Los precios de productos y servicios suben en todo el país llegando a un nuevo máximo desde 2008

La tasa de inflación de los precios al consumidor es ahora casi el doble de la meta del 2% que tenía la Reserva Federal, pero los altos funcionarios han restado importancia al aumento

Durante el año pasado, los precios al consumidor se dispararon un 3.9%, lo que refleja el mayor aumento desde 2008.

Durante el año pasado, los precios al consumidor se dispararon un 3.9%, lo que refleja el mayor aumento desde 2008. Crédito: Foto-Rabe | Pixabay

Los precios en los Estados Unidos subieron al ritmo anual más rápido que se ha detectado desde 2008, lo que indica que los consumidores pagarán más por productos y servicios durante el verano a medida que la economía se recupera de la crisis provocada por la pandemia.

El llamado índice de precios PCE subió un 0.4% en mayo, lo que marca el tercer gran aumento consecutivo, según muestran nuevas cifras del gobierno. Cabe señalar que algunos economistas encuestados por el Dow Jones y The Wall Street Journal habían pronosticado que habría un avance del 0.5%.

Durante el año pasado, los precios al consumidor se dispararon un 3.9%, lo que refleja el mayor aumento desde 2008, cuando los precios del petróleo alcanzaron un récord de $150 dólares por barril.

La tasa de inflación del PCE es ahora casi el doble de la meta del 2% que tenía la Reserva Federal, pero los altos funcionarios han restado importancia al aumento.

Y es que los líderes de la Reserva Federal insisten en que los precios bajarán el próximo año a medida que la economía vuelva a la normalidad, así como cuando la mayoría de la gente vuelva a trabajar y la escasez generalizada de mano de obra y suministros desaparezca.

Otra medida de la inflación que no incluye los precios de los alimentos y la energía también subió al nivel más alto desde 1992.

El índice de precios PCE subió un 0.5% en mayo. Eso empujó el aumento en los últimos 12 meses del 3.1% al 3.4%.

¿Qué quiere decir todo esto?

Estas mediciones indican que las personas encontrarán precios más altos en los supermercados, al llenar su tanque de gasolina o al salir de vacaciones a un destino popular, ya que el costo de casi todos los productos y servicios ya están aumentando.

La Reserva Federal atribuye la mayor parte del aumento de precios a la reapertura de la economía. Es decir que una nueva ola de compras –que las personas no habían hecho debido a la pandemia– está presionando a las empresas y, en muchos casos, han elevado los precios, especialmente porque también están lidiando con la escasez de suministros e incluso mano de obra.

Por ahora, la mayoría de los inversores parecen estar de acuerdo con el argumento de la Reserva Federal, ya que las acciones siguen subiendo y los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo han disminuido en los últimos meses.

Sin embargo, a algunos economistas les preocupa que la Reserva Federal esté siendo demasiado laxa, y tienen dudas sobre si los precios volverán a caer al 2% en 2022 como espera la Reserva.

Asimismo, el banco central también ha subestimado el aumento de la inflación. La Reserva Federal ahora espera que la inflación PCE promedie un 3.4% en 2021, frente al 1.8% que habían previsto a fines del año pasado.

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