Congreso con misión incumplida
Hay asuntos pendientes que el país todavía espera una solución desde el Capitolio de la Nación
El Congreso de la Nación toma sus vacaciones de verano en agosto. Eso significa que por cinco semanas no se proponen, debaten ni aprueban ninguna ley, sin importar que tan decisiva sea para el pueblo que los eligió.
Además, están dedicados a respaldar las candidaturas para las elecciones del 3 de noviembre.
En justicia hay que reconocer que no es culpa de los actuales 100 Senadores o los 435 integrantes de la Cámara de Representantes; el Congreso en 1970 ordenó el receso obligatorio hasta el Labor Day o Día del Trabajo es decir después del 6 de septiembre.
Para entonces ocurrió porque los legisladores con hijos querían un calendario legislativo con vacaciones definidas. Pero esta semana vimos enfurecida a la representante neoyorquina, Alexandria Ocasio-Cortez, porque sus colegas se marcharon sin la decisión definitiva sobre la ampliación del plazo para la moratoria o extensión del pago de la renta para los millones de inquilinos que perdieron sus trabajos por la pandemia.
Lo sorpresivo es que la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, dijo que se enteraron del problema apenas dos días antes del receso, cuando la administración Biden formalmente pidió aprobar la extensión del programa que expiraba justo cuando empezaban las vacaciones.
Aunque llevamos más de año y medio lidiando el Coronavirus, los congresistas no sabían del posible tsunami de desalojos que se teme, incluso contra trabajadores esenciales que no pueden pagar el alquiler y están a punto de convertirse en desamparados, ¡caso curioso!
Pero no es la primera vez que el Congreso deja temas sin resolver. Hay asuntos pendientes que el país todavía espera una solución desde el Capitolio de la Nación.
Por ejemplo, la reforma a la financiación de campañas políticas y el sistema electoral, con los urgentes cambios en la manera como el Colegio Electoral define quién sería el presidente del país más poderoso del mundo, quitándole esa opción a los ciudadanos que votan a veces por otra candidatura.
También se debe a la inacción del Congreso el hecho de que más de 11 millones de indocumentados paguen impuestos y contribuyan al fisco, con el temor de ser atrapados por inmigración y no salgan de la sombra, por falta de una reforma migratoria.
Y como si fuera poco, como no hubo consenso, el presidente Barack Obama, casi unilateralmente definió leyes vitales como el ObamaCare y el Programa de Acción Diferida “Daca” para los Llegados en la Infancia que ahora tiene en el limbo a casi 800 mil “Dreamers” o soñadores. Esa misión también sigue pendiente como misión por cumplir.
Sofía Villa preparó esta columna a título personal. Trabaja como Producer Writer en Univision NY y sus opiniones no representan a Univision Communications Inc.