Pedófilo que violó y explotó a niños pobres en Filipinas recibió 129 años más de cárcel tras sentencia de cadena perpetua
Peter Gerard Scully, de 59 años, se grababa mientras abusaba sexualmente de los menores y luego vendía por internet el material a pervertidos; una de las víctimas tenía 18 meses
Un pedófilo que ya cumplía cadena perpetua en Filipinas fue sentenciado a otros 129 años de cárcel por filmarse mientras violaba a niños pobres, incluyendo un bebé y una niña que fueron hallados enterrados bajo su vivienda.
El australiano Peter Gerard Scully, de 59 años, así como su novia filipina Lovely Margallo fueron sentenciados esta semana en relación con el caso de abuso y explotación sexual.
Philippine News Agency reportó que la mujer fue condenada a 126 años de prisión.
Dos cómplices fueron sentenciados a nueve años cada uno.
Scully y sus compinches convencieron a varios niños de familias pobres para que acudieran a la casa de este donde repetidamente abusó y explotó sexualmente de las víctimas entre el 2011 y el 2014. Al menos nueve niños entre las edades de 1 y 13 años fueron agredidos por Scully y sus secuaces.
Los fiscales del caso indicaron que el extranjero se mudó a Filipinas en el 2011 escapando de cargos de fraude en su país natal. Al arribar al país asiático, comenzó a grabar videos en los que aparecía violando menores. Ese material lo vendía a través de la web a pervertidos que residían en Alemania, Brasil y Estados Unidos.
Entre las víctimas se encontraba un bebé de 18 meses así como una niña, cuya edad se desconoce. Los cuerpos de ambos fueron descubiertos enterrados debajo de la casa de Scully, reveló la fiscal Merlynn Barola-Uy a Agence France-Presse (AFP).
Otras dos víctimas — unos primos de 10 y 11 años— relataron al Sydney Morning Herald cómo fueron encadenados por cinco días y forzados a cavar su propia tumba al tiempo que era violados repetidamente y grabados. Eventualmente, los menores lograron escapar, lo que llevó al arresto de Scully en el 2015.
Eran tantos los cargos presentados contra Scully que fueron divididos en dos lotes. Por el primer grupo de acusaciones, fue sentenciado a cadena perpetua en el 2018. En noviembre 3, el hombre fue condenado a los 129 años adicionales luego de declararse culpable en 60 cargos que incluían tráfico humano, pornografía infantil y abuso de menores.