Reos en cárcel de Michigan matan a golpes a otro prisionero por ser un explotador sexual de niñas mediante sitios web de pornografía infantil
Adam Taylor Wright repetidamente pateó y pisoteó a Christian Maire en la cabeza; además, le impidió que escapara mientras los compinches lo apuñalaban con un mango de metal, antes de lanzarlo por unas escaleras
Un prisionero de una cárcel en Michigan se declaró culpable de asesinato en segundo grado por el ataque a golpes de otro reo convicto por liderar una red de pornografía infantil.
Adam Taylor Wright, de 41 años, admitió su rol en la mortal golpiza a Christian Maire, de 40, mientras ambos se encontraban recluidos en la Institución Correccional Milán.
Un comunicado de prensa del Buró Federal de Prisiones que cita The Kansas City Star precisa que Maire fue asesinado el 2 de enero de 2019. Al momento de ser atacado, el hombre cumplía una sentencia de 40 años de prisión tras declararse culpable de encabezar una empresa de explotación sexual de menores entre 10 y 17 años.
“Los fiscales indicaron que (Maire) era la mente maestra en un sindicato de crimen atroz que coaccionaba a niñas vulnerables para que participaran en actividades sexuales en sitios web”, precisó el reporte de la agencia de noticas Associated Press.
Aunque el hombre admitió estar involucrado, negó ser el líder.
Wright se encontraba encarcelado por su vínculo con una serie de robos a bancos.
El día en que, junto a otros dos prisiones, se reportó el crimen en la prisión, Wright repetidamente pateó y pisoteó a Maire en la cabeza. Además, le impidió que escapara mientras los compinches lo apuñalaban con un mango de metal y le pateaban la cabeza. Seguidamente, el grupo lanzó a la víctima por unas escaleras.
Como resultado del acuerdo de culpabilidad, Wright deberá pasar no más de 27 años en prisión, que tendrían que ser cumplidos consecutivamente con el tiempo que cumple por otros tres casos criminales. Los otros cargos que enfrentaba por la muerte de Maire, que incluían asesinato premeditado en primer grado, fueron desestimados.
Los cargos contra los otros dos involucrados en la agresión todavía están pendientes.