La delincuencia no se detuvo ni la noche de 9/11: asesinato de un inmigrante lleva 20 años sin resolverse en Nueva York; ofrecen $12,000 de recompensa

Iba de un trabajo a otro y no hablaba bien inglés; aparentemente se equivocó al tomar el Metro y terminó en una zona peligrosa de Brooklyn esa noche, donde fue baleado en misteriosas circunstancias

Parque infantil en Bedford-Stuyvesant, donde fue fatalmente baleado el bebé de 1 año Davell Gardner Jr.

Parque infantil en Bedford-Stuyvesant, donde fue fatalmente baleado el bebé de 1 año Davell Gardner Jr. Crédito: AFP / Getty Images

Ni siquiera el día más tenebroso en la historia de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, la  violencia armada se detuvo.

Con la ciudad colapsada por los ataques terroristas que habían dejado miles de víctimas, esa noche los detectives de la Comisaría NYPD 79 en Brooklyn recibieron un informe sobre un asesinato en la esquina de Albany Avenue y Decatur Street, en en el vecindario Bedford-Stuyvesant. Veinte años después, el crimen sigue sin ser resuelto.

Cuando llegaron a la escena los oficiales disponibles, las circunstancias se volvieron aún más extrañas. La víctima era Henryk Siwiak, un inmigrante polaco de 46 años que se suponía que nunca debería haber estado en ese barrio.

La Unidad de Escena del Crimen, que normalmente respondería a delitos mayores como un homicidio, no estaba disponible. Todos estaban trabajando en la Zona Cero. Por ello sólo se envió un equipo de recopilación de pruebas a la escena donde Siwiak había sido asesinado.

Dadas las circunstancias, fue lo mejor que pudo hacer el departamento esa noche. El detective “Tenía una cámara Polaroid, era justo en el momento en que estábamos haciendo la transición de Polaroid a fotografías digitales”, recuerda Tom Joyce, un teniente retirado que entonces trabajaba en la Comisaría 79.

“Hicieron un trabajo fenomenal, realmente dieron un paso al frente y manejaron la escena del homicidio, lo que probablemente nunca antes habían hecho”, comenta hoy Joyce a Fox News. “Desafortunadamente para el señor Siwiak, obtuvo la mejor respuesta de la que fuimos capaces el 11 de septiembre de 2001, pero ciertamente no al nivel que el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York jamás consideraría aceptable en cualquier otra circunstancia”.

Siwiak se había mudado a EE.UU. apenas once meses antes. Vivía cerca de su hermana en Rockaways (Queens) y tomaba trabajos ocasionales para enviar dinero a casa para mantener a su esposa y sus dos hijos pequeños en Polonia.

El 11 de septiembre de 2001, Siwiak vio caer las Torres Gemelas mientras laboraba en un sitio de construcción en el Bajo Manhattan. Luego, varias horas después, tomó el Metro a otro trabajo: un turno nocturno encerando pisos en una tienda de comestibles en Brooklyn.

Pero terminó a casi cuatro millas de donde estaba tratando de ir. “Lo que terminó haciendo fue tomar un tren y bajarse en la parada equivocada”, dijo Mike Prate, un detective retirado que luego asumió la pesquisa. “Y eso lo llevó por el camino hasta donde terminó”.

En ese tiempo la zona cerca de Decatur y Albany era una de las más peligrosas de la ciudad. “La cuadra de Albany Avenue estaba llena de pandillas pesadas, narcóticos, violencia intensa”, recordó Prate.  “Exactamente lo que sucedió después sigue siendo un misterio, pero un grupo del vecindario se acercó a Siwiak… Hubo algún tipo de lucha y luego disparos. Lo balearon varias veces”.

Siwiak no murió de inmediato. Pudo cruzar la avenida Decatur, subir corriendo unas escaleras y tocar el timbre de una puerta para pedir ayuda. Pero nadie abrió. Bajó y se derrumbó en la acera, donde murió, dijo el detective George Harvey, quien era una oficial y ahora es el detective principal del caso.

El inmigrante no fue robado. “No merecía conseguir lo que consiguió”, afirmó Harvey. Su familia ha especulado que pudo haber sido un objetivo después de los ataques terroristas debido a que no hablaba bien inglés y portaba una chaqueta de tela militar rota esa noche.

Los residentes en el área no cooperaron, no hubo cámaras de vigilancia ni un motivo claro del crimen. El caso se enfrió. Harvey afirmó que aún están investigando todos los ángulos y espera que alguien que sepa algo pueda decidirse a hablar.

Se ofrece una recompensa de $12,000 dólares por información que conduzca a un arresto en este caso. Quien sepa algo debe llamar a 1-800-577-TIPS (8477) y en español 1-888-57-PISTA (74782). También a través de la página crimestoppers.nypdonline.org o por mensaje de texto a 274637 (CRIMES), seguido por TIP577. Todas las comunicaciones son estrictamente confidenciales.

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