Tatuadora restaura capilla en México y el resultado es desastroso
Un historiador denunció en Twitter la atrocidad cometida en una capilla en el Estado de México, la cual estaba siendo restaurada por una tatuadora, en lugar de alguien experto, lo cual aparentemente habría generado un daño en el lugar
Una institución gubernamental mexicana autorizó que la tatuadora hiciera este trabajo. Crédito: Shutterstock
En los últimos años hemos sido testigos o nos hemos enterado de trabajos de restauración de obras de arte o reliquias que, literalmente, han terminado siendo un epic fail, pues dichas labores terminan realizándolas personas que no son expertas en el tema y que lo único que ocasionan es un daño a estas que suele ser irreversible.
Recientemente, un caso de restauración fallida se ha vuelto viral en las redes luego de que un historiador alzara la voz en contra de las autoridades mexicanas por haber permitido tal “atrocidad”.
La denuncia en Twitter fue realizada por el historiador Javier Lara Bayón, quien compartió el trabajo que autorizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que realizara una tatuadora llamada Amanda Quintana para restaurar una capilla en el Estado de México.
Según indicó Bayón, durante un trabajo de restauración realizados en 1997 a la capilla de Arroyozarco se encontraron restos de una pintura mural que data del siglo XVIII, mismo que habría sido tapado 100 años después.
Sin embargo, este habría sido severamente dañado durante los trabajos de restauración por parte de la tatuadora y que le fueron designados por parte del INAH.
“Hace una semana llegó Amanda Quintana, quien hace llamar ‘artista visual y tatuadora’. Con total irresponsabilidad decidió ‘restaurar’ la pintura mural de Arroyozarco y el resultado es desastroso. Ella misma ha publicitado en Instagram su intervención”, escribió Lara Bayón.
Además, Quintana habría compartido en sus redes sociales algunas fotos y videos de los trabajos que realizó en dicha obra de arte y con los que evidenciaría que no realizó una restauración como tal.
Lara Bayón indicó que lo hecho por Amanda podría haber causado un daño irreversible a la capilla.
Luego de que este hecho se hiciera viral, personal del INAH intervino en el asunto para detener el trabajo de la tatuadora.
Especialistas en conservación acudieron a la capilla ubicada en el municipio de Aculco y comprobaron que había un área dañada de 2 metros cuadrados, los cuales se habrían hecho con pintura aplicada por “personal no especializado”.
Tras la inspección, el INAH y las autoridades eclesiásticas locales se comprometieron a detener la labor de Quintana.
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