‘Un día sin inmigrantes’ en NY despertó una secuencia de acciones para exigir un camino a la ciudadanía a los indocumentados
Aunque la convocatoria digital a un paro no tuvo un impacto real en la Gran Manzana, sí 'encendió la mecha' de más movilizaciones
El llamado a un “Día sin Inmigrantes”, que propuso mostrar cómo se paralizarían casi todos los servicios básicos en las grandes ciudades del país, ante la ausencia de la mano de obra inmigrante, aunque en la práctica no tuvo mayor impacto en la Gran Manzana, sí fue una inspiración para que este lunes decenas de líderes comunitarios salieran a las calles para presionar la aprobación de una reforma migratoria, pero también cuatro leyes estatales, las cuales beneficiarían especialmente a los indocumentados.
En la ciudad de Nueva York, la convocatoria a paro de trabajadores inmigrantes, alentada por el tiktoker Carlos Eduardo Espina, no “durmió” ningún servicio, pero sí despertó una secuencia de acciones por parte de más de 60 organizaciones comunitarias y visibilizó en redes sociales cómo la reforma migratoria integral planteada por el Presidente Joe Biden se encuentra atascada en el Congreso.
Este lunes desde Times Square, coincidiendo además con el Día de San Valentín, centenares de líderes de organizaciones, obreros y jornaleros residentes de la Gran Manzana, se unieron a una acción nacional que desde las principales ciudades exigieron a la Casa Blanca y a la mayoría demócrata del Capitolio, tomar acciones claras ante la promesa de trazar un camino a la ciudadanía para más de 11 millones de indocumentados.
“Estamos diciendo con esta acción, desde la capital del mundo, que desde hoy no abandonaremos las calles hasta que los demócratas cumplan su promesa. ‘Un dia sin inmigrantes’ como llamado cumplió su objetivo. Y dejó claro, ante los medios que posiblemente ignoraban este tema, que la mayoría de los estadounidenses, interpretan como algo muy positivo para la economía, que millones de personas que están en la sombra puedan ser legalizados”, expresó Diana Moreno, directora ejecutiva de New Inmigrant Community Empowerment (NICE).
Moreno, quien lidera NICE, una organización con sede en Queens, que ofrece soporte a jornaleros y trabajadores, interpreta que millones de personas se sensibilizaron con una verdad: el “gran aporte” de las comunidades de inmigrantes al país.
“Obviamente no se paralizó ningún servicio hoy en Nueva York, pero con este movimiento nacional, estamos dejando claro una vez más, qué pasaría por ejemplo, si en esta ciudad, nuestros trabajadores se van a huelga: no habría transporte, la industria de la construcción se paralizaría. Y todos, absolutamente todos, los restaurantes cerrarían”, dijo Moreno.
NYC siguió su curso, pero…
En resumen: la industria de los restaurantes siguió su curso para atender a millones de comensales en el Día de San Valentín, no hubo ausentismo escolar y en general la maquinaria laboral que mueve los hilos de Nueva York continuó sin mayores novedades.
“Hoy es Día de San Valentín y para quienes trabajamos en la industria de los restaurantes es excelente en propinas. Ninguno de mis compañeros se animó a faltar. No podemos darnos ese lujo de pararnos. Pero nadie tiene dudas que si los inmigrantes nos encerramos, Nueva York no funciona”, opinó el cocinero mexicano Lorenzo Martínez.
Este trabajador de restaurantes tiene algunas “cuentas” claras.
“En el restaurante en donde trabajo en Manhattan, si nosotros los mexicanos faltamos, simplemente no puede abrir. No hay quien cocine, quien sirva, quien limpie. Eso lo tienen claro los dueños. Y lo vivieron en diciembre cuando nos enfermamos un grupo. Tuvieron que cerrar tres días, con miles de reservaciones pendientes”, relató.
Un paquete de 4 leyes
Pero mientras los balances reales de “Un día sin inmigrantes” no mostraron mayor peso, este lunes decenas de organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes en Nueva York, anunciaron lo que serán días de acción para presionar a la Asamblea Estatal y a la gobernadora Kathy Hochul por la aprobación de cuatro legislaciones clave que beneficiarían a la clase trabajadora del estado, especialmente a los indocumentados.
Más temprano en la plaza Union Square, en Manhattan, en horas de la mañana, centenares de trabajadores, portavoces de organizaciones y coaliciones, se reunieron para anunciar lo que será una secuencia de movilizaciones que pondrán esta semana sobre la mesa la necesidad de que los legisladores de Nueva York, ofrezcan alivios de emergencia y otros más permanentes a los denominados trabajadores esenciales.
“Estamos aquí no para suplicar ayuda, sino para tener acceso a protecciones que nos merecemos, porque nunca descansamos durante los días más duros de la pandemia. Somos importantes para la economía y eso está muy claro. Ahora, Nueva York nos tiene que escuchar”, dijo Angela Solís, portavoz de Make The Road NY (MTRNY) apenas una de las organizaciones que participan en esta “movida” por protecciones a los trabajadores esenciales.
Las cuatro peticiones principales de los activistas ya tienen forma de anteproyectos de ley en la legislatura estatal.
La primera propuesta busca crear la figura del seguro de desempleo para miles de trabajadores, ya clasificados como “esenciales”, pero no tienen papeles para optar a este tipo de ayuda federal.
También empujan la aprobación de $3 mil millones para una segunda ronda del Fondo de Trabajadores Excluidos en el presupuesto estatal, lo que permitiría que este plan sea más accesible para todos los trabajadores que sean elegibles, particularmente para aquellos que se quedaron rezagados de la primera ronda aprobada en 2021.
En tercer lugar, la modificación de la Ley de Salud Estatal para incluir un seguro de salud a todos los trabajadores que viven bajo el umbral de la pobreza, independientemente de su estatus migratorio.
Por último se presiona por la aprobación de una ley de vivienda denominada “Buena Causa”, que trata de evitar la catástrofe de que miles de inquilinos con meses de mora en el pago de renta, debido a los problemas financieros derivados por la pandemia, sean echados a la calle en los próximos meses.
!No nos persigan!
La aprobación de este paquete legislativo sería de gran alivio para trabajadores informales como la mexicana Teresa Guerrero, quien trabaja en las calles de la Gran Manzana desde 1991, cuando dejó atrás su natal Puebla, buscando una mejor vida.
“Nos parece justo que por lo menos no nos persigan, ni nos sigan multando. Solo estamos trabajando honestamente”, exigió la vendedora de ‘hot dogs’ de El Bronx, quien se sumó a la protesta con una pancarta que exigía la inmediata legalización de los indocumentados.
El malestar de Teresa se suma al de 20,000 vendedores ambulantes, quienes además en medio de esta cruzada, tienen como objetivo que se aprueben legislaciones que amplíen las licencias para operar legalmente como comerciantes informales.
Hay recursos
En su presentación del presupuesto el mes pasado, la gobernadora Kathy Hochul anunció un fondo de $2 mil millones para que la legislatura determine cómo se gasta.
En este momento las opiniones se encuentran divididas en Albany.
Algunos están a favor de reponer el programa de garantía de alquileres conocido como ERAP, mientras que otros proponen más dinero para el Fondo de Trabajadores Excluidos.
“Ya sea que se trate de ayuda para los pequeños propietarios y sus inquilinos en apuros, o para las industrias y los trabajadores más perjudicados, o para otros fines”, explicó la gobernadora Kathy Hochul.
Aunque para las organizaciones de defensa de los inmigrantes la inyección de recursos que incluyen la aprobación de las cuatro legislaciones son “vitales”, ya hay opiniones de peso en el seno de la legislatura estatal.
En este sentido, el senador que representa al Alto Manhattan, Robert Jackson aboga porque los fondos se dirijan a frenar el drama inminente de los desalojos.
“Ante la posibilidad de que alguien pierda su vivienda, las estructuras familiares tienden a desmoronarse. Queremos asegurarnos de que las personas se queden en sus apartamentos”, explicó a medios locales Jackson.
Otros creen que es momento de acelerar la segunda ronda del Fondo de Trabajadores Excluidos que incluye a trabajadores indocumentados y jornaleros, como es el caso de la asambleísta Karines Reyes.
“Tenemos una mayoría de nuestra delegación en la Asamblea que cree que debemos poner más dinero en el Fondo de Trabajadores Excluidos, pero, pero en términos generales, se deben buscar soluciones para establecer una red de seguridad permanente para aquellos que han sido excluidos”.
La ruta de las acciones esta semana:
- Martes 15 de febrero: Será dedicado a visibilizar a las trabajadoras domésticas de Nueva York a través de varias iniciativas virtuales.
- Miércoles 16 de febrero: La organización Make the Road NY lanzará acciones de apoyo a los trabajadores de restaurantes y la industria de alimentos.
- Jueves 17 de febrero: La organización NICE realizará movimientos en redes sociales para dejar claro el aporte de los jornaleros a la economía neoyorquina.
- Viernes 18 de febrero: Varias coaliciones acudirán a una protesta en frente de la Oficina de la gobernadora Hochul en la Tercera Avenida de Manhattan para exigirle el apoyo de paquetes de alivio para los trabajadores excluidos.