Gobernadora y alcalde inauguraron fase final de Terminal B del aeropuerto LGA de Nueva York; Cuomo “celoso” asumió el crédito

Finalmente ayer se completó la renovación del Terminal B del aeropuerto LaGuardia (LGA) de Nueva York, a un costo de $4 mil millones de dólares. Sin estar presente en el acto, el polémico ex gobernador Cuomo no quiso quedarse atrás en los créditos

Renovaciones en LGA, incluyendo fuentes digitales.

Renovaciones en LGA, incluyendo fuentes digitales. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía

Finalmente se completó la renovación del Terminal B del aeropuerto LaGuardia (LGA) de Nueva York: ayer la gobernadora Kathy Hochul y el alcalde Eric Adams aparecieron jovialmente juntos en el corte de cinta, poniendo a un lado su creciente disputa sobre el impacto de las controvertidas reformas de fianza del estado en el crimen y la impunidad en NYC.

Secciones del nuevo espacio se habían abierto poco a poco en los últimos años. Con el puente peatonal que conecta la explanada occidental del terminal con su sede principal, el nuevo espacio ya está completamente abierto para funcionar, a un costo de $4 mil millones de dólares. “Esa fue la pieza final del rompecabezas que nos permite decir que hemos terminado”, dijo Hochul, citada por Daily News.

Luego de que Hochul y Adams intercambiaran elogios, el director ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey (PANYNJ), Rick Cotton, comentó al New York Post que era la primera vez que recordaba que un alcalde y un gobernador de Nueva York aparecieran juntos en un corte de cinta.

“No se pueden hacer grandes proyectos como éste sin el apoyo de altos funcionarios electos, tanto en términos de la ciudad, el estado y la comunidad”, dijo Cotton, en referencia tácita a las querellas entre los ahora ex gobernador y ex alcalde Andrew Cuomo y Bill de Blasio, aun siendo ambos demócratas.

Ayer Cuomo, quien renunció el año pasado cuando enfrentó múltiples acusaciones de acoso sexual, se atribuyó el mérito de la nueva inauguración en LGA y agradeció a sus allegados en un comunicado emitido poco después de que Hochul apareciera en el aeropuerto con el alcalde Adams, reportó New York Post.

“Felicitaciones al director ejecutivo de la Autoridad Portuaria, Rick Cotton, así como a los miembros de la junta de la Autoridad Portuaria y ex miembros de mi administración que trabajaron arduamente en este proyecto, incluidos Kelly Cummings, Melissa DeRosa, Beth Garvey y Robert Mujica”, comentó Cuomo. De los mencionados, Mujica, su director de presupuesto, quien continúa sirviendo con Hochul. DeRosa, en cambio, es considerada una de las más polémicas funcionarias del anterior gobierno regional.

La nueva sala de llegadas y salidas de la Terminal B comenzó a operar en junio de 2020 en medio de la pandemia, y las obras siguieron con excelentes críticas, hasta completarse más detalles en 2021. Incluso un experto comentó: “Es difícil creer que estés en LGA”.

Queda un problema para los viajeros: cómo llegar allí. Desde hace meses los funcionarios están revisando opciones para mejorar el tránsito al aeropuerto después de que en octubre la gobernadora Hochul rechazara un AirTrain a Queens a un costo de $2 mil millones de dólares, defendido por su deshonrado predecesor Cuomo, pero muy criticado por los vecinos.

En diciembre, el nuevo Terminal B del aeropuerto LGA ganó el premio de arquitectura “Prix Versailles” de la UNESCO/ONU 2021 a la mejor nueva instalación de transporte aéreo del mundo.

El otro gran terminal aéreo de NYC, el internacional JFK, “¡Será el mejor aeropuerto del mundo!”, anunció en diciembre la gobernadora Hochul, en referencia al Nuevo Terminal Uno que se construirá allí a un costo de $9.5 mil millones de dólares y que sería para 2026 el más grande de toda la costa este de EE.UU.

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