Conductor con cocaína, marihuana y alcohol causó una muerte al chocar a 92 mph: sentencia en Queens, Nueva York
Un hombre que ya tenía dos condenas previas por conducir borracho fue sentenciado a entre 5 y 15 años de prisión tras declararse culpable de homicidio vehicular agravado en un choque en Queens cuando conducía a 92 mph
Jason Bical, quien ya tenía dos condenas previas por conducir borracho, fue sentenciado a entre 5 y 15 años de prisión tras declararse culpable de homicidio vehicular agravado en el caso del choque que cobró la vida de Taher Ali Hassan en Queens (NYC).
Bicel, de 36 años y residente de Brooklyn, se había declarado culpable el mes pasado de chocar fatalmente a un automovilista de 63 años en Belt Parkway mientras conducía a 92 mph bajo la influencia de la cocaína, la marihuana y el alcohol la madrugada del 9 de diciembre de 2020.
La fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz, anunció la sentencia el miércoles. Según documentos judiciales, alrededor de las 12:45 a.m. de ese día Bical conducía un Chevrolet Malibu 2017 blanco, registrado a nombre de su empresa familiar. Iba a toda velocidad hacia el oeste en Belt Parkway cerca de la calle 131 cuando chocó contra Hassan.
El herido, residente de Brooklyn, fue trasladado de urgencia a un hospital local con un traumatismo craneal grave y luego murió a causa de sus heridas.
Según la fiscalía, el nivel de alcohol en la sangre de Bical era de 0,174, el doble del límite legal. Los resultados toxicológicos adicionales mostraron que también tenía cantidades significativas de cocaína y marihuana en su sistema en el momento del accidente.
Incluso se encontraron dos bolsas de plástico que contenían cocaína en la consola central del automóvil que conducía Bical, dijeron los fiscales.
El registro recuperado del vehículo de Bical reveló que cinco segundos antes de chocar conducía a 92 mph, es decir, 42 mph por encima del límite de velocidad publicado.
“Este acusado admitió que conducía a casi el doble del límite de velocidad mientras estaba intoxicado con drogas y alcohol. Ya tenía dos condenas previas por conducir con la capacidad disminuida por el alcohol en Brooklyn y nunca debería haber estado detrás del volante. Ni su admisión ni su sentencia devolverán la vida que se perdió”, comentó Katz en un comunicado, citado pot NBC News.