Un vendedor llamado Joe Biden

El problema es que en cada encuesta baja su aprobación

El presidente Biden hizo un balance de su gestión.

El presidente Biden hizo un balance de su gestión. Crédito: EFE

Al presidente de los Estados Unidos le toca volverse vendedor de su imagen y de los resultados del gobierno para frenar la caída en picada en las encuestas de opinión.

El mismo Joe Biden reconoció el miércoles, en su rueda de prensa por el primer año en la Casa Blanca, que no comunica tanto como debería.

Hay que advertirle al señor Biden que la humildad y la política no bailan el mismo ritmo, y como presidente debía “vender” ante sus electores logros como el paquete de rescate por el Covid-19 de casi dos mil millones de dólares, entre otros.

Y aunque apenas algo más del 63% de los residentes está completamente inmunizado, su gobierno lanzó la campaña de las vacunas del coronavirus, incluso antes que aparecieran amenazas como las mutaciones Delta y Ómicron que aterran a los vacunados y a los que no se aplicaron la inyección.

Parte del problema de la evaluación de apenas del 40% en la imagen positiva de Biden es que para los votantes no son tan atractivos temas como la ley de infraestructura que ordena inversiones por más de mil 200 millones de dólares para mejorar los sistemas de transporte, los parques, túneles y puentes, las escuelas y el acceso a internet.

Biden también paga los líos por la retirada de las tropas de Afganistán, tras 20 años de los atentados del 11 de septiembre y por la estampida de inmigrantes en la frontera sur buscando quedarse en los Estados Unidos.

También, la lenta recuperación de la economía en medio de los problemas de la cadena de suministros que elevan la inflación cerca al 7%, cuando entramos al tercer año de la pandemia, dejan al “vendedor Biden” sin argumentos. 

El problema es que en cada encuesta baja su aprobación, en parte porque esperábamos que para este año ya hubiéramos dicho adiós al virus.

Lo grave es que en ese río revuelto entramos los inmigrantes, porque la baja calificación del gobierno amenaza con que este año electoral sea bastante malo para los demócratas.

Si Biden no se vende bien, el partido perdería escaños en las elecciones de noviembre, y los inmigrantes perderíamos al reducirse los votos para una posible reforma migratoria integral en el capitolio de la nación. Entonces, si los demócratas quieren sobrevivir en noviembre, es mejor que se apuren y saquen su maquinaria para aprobar ya la reforma. Así los hispanos que ya son ciudadanos podrían darles su voto para al menos mantener las curules o incluso ganar poder para apoyar las iniciativas del gobierno. Pues si sube la calificación del presidente Biden, es porque al país le va mejor y a todos nosotros.

Sofía Villa prepara esta columna a título personal. Trabaja como Producer Writer en Univision NY y sus opiniones no representan a Univision Communications Inc.

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