Millones de dólares, armas y secuestro: revelan más detalles turbios sobre la extorsión familiar a Paul Pogba

Acusado de participar en un rocambolesco chantaje a su hermano menor y campeón mundial con Francia, Paul, Mathias Pogba pasó su primera noche en prisión. Nuevos e inquietantes datos sobre la investigación de este hecho han sido difundidos este domingo por la prensa local.

Mathias, de 32 años de edad, y los otros cuatro inculpados -todos amigos de infancia de Roissy-en-Brie del clan Pogba- negaron ante el juez su participación en la extorsión y secuestro al jugador de la Juventus, al que habrían exigido $13 millones de dólares. Aseguró que actuaban bajo la presión de otro grupo, del que no lograron dar detalles.

Esta línea de defensa, que es la misma que ya hizo pública Mathias, se sustenta en misteriosos ataques violentos que todos los imputados han acreditado sufrir en los últimos meses, aunque sin haberlos denunciado a las autoridades en su momento.

Entre ellos, un asalto en julio pasado perpetrado por unos encapuchados armados contra tres de los sospechosos (Mathias Pogba incluido). Ese mismo mes, el vehículo de otro de los imputados, identificado como Mamadou, lo incendiaron.

Disparo durante un asalto

El hecho más grave denunciado por uno de sus sospechosos (identificado como K.) es un disparo que impactó en su mano durante un asalto por parte de un grupo de cuatro hombres. Esta alegación quedó comprobada por las autoridades, pues quedó demostrado que el imputado estuvo en un hospital parisino para tratar la herida.

De las sospechas más graves que pesan sobre el grupo de amigos, el de secuestro con arma (por el que no incriminaron a Mathias), todos se desmarcan.

El pasado 19 de junio, durante una concentración de la selección francesa, Paul visitó a sus amigos de infancia que lo llevaron a un apartamento de Lagny-sur-Marne. Allí, donde no estaba presente Mathias, pero sí los amigos hoy imputados, irrumpieron unos encapuchados armados con fusiles de asalto, exigiendo los $13 millones de dólares a cambio de servicios de protección.

Los acusados aseguraron al juez que ellos se vieron obligados a poner a Paul en esa violenta situación. Sin embargo, el jugador de la Juventus aclaró a los investigadores que sus allegados ya le habían reprochado durante esa noche haberles dejado de lado. “Pasé miedo”, confesó el internacional francés, quien estuvo retenido hasta las 4:00 am.

Precisamente los sospechosos intereses de los amigos de infancia de Paul han quedado de alguna manera expuestos. Después de ese suceso, el jugador intenta hacer una transferencia por $11 millones de dólares, pero su banco se lo niega. El mediocampista alega que transfirió $100,000 dólares a otro de los imputados, B. (hermano de K.), algo que negó el acusado.

$47,000 dólares en ropa

Unos días más tarde del secuestro, allegados de Paul se presentaron en la tienda Adidas de los Campos Elíseos y gastaron hasta $47,000 euros en ropa deportiva, que cargaron al crédito que el medio tiene con esa marca deportiva. Sin embargo, ese crédito tiene un límite de $30,000 dólares. Paul se desplazó para pagar los $17,000 restantes.

Posteriormente, y supuestamente auxiliados por Mathias, el grupo de allegados presionaron y acosaron durante meses tanto al internacional francés como a su entorno (su madre Yeo Moriba y su representante, la brasileña Rafaela Pimenta).

Con la investigación en marcha desde hace semanas, el hermano de Paul decidió hacer público el asunto con un extraño video a finales de agosto, cuando hablaba de “revelaciones sorprendentes” sobre mediocampista de la Juve y acerca de Kylian Mbappé.

Mathias dijo que Paul había contratado un hechicero para echar un mal de ojo al delantero del PSG y colega de selección. Esta situación la desmintió el exfutbolista del Manchester United. 

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