En 10 años trabajadores agrícolas de NY podrán cobrar jornadas ‘extras’ luego de 40 horas a la semana
El proceso de ajuste salarial será gradual a partir de enero de 2024
Para el año 2032, los trabajadores agrícolas de Nueva York podrán contar con una semana laboral límite de 40 horas. Todo el tiempo excedente, deberá ser reconocido y pagado como horas extras.
Hasta ahora la masa laboral de las granjas del estado solo se le reconoce pagos adicionales luego de 60 horas. Dependiendo de la temporada, hay personas que históricamente pueden tener jornadas, incluso, de 80 horas.
Luego de años de presiones, discusiones y desacuerdos la comisionada del Departamento de Trabajo (DOL), Roberta Reardon, emitió una orden ejecutiva para introducir gradualmente la reducción de la semana laboral en esta industria, basada en las recomendaciones de una junta especial que se estableció el pasado mes de septiembre para este tema.
El límite será de 56 horas a la semana a partir de enero de 2024, luego se reducirá cada dos años, hasta llegar a 40 horas el 1 de enero de 2032.
“De acuerdo con todos los hallazgos, creo que las recomendaciones de la Junta de Salarios de Trabajadores Agrícolas, son el mejor camino a seguir para garantizar la equidad para estos trabajadores y el éxito de las empresas agrícolas”, interpretó Reardon.
Granjeros: “Es una medida inflacionaria”
Como era de esperarse, los propietarios de las granjas de Nueva York ya se oponen frontalmente a la medida.
En un comunicado, David Fisher, presidente de la Oficina Agrícola calificó esta orden ejecutiva como “un día difícil para todos aquellos a quienes les importa que Nueva York pueda alimentarse por sí misma”.
Los propietarios de granjas han argumentado que la temporada de cultivo y cosecha es demasiado corta, para limitar las horas que los trabajadores se dedican a plantar y recoger los cultivos. Aseguran que sus márgenes operativos son tan escasos, que no pueden permitirse pagar horas extra.
Se calcula que 2,297 empresas del agro existen en Nueva York. Anualmente dependiendo de las temporadas de cada producto, se requiere una masa laboral que ronda las 70,000 personas. En su gran mayoría inmigrantes hispanos.
Del lado del coro de críticas a esta mejora salarial, algunos portavoces de la industria proyectan que automáticamente este aumento se traducirá en una nueva ola inflacionaria, en el rubro de alimentos, que afectará aún más a los neoyorquinos.
En este sentido, la gobernadora Kathy Hochul niega esa posibilidad: “Los empresarios agrícolas no se verán perjudicados financieramente, porque a la par funcionará un programa de crédito fiscal inicial que los compensará por los costos de horas extras”.
La mandataria dijo que entiende cuán “vital” es este sector para el estado.
“La comunidad agrícola es parte de nuestra seguridad nacional. Es parte de la seguridad económica de nuestro estado. Es un gran impulsor de puestos de trabajo”, remató.