Confirman cinco casos “leves” de variante ómicron en Nueva York; según gobernadora “no hay motivo de alarma” e insiste en reforzar vacunas
Cinco casos de ómicron conocidos en el estado al momento incluyen uno en Brooklyn, dos en Queens y otro en Long Island. Sobre el quinto no se precisó la ubicación. Todos son de síntomas leves, pero esperan más contagios
Ya se han detectado cinco casos de la variante ómicron COVID-19 en el área de la ciudad de Nueva York, todos con síntomas leves, anunciaron anoche juntos el alcalde Bill de Blasio y la gobernadora Kathy Hochul.
Los cinco casos conocidos en el estado hasta el momento incluyen uno en Brooklyn, dos en Queens y otro en el cercano condado Suffolk en Long Island. Un quinto fue vinculado a la “ciudad de Nueva York” por los funcionarios, pero sin una ubicación más precisa.
La paciente de Long Island es una mujer de 67 años que había regresado recientemente de Sudáfrica, dijo Hochul. Dio positivo el 30 de noviembre, a pesar de haber sido al menos parcialmente vacunada, según la gobernadora.
Los funcionarios federales restringieron los viajes a EE.UU. desde ocho países del sur de África después de que se informaron casos de la variante en Sudáfrica y Botswana.
“No es motivo de alarma, sólo queremos asegurarnos de que el público esté al tanto de la información cuando la recibamos”, dijo Hochul. “Lo mejor que cualquiera puede hacer es darse cuenta de que no estamos indefensos contra esta variante en absoluto”, agregó mientras instaba a los neoyorquinos a vacunarse y recibir dosis de refuerzo anti coronavirus.
Los funcionarios ahora se estaban preparando para que posiblemente aumenten los casos de ómicron. “Tenemos que asumir que hay propagación en la comunidad”, dijo el alcalde De Blasio, citó New York Post.
La noticia se produjo horas después de que un hombre de Minnesota que visitó una convención en el Javits Center de Manhattan el mes pasado dio positivo por la mutación. Hochul dijo que también los síntomas de ese hombre parecían ser leves.
El lunes, el alcalde instó a todos los neoyorquinos a volver a usar máscaras en todos los lugares públicos cerrados mientras los funcionarios de salud de la ciudad se preparaban para la inminente llegada de ómicron.