Nuestra comunidad y el tabaco

La falsa seguridad del vapeo y el narguile

Concejal Ydanis Rodriguez anuncian la legislacion que evitaria que los menores de edad tengan acceso a las llamadas Hooka y tabaco.

El humo de hookah también contiene nicotina. /Archivo Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Aunque los cigarrillos son la forma más popular de consumo del tabaco, la creciente conciencia sobre su peligro ha llevado a muchos latinos y latinas a dejar de fumarlos. Pero un número creciente de personas, especialmente jóvenes, han adoptado otras formas de consumo de tabaco, como el narguile (pipa de agua o hookah, y el vapeo. Creen que no causan daño, y están equivocados.

Ándria Reyes, Educadora de Salud del Centro Médico de la Universidad de Columbia, explica que “lo que tienen en común todos los métodos de consumo de tabaco es la nicotina, que causa gran adicción”.

Andria Reyes es especialista en reducción del riesgo de cáncer y ha participado en varias charlas en línea organizadas por nuestra Hispanic Federation para informar sobre el tema y ayudar a sus usuarios a abandonar esa práctica.

 Es fácil entender por qué mucha gente cree que el vapeo, cuyo nombre se debe a que se inhala vapor, no es peligroso. Es que no huele a quemado, y puede tener diversos aromas, generalmente de frutas.

 “Lo que la mayoría no sabe”, detalla Andria Reyes, “es que las partículas en ese vapor son más pequeñas que las del humo de cigarrillo, y llegan a capas más profundas de los pulmones. Ese vapor, que contiene nicotina, puede causar un aumento de la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca, malestar estomacal,  irritación de la boca, la garganta, y el pecho. Y eso, a su vez, puede ser causa de tos y sibilancia asmática”.

 Según estudios recientes, uno de los mayores peligros del vapeo –una práctica relativamente nueva que gana popularidad entre nuestros adolescentes y jóvenes– es que puede afectar las regiones del cerebro que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de los impulsos.

 Con respecto al uso del narguile o hookah, Andria Reyes afirma categóricamente que no es menos perjudicial que los cigarrillos.

 “Una sesión de hookah o pipa de agua”, explica, “dura entre 45 minutos y una hora, mientras que un cigarrillo dura sólo unos minutos. Durante ese tiempo, los que fuman hookah pueden inhalar tanto humo como alguien que fuma cien cigarrillos, quizá más. El humo de hookah también contiene nicotina, pero las personas creen que porque no huele a cigarrillo ni a quemado es más seguro. Pero no lo es”.

 Andria Reyes forma parte de un programa de cesación del consumo del tabaco del Centro Medico de la Universidad de Columbia sobre el que les seguiré informando en columnas futuras. El programa es bilingüe y gratuito y las sesiones no son presenciales. Las personas interesadas en abandonar el tabaco pueden dar el primer paso llamando  al (917) 652-6759.

 Quienes opten por dejar de fumar por su cuenta pueden obtener muchos recursos muy útiles en el sitio Web www.smokefree.gov.

 Y para recibir más información sobre la Hispanic Federation, consulten www.hispanicfederation.org

¡Celebremos juntos el 31er aniversario de nuestra organización, y hasta la columna próxima! ¡Cuídense y cuiden a los demás!

Frankie Miranda es el presidente de la Hispanic Federation

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