Editorial: Qué pasa con los demócratas

“No soy miembro de ningún partido organizado. Soy Demócrata”, dijo hace tiempo el fallecido comediante Will Rogers en referencia a la incapacidad partidaria de lograr sus propósitos sin socavar esos esfuerzos sin divisiones. Décadas más tarde la historia sigue igual.

Los demócratas tienen en sus manos la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado. Es cierto que si el margen de maniobra de la Cámara Baja es reducido por el pequeño margen de ventaja sobre la bancada republicana, en la Cámara Alta la diferencia es prácticamente nula. La vicepresidenta Kamala Harris es la que allí tiene el voto determinante si hay consenso demócrata, lo que no es fácil.

El presidente Joe Biden tiene ante el Congreso la ambiciosa propuesta de “Build Back Better” que dedica 3. 5 billones de dólares para infraestructura humana.  Es un paquete de leyes en donde hay desde aumento de impuestos para los ingresos mayores de 400,000 dólares, a reforzar programas como la educación preescolar universal, créditos impositivos para el cuidado de los niños y la atención a las personas mayores. Allí hay hasta una reforma de inmigración.

Este paquete de leyes es uno de los más importantes de los últimos años porque comienza a revertir la tendencia conservadora que desde la década de los ochentas privilegió a los más adinerados. El resultado es la brecha récord de riquezas e ingresos que hoy existe. 

La mayor dificultad para aprobar esta medida no es la anticipada resistencia Republicana, sino la desunión Demócratas. Los senadores centristas Joe Manchin de West Virginia y Kirtsen Sinema son los principales críticos del proyecto por considerarlo muy costoso. De ellos depende que el proyecto de ley cumpla con su ambiciosa misión. 

Lo peor que podría ocurrir es desperdiciar esta oportunidad aguando el proyecto, haciéndolo inconsecuente. Una medida más que no crea los cambios necesarios para hacer más competitiva la economía a través de la inversión humana.

Hay quienes se oponen alegando que semejante inversión sería inflacionaria. Sin embargo, 15 premios Nobel de Economía aseguran en una carta abierta que la inversión mejorará la capacidad y “aliviará las presiones inflacionistas a largo plazo.“

La desunidad Demócrata también se manifiesta en la Cámara Baja con la medida para abaratar el costo de los medicamentos. Estas diferencias que se manifiestan en distintos proyectos de ley contrastan con la unidad Republicana detrás del controversial liderazgo de Donald Trump.

Este es el momento de actuar para los Demócratas. La diversidad, también de ideas es una característica partidaria, pero no se pueden perder oportunidades por la inflexibilidad y la falta de pragmatismo de unos pocos.

 No se le puede echar la culpa a los republicanos cuando los demócratas son incapaces de hacer un frente común para construir un país mejor.