Los tipos de cáncer ligados a una dieta deficiente y alta en ultraprocesados

Ciertos hábitos alimenticios se relacionan directamente con un mayor riesgo de padecer diversos tipos de cáncer. Un alto consumo de carnes rojas, procesadas, alcohol, alimentos ultraprocesados y azucarados, es considerado el enemigo más letal a largo plazo

Hot Dog

Crédito: Peter Secan on Unsplash | Unsplash

Recientemente se hizo muy popular un estudio en el cual se reveló que durante el 2020 el consumo de alcohol, se relacionó con 740,000 nuevos diagnósticos de cáncer. De cierto modo estos datos llegaron de manera contundente para resaltar la estrecha relación entre las elecciones de vida cotidiana, la alimentación, los hábitos y la aparición de enfermedades crónicas. Además, complementario a ello han salido a la luz numerosos estudios que comprueban la conexión entre una dieta deficiente y basada en ultraprocesados, con el aumento en el riesgo de ciertos tipos de cáncer.

A lo largo de los años muchos especialistas se han pronunciado al respecto, por fortuna cada vez existen más referencias sobre cómo la nutrición se relaciona directamente con el aumento o la disminución en los casos de cáncer. Con base en ello nos dimos a la tarea de hacer una investigación sobre la relación en el consumo de ciertos alimentos particulares y los tipos de cáncer con los que se relacionan. De manera específica es importante mencionar que la mayor parte del problema no es la comida, sino los aditivos, su aporte calórico y nocivos compuestos.

1. Carnes procesadas

Probablemente una de las categorías más famosa de alimentos que se han relacionado con el cáncer son las carnes procesadas, piensa en los perros calientes, los embutidos, las salchichas y el tocino. Aunque este tipo de carnes son una buena fuente de proteínas, normalmente cualquier beneficio se ve opacado por su alto procesamiento y contenido en aditivos que deterioran la salud. El mayor problema de las carnes procesadas y ahumadas, es la presencia de nitritos y nitratos, que son consideradas sustancias nocivas que aumentan el riesgo de gliomas (cáncer de cerebro), así como de cáncer de tiroides, colorrectal y gástrico. Cabe mencionar que los compuestos en sí mismos no son cancerígenos, más bien pueden definirse como elementos potencialmente cancerígenos. A grandes rasgos lo que sucede es que en el cuerpo se combinan con otras moléculas y pueden formar sustancias cancerígenas, y otra larga lista de afecciones como hipertensión deterioro renal, aumento de peso y depresión. 

Salchichas
Salchichas. /Foto: Pexels

2. Carnes rojas

A estas alturas no es ningún secreto decir que las carnes rojas en exceso a largo plazo pasan la factura en cuestiones de salud, es por ello que actualmente la mejor recomendación es apostar por seguir una dieta basada en plantas. Lo cierto es que a través de diversos estudios médicos, la carne roja se ha relacionado con cáncer colorrectal, de próstata y de páncreas. Si bien la asociación no es del todo definitiva y existen varios factores que intervienen en ello, por ejemplo el origen de los productos cárnicos, por obvias razones las variantes más recomendadas son las carnes orgánicas, de animales alimentados en pasto y libres de hormonas. Por lo tanto limitar su ingesta es una buena medida para disminuir el riesgo de cáncer y otras afecciones de salud, como los padecimientos cardiovasculares, hipertensión y obesidad. 

Carne roja
Carne roja. /Foto: Pexels

3. Alcohol

Seamos claros un excesivo consumo de alcohol nunca se va relacionar con aspectos positivos para la salud, es un pésimo hábito que deteriora la calidad de vida y la salud física, emocional y mental. Sin embargo de manera específica se cuenta con algunos estudios que demuestran que las personas con una alta y recurrente ingesta de alcohol, son más propensas a padecer cáncer oral, esofágico, de estómago, de mama, de hígado y de colon. Es importante aclarar que este incremento son asociaciones que se presentan con una ingesta excesiva.

Consumo de alcohol
Consumo de alcohol./Foto: Unslash

4. La obesidad es otro factor

Por último y no menos importante debemos recalcar que la obesidad es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, y claro una larga lista de enfermedades que deterioran la salud a niveles insospechados. Por lo tanto es indispensable evitar el consumo de alimentos ultraprocesados que brillen por su contenido en azúcares añadidos, grasas saturadas y trans, harinas refinadas, sodio, colorantes y aditivos, que además suelen ser muy altos en calorías. Y claro corto, mediano y largo plazo, se asocian con graves consecuencias para la salud. La mejor recomendación es seguir un estilo de alimentación mediterráneo, natural y libre de procesados, limitar el alcohol, evitar las bebidas azucaradas, beber mucha agua, realizar actividad física, dormir bien y controlar el estrés.

Dieta basada en plantas. /Foto: Unsplash

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