Que la gente coma fruta: una medida crucial de salud pública, según estudio

Un novedoso estudio encabezado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y la Facultad de Salud Pública, analizó los efectos potenciales de un alto consumo de aguacates en familias ¿Los resultados? Se reportó un menor consumo calórico, y el consumo de nutrientes negativos como alimentos ricos en grasas saturadas provenientes de proteínas animales y sodio

aguacate cabello

De acuerdo con el estudio las familias que consumían 14 aguacates por semana (consumo alto), aumentaron sus niveles de saciedad y disminuyeron el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad. Crédito: Shutterstock

A estas alturas todos sabemos los beneficios de seguir una dieta en plantas, inspirada en un abundante consumo de frutas y verduras. Las frutas son uno de los mejores aliados de la salud, juega un papel clave en la prevención de enfermedades crónicas, fortalecen al sistema inmune y promueven la longevidad. De tal modo que no es ninguna sorpresa hablar sobre los múltiples estudios que demuestran los beneficios terapéuticos de comer más fruta. Recientemente, un novedoso estudio encabezado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y la Facultad de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana Herbert Wertheim. Comparó los efectos potenciales sobre la salud entre familias que consumían una cantidad baja de aguacates: tres por semana y las familias que consumieron una asignación alta de 14 piezas por semana, durante seis meses. Todas las familias eran de ascendencia mexicana. Los resultados fueron contundentes y comprobaron notorios beneficios medicinales, en las familias con un alto consumo.

¿Qué reveló el estudio?

Existen muchos aspectos positivos sobre el consumo de aguacates en la dieta diaria, que se relacionan en principio con su poderoso valor nutricional que potencia la salud. Se sabe que aportan grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes, que disminuyen el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad y más. Los investigadores, descubrieron que las familias que tuvieron altas asignaciones de aguacate reportaron un menor consumo calórico y con base en ello redujeron considerablemente su ingesta en otros alimentos incluidos lácteos, carnes, granos refinados y sus nutrientes negativos asociados: grasas saturadas y sodio.

Los hallazgos de este relevante estudio fueron publicados en la edición online de Nutrients, a mediados de noviembre del año en curso. De acuerdo con los autores, este estudio ofrece información sobre cómo abordar mejor los problemas de salud pública que surgen con preocupante incremento, como es el caso de la obesidad y las enfermedades relacionadas. Además, se presentan de manera particular en comunidades de alto riesgo.

Aunque el estudio fue financiado en parte por la Junta de Aguacate Hass, vale la pena mencionar no tuvo ningún papel en el diseño del estudio, la recopilación, el análisis y la interpretación de datos, la redacción de los hallazgos o la publicación. La junta proporcionó los aguacates utilizados en la prueba sin costo alguno.

Entre los aspectos más relevantes del estudio, de acuerdo con el autor principal, Matthew Allison, profesor y jefe de la División de Medicina Preventiva en el Departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de UC San Diego. “Los datos sobre los efectos de la ingesta de aguacate en el estado nutricional familiar han sido inexistentes.” De acuerdo con los expertos, los ensayos recientes se han centrado en individuos, principalmente adultos, y se han limitado a cambios en los marcadores sanguíneos de enfermedades cardiometabólicas. Mientras que los resultados de este estudio proporcionan evidencia de que una educación nutricional y una asignación alta de aguacate reduce la energía calórica total en las familias de herencia mexicana.

También es importante hablar sobre los beneficios nutricionales de loas aguacates, son un tesoro que no puede faltar en la dieta diaria. Su interior suave y mantecoso es rico en vitaminas C, E, K y B6, además de riboflavina, niacina, ácido fólico, ácido pantoténico, magnesio, potasio, luteína, betacaroteno y ácidos grasos omega-3. Además, la mitad de un aguacate de tamaño mediano proporciona hasta el 20% de la fibra diaria recomendada, el 10% de potasio, el 5% de magnesio, el 15% de ácido fólico y 7,5 gramos de ácidos grasos monoinsaturados.

¿En qué consistió el estudio?

Para el estudio, los investigadores inscribieron a 72 familias (231 personas) que constan de al menos tres miembros cada uno mayor de 5 años, que residen en el mismo hogar. Los candidatos no padecían de ningún tipo de enfermedades crónicas graves, no seguían dietas específicas y se autoidentificaban como de ascendencia mexicana. Las familias fueron distribuidas al azar en los dos grupos de asignación durante seis meses, tiempo durante el cual ambos grupos también recibieron sesiones de educación nutricional quincenales.

La razón fundamental para centrarse en las familias de ascendencia mexicana era doble: en primer lugar, las personas hispanas/latinas en los Estados Unidos tienen una prevalencia ajustada más alta de obesidad y una menor ingesta de nutrientes clave que otros grupos demográficos del país. En segundo lugar, para los inmigrantes hispanos/latinos, la calidad de la dieta empeora a medida que adoptan un patrón dietético occidental que es más alto en carbohidratos refinados y grasas de origen animal.

De tal modo que el principal objetivo de los investigadores, fue evaluar si un consumo mayor pero moderado de un solo alimento rico en nutrientes (como claramente lo es el aguacate), podría mejorar de manera apreciable la salud en general y disminuir las disparidades relacionadas con la dieta. También, vale la pena mencionar que se eligió el aguacate porque es un alimento vegetal de consumo tradicional que originalmente fue domesticado hace miles de años en México y partes de América Central y del Sur.

Aunque los investigadores no percibieron cambios en las mediciones del índice de masa corporal o la circunferencia de la cintura entre los dos grupos durante la prueba, sí notaron que consumir más aguacates pareció acelerar la la sensación de saciedad después de comer. Las grasas y algunas fibras dietéticas, como las que se encuentran en los aguacates, pueden influir en la ingesta total de energía (la cantidad de alimentos consumidos) al afectar las funciones gastrointestinales. Como es el caso particular de la introducción de masa que ralentiza el vaciado gástrico, regulando las reacciones de glucosa e insulina, prolongando la absorción de nutrientes y modificando hormonas peptídicas clave que señalan la plenitud.

Curiosamente, el estudio encontró que las familias que consumían más aguacates reducían en consecuencia su consumo de proteína animal, específicamente pollo, huevos y carnes procesadas, las últimas de las cuales son típicamente más altas en grasas y sodio. Las pautas nutricionales actuales recomiendan reducir el consumo de grasas y sodio. Pero sorprendentemente, los consumidores de aguacate también registraron una disminución en la ingesta de calcio, hierro, sodio, vitamina D, potasio y magnesio, lo que los investigadores dijeron que podría estar asociado con comer menos.

A las declaraciones sobre los resultados del estudio, se sumó la primera autora Lorena Pacheco, investigadora postdoctoral en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y co-investigadora de la Escuela de Salud Pública Herbert Wertheim en UC San Diego. “Nuestros resultados muestran que el grupo de intervención de educación nutricional y alta ingesta de aguacate redujo significativamente la ingesta total de energía de la familia, así como carbohidratos, proteínas, grasas (incluidas las saturadas), calcio, magnesio, sodio, hierro, potasio y vitamina D.” También, en análisis secundarios ajustados por energía, el grupo de educación nutricional y alta asignación de aguacate aumentó significativamente su ingesta de fibra dietética, ácidos grasos monoinsaturados, potasio, vitamina E y ácido fólico”.

A pesar de los hallazgos mixtos y las limitaciones del estudio, los investigadores dijeron que el ensayo puede proporcionar una estrategia para apoyar los esfuerzos de salud pública existentes para reducir las grasas saturadas y el sodio, ambos consumidos a nivel nacional por encima de las pautas nutricionales. Además, hubo una alta adherencia a los protocolos del estudio por parte de los participantes, lo cual solo demuestra el valor que aporta el aguacate en la dieta. Al ser un alimento vegetal único rico en nutrientes esenciales y que también se encuentra entre los preferidos de los participantes.

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