Un hot-dog nos roba 36 minutos de “vida saludable” y un puñado de nueces agrega 26 minutos, indica un estudio

Científicos de la Universidad de Michigan desarrollaron un índice nutricional que calcula si un tipo particular de alimento agrega un beneficio neto o un perjuicio a nuestros minutos de vida saludable. El índice analiza 15 factores de riesgo dietético para estimar los efectos de algunos de los más comunes alimentos en la dieta

Hot Dog

Crédito: Peter Secan on Unsplash | Unsplash

Hoy en día todos queremos alimentarnos mejor. Estamos demasiado expuestos a sufrir numerosas enfermedades crónicas que se relacionan directamente con la calidad de nutrientes, no es ningún secreto decir que la alimentación puede ser la mejor medicina o el peor enemigo de la salud. Sin embargo, no todo es blanco y negro: cuando se trata de indulgencias no tan saludables, la mayoría de los expertos coinciden en que podemos disfrutar “todo con moderación”. Aunque generalmente se considera un buen consejo, los científicos de la Universidad de Michigan han advertido que incluso algunos de los gustos culposos más casuales y cotidianos podrían restar muchos minutos a de vida saludable.

En un reciente estudio publicado en la revista Nature Food, encabezado por un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan se dieron a la tarea de clasificar los perfiles nutricionales de más de 5.800 alimentos que se pueden encontrar en “la dieta estadounidense”. Y sin lugar a dudas hubo hallazgos verdaderamente sorprendentes: si bien un perrito caliente puede ser imprescindible en un juego de béisbol, una fiesta de verano o la barbacoa de un vecino, de acuerdo con los resultados disfrutar de este tipo de carnes procesadas le quita 36 minutos a la vida saludable de las personas. Sin embargo, esto podría contrarrestarse de alguna manera con un refrigerio nutritivo, como es el caso concreto de un puñado de nueces que devuelve 26 minutos de bienestar. Así que el simple hábito de consumir como colación un puñado de nueces, no solo es uno de los bocadillos más nutritivos y saciantes que tenemos al alcance; puede agregar muchos minutos saludables de vida.  

Los científicos de Michigan desarrollaron un índice nutricional que calcula si un tipo particular de alimento agrega un beneficio neto o un perjuicio a nuestros minutos de vida saludable. Utilizando el estudio Global Burden of Disease, el índice analiza 15 factores de riesgo dietético para estimar los efectos de un alimento en particular. Como dato al margen vale la pena mencionar que los científicos también tomaron en cuenta el impacto ambiental de los alimentos, incluida su producción y los requisitos de agua.

Finalmente, los diferentes alimentos se agruparon según un sistema de semáforos y cada color representaba diferentes cuestiones: la zona verde se conformaba por alimentos que mejoran la salud y tienen poco impacto ambiental, como nueces, frutas, verduras “cultivadas en el campo”, legumbres, como lentejas y garbanzos, granos integrales y ciertos pescados y mariscos. Por el contrario, la zona roja se basaba en alimentos como carne roja y procesada, gambas y verduras “cultivadas en invernadero”.

Con base en las clasificaciones del semáforo, los científicos llegaron a algunas conclusiones generales, increíblemente sorprendentes.  Sustituir solo el 10% de nuestra ingesta diaria de calorías de la carne de res o procesada en favor de frutas, verduras, nueces, legumbres y “mariscos seleccionados” podría agregar 48 minutos de vida saludable todos los días y al mismo tiempo reduciría la huella de carbono en un tercio, lo cual es equivalente al 33%.

Para mayo contexto: de los 5,800 alimentos que se analizaron variaron desde agregar 80 minutos de vida saludable por porción hasta cortar 74 minutos. Si bien el rango es amplio, es bastante claro y contundente. De acuerdo con declaraciones de la autora del estudio, Katerina Stylianou: “En general, las recomendaciones dietéticas carecen de una dirección específica y viable para motivar a las personas a cambiar su comportamiento y rara vez las recomendaciones dietéticas abordan los impactos ambientales”. Sin embargo, los científicos han enfatizado que los alimentos nutritivos no siempre son los más amigables con el medio ambiente y viceversa.

También de acuerdo con los investigadores, los estudios realizados anteriormente a menudo han reducido sus hallazgos a una discusión sobre alimentos de origen vegetal versus animal. Según la autora: “Aunque encontramos que los alimentos de origen vegetal generalmente funcionan mejor, existen variaciones considerables dentro de los alimentos de origen vegetal y animal”.

Sin embargo, los científicos recomiendan que las personas limiten su consumo de carne, mientras aumentan la ingesta de productos cultivados en el campo, legumbres y nueces. Además el coautor del estudio el profesor Olivier Jolliet, declaró que la urgencia de los cambios en la dieta para mejorar la salud humana y el medio ambiente es clara.

Por fortuna cada día son más las referencias que avalan la importancia de realizar cambios en nuestro estilo de vida y alimentación. Si bien es una de las medidas más importantes para aumentar la longevidad y esperanza de vida, también es la mejor estrategia para prevenir enfermedades crónicas. Apostar por el consumo de alimentos vegetales densos en nutrientes, naturales y coloridos, es clave en la prevención de padecimientos mortales: diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Además, resulta maravilloso saber que a través de cambios sostenibles en la dieta, también podemos lograr importantes beneficios para el medio ambiente.

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