US Open: Djokovic vuelve a remontar y ya está a dos partidos del histórico Grand Slam

Un imperial Djokovic se impone por 5-7, 6-2, 6-2 y 6-3 a Berrettini y alcanza su 12ª semifinal del US Open

La pasión de Novak Djokovic apareció durante el partido contra Matteo Berrettini.

La pasión de Novak Djokovic apareció durante el partido contra Matteo Berrettini. Crédito: ED JONES/AFP | Getty Images

QUEENS, NY – La mayoría de tenistas suele gritar, dirigirse al público o lanzar el puño al aire cuando ganan un punto con un “winner”. Novak Djokovic, que está a dos partidos de convertirse en el jugador con más torneos de Grand Slam de la historia, celebra más que ningunos los puntos más defensivos, ésos en los que vuela por el fondo de la pista, de esquina a esquina, en busca de las pelotas imposibles que el público –y muchas veces el rival– ya da por ganadoras. Él las devuelve, una y otra vez, hasta que la víctima que tiene en frente acaba fallando, desesperado, y perdiendo un punto que se hubiera llevado ante cualquier otro ser humano.

Djokovic es quizás el mejor jugador defensivo de la historia, entre otras virtudes. Y en este US Open, en el que tiene más presión por ganar que nunca, está recurriendo a esa arma aún más.

“Djokovic primero te arrebata las piernas y después el alma”, dijo hace un par de día Andy Roddick. El serbio le contestó que sí quería terminar con las piernas del rival, pero no con su alma. “Todos somos almas preciosas”, dijo Djokovic aún sobre la pista en su partido frente al estadounidense Jenson Brooksby.

Pero lo cierto es que al número 1 del mundo se le han rendido este año 26 almas en 26 partidos de Grand Slam que lleva ganados seguidos. La última, esta noche en el estadio Arthur Ashe, la de Matteo Berrettini, número 8 del mundo al que ya Djokovic ya había superado hace dos meses en la final del Wimbledon. Los parciales fueron 5-7, 6-2, 6-2, 6-3.

El viernes la víctima número 27 será Alexander Zverev, el número 4 del mundo, en la semifinal del US Open, penúltimo escollo antes del ansiado cuarto grande del año, algo que ningún hombre ha logrado desde Rod Laver en 1969. Djokovic incluso pudo haber aspirado al “Golden Slam”, pero Zverev lo venció en las semiifinales de Tokio 2020.

“[Zverev] está en gran forma, desde Tokyo y Cincinnati y llegando aquí a semifinales. Será un partido muy complicado”, dijo Djokovic sobre su próximo rival nada más terminar el partido de esta noche.

El maldito primer set de Djokovic

Djokovic, como en otros ocho partidos de Grand Slam este 2021, cedió el primer set ante Berrettini. El serbio arrancó dubitativo con su saque, que mantuvo con problemas en el primer juego del partido pese a cometer dos dobles faltas y tener que salvar un punto de break.

En un disputado sexto juego Djokovic tuvo su oportunidad, pero Berrettini defendió dos bolas de break para mantener la igualdad en el marcador.

Inmediatamente después fue el serbio quien pasó apuros pero superó dos bolas de break en contra con un increíble juego defensivo, alcanzando de esquina a esquina los pelotazos de Berrettini.

Con 5-5, Berrettini logró la primera rotura del partido en su cuarta bola de break con una buena defensa culminada con un passing cruzado. En el siguiente juego, tras cuatro bolas de set, el italiano se llevó el set 7-5.

Otro partido desde el segundo set

Al inicio del segundo set pareció empezar otro partido, como si Djokovic se hubiera dedicado hasta entonces a estudiar al rival, esperando su momento. En cuanto el italiano bajó la intensidad un grado, apareció la enorme diferencia que hay hoy en día entre ambos tenistas. Si bien es el número 8 del mundo y ha jugado final y semifinales de Grand Slam, Berrettini nunca ha ganado a un Top 10 en un “grande”.

Djokovic abrió el set manteniendo su servicio con juego en blanco. Y en el cuarto juego, restando de forma inverosímil los cañonazos de Berrettini, logró el break que le hizo dominar el set.

El italiano pegó un bajón tras la rotura y perdió los tres primeros puntos de su siguiente juego al servicio lanzando tres bolas cómodas a la red. Berrettini se hacía pequeño sobre la pista del Arthur Ashe al mismo tiempo que Djokovic crecía y se llevaba un set en el que sólo cometió tres errores no forzados.

El tercer parcial arrancó como terminó el segundo: con el italiano dubitativo y sin armas para hacer daño a Djokovic, que devolvía tanto los intercambios desde el fondo de la pista como los intentos de dejada. El serbio era una pared que se había vuelto impenetrable y logró el break a las primeras de cambio para encaminar un set que terminaría como el anterior: con un contundente 6-2.

Terminado el tercer set, la mitad de los espectadores del estadio de tenis más grande del mundo comenzaron a desfilar hacia la línea 7 del metro de Nueva York. Se quedaron los más fanáticos de Djokovic, que en el cuarto set animaron aún más con gritos de “¡Nole, Nole!” mientras sobre la pista se desarrollaba un trámite que los dos deportistas sabían cómo iba a terminar.

Con ésta, Djokovic alcanza su victoria 80 en el US Open, una más que Andre Agassi, sólo por detrás de Jimmy Connors (98) y Roger Federer (89).

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