23 años preso por un asesinato que no cometió: drama de un hombre en Nueva York

"Si bien nada puede devolverle todos los años que perdió injustamente en prisión, la anulación de su condena y el sobreseimiento del caso al menos establece su inocencia y finalmente limpia su nombre", dijo el fiscal

Verrazzano Staten Island

Staten Island, NYC. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía

Nunca había sucedido algo similar en la fiscalía de Staten Island (NYC): la condena de un hombre fue descartada el jueves después de pasar 23 años tras las rejas.

Grant Williams, de 50 años, fue encarcelado injustamente por el asesinato de Shdell Lewis. Había salido en libertad condicional en 2019, pero antes de eso, su abogado se había puesto en contacto con la Oficina del Fiscal del condado Richmond y les pidió que examinaran el caso.

El resultado marcó la primera vez que la Unidad de Revisión de Integridad de Convicciones de esa fiscalía revocó una condena. “Si bien nada puede devolverle al señor Williams todos los años que perdió injustamente en prisión, la anulación de su condena y el sobreseimiento del caso de hoy al menos establece su inocencia y finalmente limpia su nombre”, dijo el fiscal de distrito Michael E. McMahon.

Al revisar el caso, los investigadores entrevistaron a seis nuevos testigos que les dijeron que Williams no había sido el pistolero que mató a Lewis en abril de 1996. Otro testigo juró que había estado con Williams toda la noche del tiroteo en el estudio de grabación “WuTang Clan”.

Justo antes de ser asesinado, Lewis acababa de salir de un edificio en el complejo Stapleton de NYCHA en Staten Island cuando un hombre abrió fuego y lo hirió en la espalda y el torso. Los oficiales persiguieron al pistoleto. No lo atraparon, pero recuperaron un sombrero de WuTang que se le cayó de la cabeza.

Más tarde, Williams pidió que se hiciera una prueba de ADN en el sombrero, pero había sido destruido durante los procedimientos protocolares del Departamento de Policía de Nueva York.

En el momento de la muerte de Lewis, los oficiales describieron que el atacante era un hombre robusto, pero bajo de estatura (5 pies y 5 pulgadas). A diferencia de Williams, un hombre muy alto (6 pies y 2 pulgadas) y además delgado. Y aún así fue condenado.

Los investigadores encontraron varias áreas donde la policía no siguió las mejores prácticas mientras revisaban el caso. “Como fiscales, tenemos la obligación legal y el deber ético de garantizar que la persona adecuada sea condenada por el delito acusado”, dijo McMahon citado por Pix11. “La justicia depende de que no sólo corrijamos estos errores pasados, sino que trabajemos con diligencia para evitar que vuelvan a ocurrir“.

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