Fritos y carnes rojas, lo que no debes comer para cuidar tu páncreas del cancer
El páncreas es un órgano sensible que es propenso a inflamarse y sufrir daños en los tejidos que suelen derivarse en afecciones serias como el cáncer. La dieta juega un papel simplemente fundamental, apostar por el consumo de alimentos integrales, evitar las grasas y el alcohol son medidas esenciales para evitar complicaciones
La dieta Keto puede provocar alteraciones digestivas, la famosa gripe "cetogénica", mal humor y cambios en los patrones alimenticios. Crédito: Imagen de Brian Bowie en Pixabay | Pixabay
El páncreas es un órgano demasiado importante en el buen funcionamiento del organismo. Es el responsable de regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, también cumple una función importante al liberar enzimas y es clave para digerir los alimentos, por lo tanto en el proceso digestivo. Sin embargo el páncreas es propenso a inflamarse o hincharse y con ello se empieza a deteriorar su actividad, a este padecimiento se le conoce como pancreatitis. La cual puede ser aguda y normalmente se deriva de la inflamación del páncreas por la presencia de cálculos biliares y en los casos de pancreatitis crónica, en los que los brotes se repiten con el tiempo y se relacionan directamente con el estilo de vida y dieta.
Sin embargo lo que sucede con el páncreas es que suele confundirse con otros padecimientos, por lo que enfermedades graves como el cáncer rara vez suelen detectarse en sus etapas iniciales. El cáncer de páncreas comienza en los tejidos del páncreas, también se pueden presentar varios tipos de tumores en el páncreas, incluidos tumores cancerosos y no cancerosos. El tipo más común de cáncer que se forma en el páncreas comienza en las células que recubren los conductos que transportan las enzimas digestivas fuera del páncreas. Entre los principales síntomas de posible cáncer en el páncreas se encuentran: dolor abdominal que se irradia hacia la espalda, pérdida de apetito o pérdida de peso involuntaria, color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia), heces de color claro y orina de color oscuro, picazón en la piel, diagnóstico reciente de diabetes, coágulos sanguíneos y fatiga.
Por lo tanto no es ninguna novedad decir que la dieta tiene mucho que ver con la prevención y control de cualquier padecimiento de páncreas, que pueda derivarse en algo más serio. La buena noticia es que la ciencia no deja de sorprendernos y pone a nuestro alcance información valiosa para tomar las mejores decisiones alimenticias, las cuales serán un punto fundamental para proteger e incluso ayudar a curar un páncreas dañado.
¿Qué alimentos benefician la salud del páncreas?
Es muy importante basar la dieta en el consumo de alimentos integrales, naturales y libres de cualquier químico. Por lo tanto es primordial consumir alimentos ricos en proteínas, bajos en grasas animales y que contengan antioxidantes. Los expertos en medicina enfatizan en dar prioridad al consumo de carnes magras, frijoles y lentejas, sopas claras, caldos de vegetales y alternativas lácteas (como las leches vegetales: avena, arroz, almendras y nuez, y los productos derivados de la soja). Los productos naturales y de temporada, hacen que el páncreas no tenga que esforzarse tanto para procesarlos.
Un dato que llama de manera específica la atención radica en el consumo de grasas: la investigación sugiere que algunas personas con pancreatitis y otras alteraciones en el páncreas pueden tolerar entre un 30-40% de las calorías de la grasa cuando proviene de fuentes vegetales integrales o de triglicéridos de cadena media (MCT). Por lo tanto es demasiado relevante apostar por el consumo de grasas saludables y ricas en omega-3, como son los pescados grasos, frutos secos, aceites vegetales prensados en frío, aguacate y semillas. Algunas personas con afecciones de páncreas suelen ser mucho más sensibles y su ingesta de grasas deberá ser aún menor: los expertos recomiendan 50 gramos o menos por día.
Otros alimentos muy recomendados por su alto contenido en nutrientes esenciales y antioxidantes: las espinacas, los arándanos, las cerezas, las alcachofas, los tomates, los pepinos, el hummus, y los cereales integrales, protegen la digestión y combaten a los radicales libres que dañan a los órganos. Es muy importante vigilar el consumo de productos ricos en azúcares y apostar por porciones controladas de frutas frescas, ya que las personas con alteraciones en páncreas tienen un alto riesgo de diabetes.
2. ¿Qué alimentos deterioran al páncreas?
Lo más importante es evitar todo aquel producto procesado y ultraprocesado, el azúcar y por supuesto, con especial énfasis el alcohol. Por lo tanto los alimentos que será mejor evitar son las carnes rojas, órganos, embutidos, mayonesa, margarina, mantequilla y los lácteos enteros. También es vital evitar los postres y las bebidas ricas en azúcares añadidos. En general se deberá evitar toda comida que sea rica en ácidos grasos trans. Se cuenta con numerosos estudios y referencias médicas en las que se avala que los alimentos fritos o muy procesados, como las papas fritas y las hamburguesas de comida rápida, son algunos de los peores infractores. También los alimentos fritos pueden desencadenar un brote de pancreatitis, al igual que los productos ricos en harina refinada que se encuentra en tortas, pasteles y galletas. Estos alimentos pueden afectar al sistema digestivo, ya que aumentan los niveles de insulina.
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