de peso, el equilibrio hormonal e inclusive se asocia con una reducción de la inflamación. La recomendación de los expertos es apostar por las populares y muy actuales propuestas de marcas orgánicas bajas en azúcar como Bonterra, Whitehaven y Frogs Leap este verano ¡Por supuesto con moderación!

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