Texas ha enviado casi 9,000 inmigrantes a Nueva York y Washington, a quienes complica su trámite de asilo
Casi 9,000 inmigrantes con peticiones de asilo han sido enviados a las ciudades de Nueva York y Washington, D.C., lo que ha afectado sus procesos, reconoció el Departamento de Seguridad Nacional
El Gobierno de Texas ha transportado en autobús a casi 9,000 solicitantes de asilo a la ciudad de Nueva York y Washington, D.C. en los últimos meses, pero esa acción complica a estos inmigrantes sus procesos de petición de asilo, ya que podrían tener citas en tribunales lejos de las metrópolis mencionadas.
Esta decisión del gobernador republicano Greg Abbott es para presionar al Gobierno del presidente Joe Biden sobre políticas migratorias, pero su acción ha sido criticada ante los impactos negativos para los inmigrantes.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, dijo a CNN que los esfuerzos de Abbott están afectando el sistema federal de procesamiento de migrantes, sobre todo porque el republicano toma acciones unilaterales.
“Esa falta de coordinación genera problemas en nuestro procesamiento muy eficiente”, dijo Mayorkas.
Abbott presumió esa cifra de inmigrantes, al afirmar que ha enviado 7,400 a Washington, D.C., y unos 1,500 a Nueva York.
La cifra sobre la Gran Manzana no concuerda con los 6,000 nuevos peticionarios de asilo que atiende la Administración local, en gran medida porque varias personas enviadas a Washington, D.C., deciden moverse hacia Nueva York.
“La misión de transporte en autobús está brindando un alivio muy necesario a nuestras abrumadas comunidades fronterizas… La Operación Lone Star [Estrella Solitaria] continúa llenando los peligrosos vacíos dejados por la negativa de la Administración Biden a asegurar la frontera”, aseguró Abbott.
El comisionado de la Oficina de Asuntos del Inmigrante de Nueva York, Manuel Castro, ha acusado a Abbott de tratar a los inmigrantes “como si fueran ganado”.
El jueves pasado, 223 inmigrantes arribaron en cinco autobuses a la estación de la Autoridad de Puertos en Manhattan y los adultos portaban brazaletes.
Castro indicó hoy, tras hablar con los recién llegados, que éstos “sienten que están siendo rastreados y están menos dispuestos a dejar los autobuses (durante su larga ruta por Estados Unidos)” porque creen que si no llegan a Nueva York, “se meterán en problemas”.
Con información de EFE