Los precios de productos y servicios suben en todo el país llegando a un nuevo máximo desde 2008
La tasa de inflación de los precios al consumidor es ahora casi el doble de la meta del 2% que tenía la Reserva Federal, pero los altos funcionarios han restado importancia al aumento
Los precios en los Estados Unidos subieron al ritmo anual más rápido que se ha detectado desde 2008, lo que indica que los consumidores pagarán más por productos y servicios durante el verano a medida que la economía se recupera de la crisis provocada por la pandemia.
El llamado índice de precios PCE subió un 0.4% en mayo, lo que marca el tercer gran aumento consecutivo, según muestran nuevas cifras del gobierno. Cabe señalar que algunos economistas encuestados por el Dow Jones y The Wall Street Journal habían pronosticado que habría un avance del 0.5%.
Durante el año pasado, los precios al consumidor se dispararon un 3.9%, lo que refleja el mayor aumento desde 2008, cuando los precios del petróleo alcanzaron un récord de $150 dólares por barril.
La tasa de inflación del PCE es ahora casi el doble de la meta del 2% que tenía la Reserva Federal, pero los altos funcionarios han restado importancia al aumento.
Y es que los líderes de la Reserva Federal insisten en que los precios bajarán el próximo año a medida que la economía vuelva a la normalidad, así como cuando la mayoría de la gente vuelva a trabajar y la escasez generalizada de mano de obra y suministros desaparezca.
Otra medida de la inflación que no incluye los precios de los alimentos y la energía también subió al nivel más alto desde 1992.
El índice de precios PCE subió un 0.5% en mayo. Eso empujó el aumento en los últimos 12 meses del 3.1% al 3.4%.
¿Qué quiere decir todo esto?
Estas mediciones indican que las personas encontrarán precios más altos en los supermercados, al llenar su tanque de gasolina o al salir de vacaciones a un destino popular, ya que el costo de casi todos los productos y servicios ya están aumentando.
La Reserva Federal atribuye la mayor parte del aumento de precios a la reapertura de la economía. Es decir que una nueva ola de compras –que las personas no habían hecho debido a la pandemia– está presionando a las empresas y, en muchos casos, han elevado los precios, especialmente porque también están lidiando con la escasez de suministros e incluso mano de obra.
Por ahora, la mayoría de los inversores parecen estar de acuerdo con el argumento de la Reserva Federal, ya que las acciones siguen subiendo y los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo han disminuido en los últimos meses.
Sin embargo, a algunos economistas les preocupa que la Reserva Federal esté siendo demasiado laxa, y tienen dudas sobre si los precios volverán a caer al 2% en 2022 como espera la Reserva.
Asimismo, el banco central también ha subestimado el aumento de la inflación. La Reserva Federal ahora espera que la inflación PCE promedie un 3.4% en 2021, frente al 1.8% que habían previsto a fines del año pasado.
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