Reportan crisis de falta de personal para cuidado domiciliario de enfermos y ancianos en Nueva York

Informes y testimonios de compañías y trabajadores de la industria de cuidado, comocidos como "home attendants", revelan que la falta de mejoras laborales y salariales para atraer a más trabajadores en la pandemia han ocasionado fuga de cuidadores

Los ancianos necesitan un cuidado especial, sobre todo cuando salen de los asilos como de sus hogares.

Los ancianos necesitan un cuidado especial, sobre todo cuando salen de los asilos como de sus hogares.  Crédito: Impremedia

La pandemia del COVID-19 todavía no parece querer cruzar la esquina, y tras más de 20 meses de haberse declarado la emergencia en Nueva York, los coletazos que ha dejado el coronavirus siguen haciéndose más evidentes en distintas áreas, y una de ellas ha sido la industria del cuidado de ancianos y enfermos en casas.

Y es que según pacientes que requieren cuidado especial en sus hogares, debido a su edad y sus condiciones médicas, como Raquel Rodríguez, de 70 años, la falta de personal ha hecho que las horas de atención que solía recibir semanalmente, hayan sido reducidas de manera drástica. Por ende, la calidad del cuidad.

“A mi me habían autorizado 35 horas de cuidado y desde que empezó la pandemia han pasado días en que no recibo a nadie que me ayude y me cuide, porque dicen que no hay gente que venga y que hable español”, comentó la abuela latina, quien padece diabetes, y además no puede agacharse ni caminar sola. “Yo sé que el COVID nos dio duro a todos, pero debería haber un plan para que los home attendants quieran venir a trabajar, porque las últimas dos muchachas que me cuidaban me dijeron que se fueron, porque les pagaban solo a $15 la hora y les salía mejor irse a un restaurante a ganar propina. Y tienen toda la razón”.

Virginia Burgos, quien trabaja buscando cuidadores de hogares en la compañía de servicios de cuidado Pella Care, de Brooklyn para atender a clientes que los necesitan, asegura que actualmente la reducción en la fuerza laboral de esa industria ha sido de casi el 50%, por lo que a esas empresas les cuesta más trabajo encontrar personal.

“Nosotros tenemos a los seniors (adultos mayores) que son las personas más vulnerables con toda esta pandemia, y se nos ha vuelto todo un reto encontrar cuidadores. Casi que nos toca sacarlos debajo de las piedras ante tantos casos y necesidades que hay en la ciudad”, aseguró la ecuatoriana, advirtiendo que la crisis ya había comenzado antes de la pandemia del COVID.

“Hace unos años teníamos problemas de escasez de personal en un 20 y 30 por ciento y ahora se ha duplicado el problema, pues hay situaciones en las que consigo un caso, se lo paso a la agencia y no tengo home attendants que hagan el trabajo. Por eso las autoridades tienen que actuar y hacer cambios inmediatos dando mejores condiciones y subiendo los sueldos”, agregó la encargada de lidiar entre clientes y cuidadores. “Las compañías tampoco están haciendo mucho por atraer más personal, e incluso aquellas que ofrecen pagar $20 la hora y hasta pagar los costos del curso de entrenamiento a nuevos cuidadores, que puede valer entre $600 y $1,000, también están enfrentando dificultades”.

Burgos insistió en que la crisis de la industria de cuidadores debe ponerse al centro de las conversaciones en Albany y el gobierno federal para poner freno a la disminución en la calidad del servicio y poder asignar a cada paciente el cuidado que se merece, pues destaca que hay ancianos que solicitan el programa y reciben apenas 9 horas semanales de atención: es decir 3 días a la semana, solo 3 horas, lo que califica como inaceptable.

“Es un tema de las leyes, las autoridades de salud y las compañías. Tenemos un sistema donde nadie está controlando lo que está pasando hasta el punto que por ejemplo, tengo el caso de una paciente mayor, con esclerosis múltiple, que es de alto riesgo y después de calificar, le mandaron una cuidadora que no estaba vacunada”, agregó la experta. “Tanto Medicaid como el Departamento de Salud del Estado tienen que mirar bien lo que están haciendo. Necesitan sentarse a conversar con las autoridades, ser más exigentes con las agencias y conscientes, optimizar los recursos y motivar a los cuidadores y darles apoyo emocional también”.

Las quejas sobre los estragos que está sufriendo la industria, fueron recogidos también en un reporte de la organización “Consumer Directed Personal Assistance Association of New York State (CPAANYS), donde se reveló que una amplia parte de la población mayor de Nueva York está “viendo las verdes y las maduras” para conservar a sus cuidadores o encontrar nuevos.

El salario aparece como una de las principales razones de la estampida mientras que, según defensores de un mejor trato laboral a los “home attendants” no está siendo contemplado por Albany.

El reporte aseguró que la situación es tan crítica, que aproximadamente el 74 por ciento de las personas mayores y pacientes con discapacidades, no pueden conservar a sus cuidadores, con salarios escasos tan bajos como $12,50 la hora en el norte del Estado y $15 en la Ciudad de Nueva York.

“Me parece el colmo que a nosotros con una responsabilidad tan grande como la que tenemos cuando hacemos ese trabajo, que es la vida y el cuidado de alguien en nuestras manos, se nos pague lo mismo que un lavaplatos, sin querer demeritar esa labor”, aseguró Karen Blanco, quien trabajó como cuidadora por varios años y después de la pandemia optó por vivir del seguro de desempleo hasta septiembre pasado, y ahora es mesera en un restaurante.

“El Estado debe empezar inmediatamente subiendo los salarios de los cuidadores, pues si eso no ocurre, más personas se van a ir de esos puestos y los pacientes van a ver consecuencias nefastas en su salud y su cuidado. Porque un home attendant muchas veces es el que cuida, barre, mapea, cocina, lava y además hasta de psicólogo hay que hacerla”, agregó la dominicana, quien asegura no querer regresar a su antiguo trabajo si no hay cambios radicales.

Jessica Huamán, quien trabajó por más de cinco años como cuidadora de ancianos, y quien se retiró hace tres meses para laborar en servicios clínicos, manifestó que dejó la industria de “home attendants’ porque los beneficios salariales y laborales que le ofrecieron en su nuevo empleo fueron mucho mejor. La antigua cuidadora agregó que además de los salarios bajos, otro componente que hace que muchos trabajadores dejen ese negocio es el trato que reciben y la falta de protecciones básicas como un seguro médico.

“Debería haber mejores sueldos, obviamente, pues la responsabilidad de nuestra labor es grande, pero además siempre estamos expuestas a humillaciones y ofensas de algunos pacientes que literalmente creen que somos sus criadas. Hay mucha explotación y tampoco importa si nos enfermamos o no, y no recibimos protecciones si debemos permanecer en casa por sentirnos mal, por lo que debería haber una reforma que incluya mejores salarios, seguro médico y especificación de labores”, dijo la inmigrante, quien en 2020 se enfermó de COVID y sufrió una parálisis facial, sin nunguna ayuda para sus tratamientos.

El reporte de Consumer Directed Personal Assistance Association of New York State señaló además que ante la falta de personal, muchos pacientes han tenido que meterse la mano al bolsillo y pagar costos extra para retener a sus cuidadores, pues los fondos dados por Medicaid, que paga mayormente el programa de cuidado, no permiten salarios decentes. Se estima, de acuerdo al informe, que los clientes deben reunir entre $200 y $500 por semana para complementar un mejor pago a quienes todavía están ejerciendo labores de cuidadores, quienes en más del 40 por ciento viven en niveles de pobreza o cercanos a la pobreza por los bajos sueldos.

Legisladores de Albany como la senadora estatal Rachel May y el asambleísta Richard Gottfried, están tratando de ponerle cause al problema, con una iniciativa que pretende aumentar los salarios de los cuidadores a un mínimo de $20.50 la hora o que su suelo dea 150 por ciento del salario mínimo.

Pese al descontento manifestado y la dificultad de adultos mayores para retener a sus cuidadores, la Ciudad de Nueva York asegura que los ancianos que reciben servicios de cuidado con sus programas no s ehan visto afectados con interrupciones, debido a la pandemia.

“A pesar de los muchos desafíos, los servicios de atención domiciliaria del Departamento para las Personas Mayores de la Ciudad no se han interrumpido durante la pandemia”, aseguró Dina Montes, vocera del Departamento Para Personas Mayores de Nueva York. “Nuestra red de proveedores y los asistentes de atención domiciliaria de la red, que han sido los héroes anónimos de la pandemia, han continuado sirviendo a los clientes adultos mayores del Departamento durante la crisis de COVID-19”.

Las autoridades estatales parecen tener una postura similar, y sin dar crédito a la crisis que otras voces denuncian, aseguran que hay un compromiso en asegurar que todos aquellos adultos mayores y personas que necesiten los servicios de cuidado en el hogar los tengan.

“El Departamento de Salud del Estado de Nueva York se compromete a garantizar que los neoyorquinos tengan acceso a servicios de atención domiciliaria de calidad”, aseguró Jeffrey Hammond, vocero del Departamento de Salud del Estado, que maneja estos programas. “La atención domiciliaria es un servicio de salud que se brinda en el hogar del paciente para promover, mantener o restaurar la salud o disminuir los efectos de la enfermedad y la discapacidad”.

Esa agencia estatal agregó que las agencias de servicios de atención domiciliaria autorizadas (LHCSA emplean a muchos de los asistentes de atención domiciliaria, y que el sondeo HERDS, de LHCSA que realizan cada semana, reveló que para el pasado 30 de noviembre de 2021, actualmente hay 269,700 empleados en total en esa industria, de los cuales 251,785 son personal de atención directa, que incluye personal registradas y con licencia.

El Departamento de Salud agregó que según la encuesta, hay una tasa de respuesta del 76%, sin embargo, admitieron que los números no reflejan la totalidad de la asistencia de cuidadores, ya que hay asistentes personales que brindan atención en el Programa de asistencia personal dirigida por el consumidor, así como asistencia que brinda atención a los residentes en Programas de vida asistida (ALP) y una pequeña cantidad de asistentes de hospicios, empleados por esas instituciones.

La industria de los cuidadores en NY en cifras

  • 20 meses de pandemia
  • 50% en reducción de cuidadores denuncian compañías
  • 74% de los pacientes está batallando con retener a sus cuidadores, según reporte
  • $600 y $1,000 vale el entrenamiento como cuidador
  • $12,50 por hora ganan los cuidadores en el norte del Estado
  • $15-$20 por hora ganan los cuidadores en la Ciudad de Nueva York
  • $200 y $500 por semana deben gastar de su bolsillo algunos pacientes para retener a sus cuidadores
  • 40% de los cuidadores viven en niveles de pobreza o cercanos a la pobreza
  • $20.50 como mínimo por hora por ley, pide una propuesta en Albany
  • 269,700 empleados de cuidado domiciliario hay en las agencias de servicios de atención domiciliaria autorizadas por el Estado actualmente
  • 251,785 son personal de atención directa
  • 76% es la tasa de respuesta según el sondeo

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