Cómo ahorrar cuando todo sube de precio
Cuando llegó la pandemia y el mundo se paralizó, sabíamos que muchos productos subirían de precio, pero jamás imaginamos un salto tan grande
El otro día fui a almorzar a uno de mis restaurantes favoritos y cuando cuando fui a pagar la cuenta, noté que la ensalada que antes de la pandemia costaba $13 ahora vale $19. Y es normal que el costo de vida vaya subiendo poco a poco, pero en lo que va del 2021 habrás notado que los precios “están por las nubes”.
Cuando llegó la pandemia y el mundo se paralizó, sabíamos que muchos productos subirían de precio, pero jamás imaginamos un salto tan grande; incluyendo el costo exhorbitante de las casas, los arrendamientos, los muebles, la gasolina, los viajes, los servicios de salud y hasta puedes llegar a pagar más dinero por un carro usado que uno nuevo. Y lo más importante aún, que es la comida, en un año el precio ha subido increíblemente; la carne ha aumentado casi el doble y la compra que hacías por $150 en el supermercado, ahora pagas $210.
En fin, todo está carísimo y el bolsillo duele. De hecho, el mes pasado, el índice de precios al consumidor, que es el indicador principal de la inflación en un país, se disparó al 5.4% en Estados Unidos, el mayor aumento en 13 años. A medida que la economía se reactiva tras la pandemia, continúa el auge en la tasa de inflación, el dinero parece rendir menos y es necesario ahorrar.
Compra más de uno: En 2017 se hizo muy popular un estudio que decía: “La gente rica gasta menos dinero en papel de baño”, refiriéndose a que hay que comprar grandes cantidades para ahorrar dinero. Adquiere tamaños familiares de los productos que más usas y cuando encuentres ofertas de compra uno y llévate otro gratis, aprovecha para almacenar.
No gastes más de lo que ganas: Es el principio más importante para ahorrar, pero el más ignorado por muchos que viven endeudados con préstamos y tarjetas de crédito. No compres por impulso, cuando quieras algo espera 48 horas después y pregúntate si realmente es un capricho o una necesidad.
Analiza tus gastos: Piensa en todo el dinero que ahorrarías si en vez de comprar café afuera todos los días, sólo lo haces dos veces por semana. O si de vez en cuando te haces tú misma la manicura. Pregúntate, cuáles otros gastos podrías recortar.
Aún es incierto saber cuándo la inflación se “normalizará”, lo que sí sabemos es que las emergencias llegan y hay que tener ahorros.
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