Pareja sentenciada en ausencia en California por fraude de $20 millones en fondos por COVID-19 le dejó carta a sus hijos antes de huir del hogar
Richard Ayvazyan (43 años) y Marietta Terabelian (37 años) llevan unos tres meses prófugos de las autoridades luego de que se quitaran sus brazaletes electrónicos en agosto, cuando aún no habían sido sentenciados; el FBI ofrece $20,000 dólares por información que lleve a su captura
La pareja de esposos sentenciados en ausencia en California por robar unos $20 millones de dólares en fondos que se supone fueran dirigidos a negocios afectados por la pandemia de la COVID-19 dejaron una carta a sus hijos antes de huir del hogar para evitar ser encarcelados.
Richard Ayvazyan (43 años) y Marietta Terabelian (37 años), deben cumplir una sentencia de cárcel de 17 años y 6 años, respectivamente, por su rol en el esquema de fraude.
Sin embargo, a finales de agosto, cuando aún no habían sido sentenciados, se removieron sus brazaletes electrónicos de vigilancia y escaparon de su hogar en California, dejando atrás a sus hijos de13, 15 y 16.
La pareja les dejó una carta escrita a mano con el siguiente mensaje: “Vamos a estar juntos de nuevo algún día“, indicó el abogado de Ayvazyan, Ashwin J. Ram. “Esto no es un adiós, sino una pequeña pausa de cada uno”, agregaron los padres.
Casi tres meses después y cinco de que resultaran convictos por los crímenes de conspiración para cometer fraude bancario, fraude electrónico y lavado de dinero, las autoridades no han logrado detener a la pareja.
Ayvazyan y su hermano Artur, de 41, además resultaron culpables de robo de identidad agravado.
“Los acusados usaron la crisis por la COVID-19 para robar millones de dólares en ayuda gubernamental muy necesaria y que iba dirigido a personas y negocios que han sufrido los efectos económicos de la peor pandemia en un siglo”, indico la fiscal Tracy L. Wilkison.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ofrece una recompensa de $20,000 por pistas que ayuden a detener a los criminales.
La prueba que desfiló en Corte confirmó que los delincuentes utilizaron identidades robadas, que incluyeron nombres de personas muertas y de estudiantes de intercambio en Estados Unidos, para someter aplicaciones a los préstamos federales que libera la Small Business Administration (SBA) para falsos negocios en San Fernando Valley.
El grupo de timadores, siete en total, presentó aplicaciones fraudulentas para aproximadamente 150 préstamos.
La pareja y los cinco co-conspiradores utilizaron el dinero para comprar mansiones en tres ciudades del Sur de California (Tarzana, Glendale y Palm Desert), así como monedas de oro, diamantes, relojes exclusivos, entre otros lujos.