Armas: nuestra comunidad sufre

Del 2014 hasta el 2020 y revela que el 65% de todas las muertes relacionadas con armas de fuego entre los hispanos menores de 24 años de edad

La comunidad hispana es una de las más afectadas por la violencia armada en EEUU.

La comunidad hispana es una de las más afectadas por la violencia armada en EEUU. Crédito: Spencer Platt | Getty Images

Con la sentencia de cadena perpetua -esta semana- a Nikolas Cruz, responsable de la masacre escolar en una secundaria de la Florida en 2018, Estados Unidos cerró un capítulo trágico de la violencia armada, pero al mismo tiempo sirvió para recordarnos que falta mucho por hacer para salvar vidas inocentes porque la herida ni ha sanado, ni se ha cerrado.

Es más, el informe más reciente del Center for American Progress (CAP), divulgado el martes, revela que los homicidios y suicidios con armas de fuego están devastando a las comunidades hispanas a lo largo y ancho del país.

El reporte recoge datos del 2014 hasta el 2020 y revela que el 65% de todas las muertes relacionadas con armas de fuego entre los hispanos menores de 24 años de edad son homicidios violentos, en tanto que otro 30 por ciento son suicidios con armas de fuego.

Solo en 2020, la violencia armada cegó la vida de 5,003 latinos, una cifra récord que promedia 13 personas por día.

Además, el 73% de todos los hispanos viven en sólo nueve estados; algunos de los cuales no cuentan con leyes que restrinjan el acceso a las armas, lo que ha llevado a una concentración de muertes de hispanos en determinadas áreas.

Por ejemplo, Arizona tiene la tasa más alta de homicidios con armas de fuego y una tasa de homicidios de jóvenes hispanos con esas armas tres veces más alta que la de los jóvenes blancos no hispanos.
Mientras que en Texas los hispanos tienen casi dos veces más probabilidades que los blancos de morir a causa de la violencia armada.

Aunque a nivel nacional la problemática sobre el control de armas siempre resurge cuando ocurren masacres, el impacto en las comunidades de las minorías poco se ve reflejado en el debate nacional.
Es por eso que en este momento electoral es importante recordarle a los políticos que buscan la reelección u ocupar cargos por primera vez, lo crucial que es para los sufragantes hispanos tomar acciones concretas para que la comunidad no se siga desangrando.

Según una encuesta de UnidosUS y Mi Familia Vota, el 65% de los adultos hispanos apoyan leyes más estrictas sobre las armas de fuego, y los que votan han dejado sentado que una de sus principales preocupaciones es la violencia armada. 71% de los electores latinos tiene recelo de asistir a lugares de concentración masiva por temor a un tiroteo.

Los políticos tienen que actuar. No pueden seguir siendo cómplices de la Asociación Nacional del Rifle. Tienen que tomar en cuenta que tras cada bala disparada, hay familias y comunidades cuyas vidas se ven perjudicadas. Ya los comunicados de prensa expresando sus condolencias cada que hay una balacera son insuficientes.

Lo que queremos ver es la discusión de proyectos de ley que saquen las armas de las calles y del alcance de la gente que representa un peligro. Hay que cerrar esos vacíos legales antes de que sea muy tarde.

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