Cómo los latinos en EE.UU. perciben su estatus socioeconómico podría generarles problemas cardiovasculares
La forma en cómo se sienten, las comparaciones que pueden hacer con otras personas de su misma comunidad puede influir en los cuidados que este sector de la población toman respecto a su salud
En días recientes se publicó un interesante estudio realizado por la American Heart Association, el cual arrojó cómo la autopercepción que la población hispana en Estados Unidos tiene sobre su situación socioeconómica podría estar relacionado con desarrollar un problema cardiovascular.
En 2018, la American Heart Association informó que alrededor del 52% de los hombres y el 43% de las mujeres hispanas que viven en EE.UU. padecen una trastorno cardiovascular. De igual modo, este problema de salud habría causado la muerte de 30,584 hombres y de 25,983 mujeres de origen hispano y de diferentes edades.
Los expertos en salud aseguran que el estatus socioeconómico, en el cual se incluye el nivel de educación, el tipo de trabajo que se desempeña y el lugar donde se vive, es realmente un factor que puede potenciar el riesgo de desarrollar algún tipo de enfermedad relacionada con el corazón.
Para poder entender el tema, lo primero que hay que saber es que hay dos tipos de estatus social: el objetivo, que es el mide realmente la situación de cómo la gente vive, y el subjetivo, que es cómo se ven las personas, comparando su forma de vida y experiencias con las de otros dentro de su comunidad.
“Gente que ha emigrado a EE.UU., a menudo, vive un cambio de estatus social subjetivo que puede llegar a afectar su salud cardiovascular. Por ejemplo, una persona que era profesor o abogado en su país de origen, como Colombia o México, puede que al llegar a EE.UU., debido al tema del idioma o situaciones que le impiden desarrollarse en su rubro profesional, termine aceptando un trabajo en el sector de servicios donde el salario es bajo, lo cual terminará por afectar su percepción de su estatus”, explicó la autora del estudio, la Doctora en Psicología Lissette M. Piedra.
Pero Piedra también explica que existe el otro lado de la moneda: “Pensemos también en los hispanos que llegan a EE.UU. provenientes de alguna localidad hispana rural, en donde desempeñaba arduos trabajos a cambio del salario mínimo, que siempre será inferior al que se paga aquí. Es probable que encuentren de igual modo cuando migran un trabajo de bajos ingresos pero que terminará siendo mayor a lo que percibían en su país natal, lo cual también modificará, de forma positiva, su percepción de su nuevo estatus social”.
Esto, según los expertos, finalmente puede impactar de manera importante en la salud.
Además, otros aspectos que pueden impactar directamente en nuestra salud son las influencias que tomamos de otros para nuestro autocuidado, así como la forma en cómo actuamos con las demás personas. De igual modo, las personas que tienen una autopercepción de un estatus social mayor suelen cuidarse más y están constantemente al pendiente de cuestiones médicas.
Los investigadores utilizaron datos de referencia del Estudio de salud de la comunidad hispana/ Estudio de latinos (HCHS / SOL) realizados a 15,374 adultos (edad promedio, 41 años; 52% mujeres; 50% con seguro médico) recopilados de 2008 a 2011.
Los participantes de HCHS / SOL respondieron a la Escala de Estado Social Subjetivo de MacArthur, que registra la posición socioeconómica autopercibida al representar gráficamente una “escalera social” de 10 peldaños. Las personas en la parte superior de la escalera se describen como las que están en mejor situación (más dinero, más educación y un buen trabajo), y las que se encuentran en los peldaños más bajos son las que están en peor situación (menos dinero, menos educación y un mal trabajo). Los participantes indicaron verbalmente en qué escalón, del 1 al 10, se encontraba su posición social auto percibida.
Según el estudio, el nivel medio de posición social auto percibido fue de 4,4. Aproximadamente el 60% de la muestra dijo tener una educación secundaria o inferior; 42% vivía en hogares con ingresos anuales de menos de $20,000 dólares y el 49% no tenía empleo.
Con estos datos, la American Heart Association hizo un cálculo de esta población hispana sobre los llamado Life’s Simple 7, que son los 7 factores de riesgo que las personas pueden mejorar a través de cambios en el estilo de vida para lograr una salud cardiovascular ideal.
Los resultados sobre la prevalencia de la población hispana que participó en el estudio de los Life’s Simple 7 fueron los siguientes: 1,6% para alimentación saludable, 23,3% para el índice de masa corporal (IMC), 49,8% para presión arterial, 53,5% para colesterol, 66,7% para glucosa en ayunas, 66,8% para actividad física y 76,3% para fumar.
Menos de la mitad de los participantes obtuvieron cuatro o más puntajes ideales en todas las métricas.
Ante esto, los investigadores indicaron que cada escalón más alto de la posición social autopercibida se asoció con un mayor puntaje de salud cardiovascular, así como con niveles más altos de tabaquismo ideal, IMC, actividad física y glucosa en sangre en ayunas.
También otro dato interesante de este estudio es que la relación entre el estatus social percibido y la salud cardiovascular solo fue significativa para los participantes nacidos en EE.UU. y para aquellos extranjeros que vivieron en el país durante 10 años o más.
“Nuestra autopercepción influye en cómo nos cuidamos y cómo interactuamos con los demás. A lo largo de la vida, estas acciones cotidianas pueden tener un impacto significativo en nuestra salud. La implicación clínica es que una sensación percibida de un alto estatus social podría ser protectora, especialmente a nivel de la población, donde las pequeñas diferencias que se agravan con el tiempo son importantes”, sentenció Piedra.
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