Joven hispano baleado por policía en San Antonio mientras comía hamburguesa en estacionamiento de McDonald’s salió del hospital luego de ocho semanas
El hoy exagente James Brennand fue acusado esta semana por un gran jurado de agresión con agravantes por ser funcionario público e intento de asesinato
James Brennand, un exagente de la policía de San Antonio, en Texas, fue acusado por un gran jurado por dispararle al joven hispano de 17 años, Erik Cantu, cuando comía una hamburguesa en el estacionamiento de un McDonald’s.
La fiscalía del distrito del condado Bexar informó el jueves que Brennand, de 28, enfrenta dos cargos de agresión con agravantes por ser funcionario público y un cargo de intento de asesinato por disparar y herir al joven.
El oficial estaba en período de prueba cuando ocurrió el incidente el 2 de octubre pasado. Llevaba siete meses en el cuerpo policial.
Brennand acudió al local de comida rápida a raíz de una llamada sobre presuntos disturbios. Al divisar el auto en el que se encontraba Cantu, el agente lo confundió con un vehículo que el día anterior había evadido un control de tráfico y que supuestamente era robado.
Como parte de la intervención, Brennand abrió de súbito la puerta del conductor del auto donde Cantu estaba sentado comiendo, y a su lado, un pasajero.
Las imágenes de cámaras de vigilancia muestran cuando Cantu intenta alejarse en el coche. Es ahí que el uniformado dispara 10 veces contra el conductor.
Cantu fue herido en sus órganos vitales y pasó casi ocho semanas en el hospital. Esta semana fue dado de alta, pero se anticipa un largo proceso de recuperación.
Nico LaHood, abogado de Brennand, le dijo a CNN que en la discusión no se ha considerado la versión de los hechos de su cliente. “Hasta este día, James Brennand ha sido juzgado en el tribunal de la opinión pública sin el beneficio de que su versión de la historia sea conocida”, planteó el representante legal. “Nosotros anticipamos que más información será revelada que arrojará más luz en este incidente”, añadiió LaHood.
Brennand fue despedido del Departamento de Policía de San Antonio días después del incidente. Poco más de una semana después, se entregó a las autoridades y fue arrestado bajo cargos de agresión agravada por parte de un funcionario público. Salió libre tras pagar una fianza de $200,000 dólares.