Mansión construida por cofundador de Pfizer en Clinton Hill es vendida en cifra récord
La antigua casa, que fue construida en 1887 en Nueva York, cuenta con un salón de fiestas subterráneo y con muchos secretos
El mercado inmobiliario de Clinton Hill, en Nueva York, dio mucho de qué hablar hace unos días tras confirmarse la venta de la mansión más costosa en la historia de la zona.
El inmueble, por el que se pagaron $9.05 millones dólares y es de cinco pisos, fue mandado a construir, en 1887, por el alemán Charles Erhart, quien, en 1849, cofundó la farmacéutica Pfizer junto a su primo, Charles Pfizer.
La residencia, que solo pudo disfrutar por cuatro años debido a su muerte, es de estilo arquitectónico Reina Ana y cuenta con una extensión de 10,000 pies cuadrados.
Entre sus inquilinos más famosos se encuentran Legion Davies y Paul Raven, quienes la habitaron de 1991 a 2007, año en que fue vendida, por $3.2 millones de dólares, a la diseñadora de interiores Jessica Warren.
Jessica y su esposo, Douglas, fueron los encargados de hacerle una transformación drástica a la mansión, aunque conservaron algunos de sus elementos más característicos y tradicionales, como es el caso de un ascensor Otis original.
Los nuevos propietarios son Beverly y su esposo, Sean Ragon, líder de la agrupación Cult of Youth, quienes concretaron la operación pagando en efectivo
De acuerdo a la ficha técnica, dada a conocer por diversos medios especializados en la venta de bienes raíces, la residencia cuenta con siete recámaras y ocho baños.
También goza de vestíbulo, cocina, comedor, sala de estar, sala principal, sala de televisión, oficina, biblioteca, cava de vinos, sala de juegos, garaje para un vehículo, entre otras habitaciones.
La cocina es bastante amplia y semiabierta. Está equipada con una alacena de tono gris, con electrodomésticos de alta gama y con una isla central que funciona para preparar los alimentos, pero también como desayunador.
La recámara principal, que abarca casi todo el segundo piso, cuenta con espacio para una cama grande y una sala de estar. También tiene walk-in closet, balcón, medio baño, baño completo con bañera y un vestidor.
Una de las habitaciones más fascinantes es el salón de fiestas subterráneo que fue mandado a construir por Jessica Warren.
Los exteriores, al ubicarse en un lote de 5,000 pies cuadrados, no son precisamente los más extensos, al solo contar con un pequeño jardín con un camino de piedras.
Antes de la venta de esta propiedad, el récord perteneció a una antigua sala sindical que fue reconvertida en casa, por la que se pagaron, en 2015, la cantidad de $7.2 millones de dólares.
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