Qué es “sobrealimentarse”: los riesgos para la salud y el peso corporal
La sociedad moderna occidental tiende a "sobrealimentarse", término utilizado para describir aquella conducta que de comer exceso y se asocia con graves problemas de salud. Es una costumbre que está estrechamente relacionada con el aumento de grasa corporal, la obesidad y otras graves consecuencias

Crédito: Spencer Davis | Pexels
Las infinitas opciones de suculenta y atractiva comida, en conjunto con la amplia disponibilidad de refrigerios rápidos: hacen que sea fácil comer en exceso. Si a esto sumamos que la mayoría de las personas se alimentan sin mucho conocimiento sobre el tamaño de las porciones, comer en exceso puede fácilmente salirse de control y tener varias consecuencias negativas para la salud. Se ha comprobado que una de las principales causas del aumento de peso excesivo que conduce a diversas enfermedades crónicas, es el recurrente hábito de la sociedad por “sobrealimentarse.” Si bien todos amamos comer, consumir más alimentos de la cuenta de manera gradual se traduce en una ingesta calórica diaria desproporcionada, lo cual se asocia con diversos riesgos que deterioran considerablemente la salud a corto, mediano y largo plazo. Descubre cuáles son las principales afectaciones.
1. Exceso de grasa corporal
Por supuesto que la consecuencia más evidente de comer de más todo el tiempo, se verá reflejado en un exceso de grasa corporal. El balance diario de calorías está determinado por la cantidad de calorías que se consumen por día, en comparación con la cantidad que se queman. Por lo tanto comer más de lo que gastamos, se conoce como: excedente de calorías y el mayor problema es que el cuerpo suele almacenar estas calorías adicionales en forma de grasa. De tal modo que es una de las principales causas de la obesidad, se sabe que el consumo excesivo de proteínas no aumenta la brasa corporal debido a la forma en que se metaboliza. Sin embargo el exceso de calorías de los carbohidratos y las grasas, son los que nos hacen más propensos a aumentar la grasa corporal. Con base en lo anterior una de las principales recomendaciones para evitar el aumento excesivo de grasa, es apostar por el consumo de proteínas magras y verduras sin almidón.
2. Alteraciones en la regulación del hambre
A estas alturas es bien sabido que existen dos hormonas principales que afectan la regulación del hambre: la grelina, responsable de estimular el apetito y la leptina, que suprime el apetito. Una reacción normal del cuerpo cuando no hemos comido durante un tiempo, es que los niveles de grelina aumentan y después de haber comido, los niveles de leptina le dicen al cuerpo que está lleno. Lo que sucede al comer en exceso es que se altera el equilibrio natural del apetito. Además se ha comprobado que un alto consumo de alimentos ricos en grasa, sal o azúcar, hace que se liberen una hormona llamada dopamina que activa los centros de placer en el cerebro. En pocas palabras este proceso eventualmente anula la regulación del hambre y nos alienta a comer por placer, en lugar de tener hambre. La mejor recomendación para evitar esta alteración es integrar en la dieta alimentos integrales, libres de procesamiento, saciantes y ricos en fibra.
3. Aumento en el riesgo de enfermedades
Comer en exceso no solo afecta la salud y calidad de vida a largo plazo, se trata de una conducta que se da en forma crónica puede provocar obesidad. Sin embargo se relaciona también con un incremento en el riesgo de otras enfermedades crónicas, como la diabetes, hipertensión, afecciones cardiovasculares y diversos problemas de salud mental. Comer en exceso es una de las principales causa del desmedido incremento en el índice de masa corporal (IMC), el cual cuando sobrepasa el 30 es considerado obesidad. Además los indicadores del síndrome metabólico incluyen altos niveles de grasa en la sangre, presión arterial elevada, resistencia a la insulina e inflamación. De hecho existe un dato muy relevante al respecto: la resistencia a la insulina está estrechamente relacionada con la sobrealimentación crónica. Si no se controla, la resistencia a la insulina puede provocar diabetes tipo 2.
4. Alteraciones digestivas, gases e hinchazón excesiva
No es ningún secreto decir que comer en exceso es una de las principales causas de las afecciones digestivas, en concreto la inflamación. Sin embargo la costumbre de comer grandes cantidades de alimentos puede forzar al sistema digestivo a largo plazo y crear síntomas recurrentes de gases e hinchazón. Además la mayoría de los alimentos calóricos que las personas tienden a consumir en exceso son altamente inflamatorios, como son las comidas rápidas, los alimentos picantes y grasosos, así como las bebidas carbonatadas y el exceso de azúcares. Si bien existen algunas verduras, legumbres y cereales integrales que se asocian con las flatulencias, no suelen comerse en exceso con regularidad.
5. Somnolencia constante
Típico que en Navidad comes en exceso y te da un sueño incontrolable justo después de comer o te sientes muy apático y cansado. Esto tiene una razón: un fenómeno llamado hipoglucemia, reactiva en el que los niveles de azúcar en sangre bajan después de ingerir una comida abundante. El bajo nivel de azúcar en sangre se asocia comúnmente con síntomas como somnolencia, lentitud, frecuencia cardíaca rápida y dolores de cabeza. Se cree que la causa está relacionada con el exceso de producción de insulina, si bien s un síntoma propio de la diabetes se sabe que las personas con obesidad que suelen sobrealimentarse también lo presentan.
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