Multan a centro de cuidado de Alzheimer de Iowa con $10,000 por declarar muerta a una mujer que estaba viva
Los trabajadores de una funeraria se dieron cuenta de que una mujer mayor aún seguía batallando por respirar cuando abrieron la bolsa de cadáveres en donde la habían puesto
A las 6 a. m. del 3 de enero, una enfermera no pudo encontrar el pulso de la residente y además no parecía estar respirando. Sin embargo, aún seguía con vida. Crédito: Akkalak Aiempradit | Shutterstock
Un centro de cuidado de Alzheimer en Iowa informó la muerte de uno de sus residentes. Sin embargo, cuando el personal funerario abrió la bolsa del cadáver, descubrieron que la persona aún estaba viva, batallando por respirar, según una citación del Departamento de Inspecciones y Apelaciones de Iowa. Por esta razón, el centro está siendo demandado por $10,000 dólares.
La mujer de 66 años, que no fue nombrada, ingresó en el Centro de Atención Especial para el Alzheimer de Glen Oaks en Urbandale, Iowa, en diciembre de 2021. Tenía diagnósticos que incluían demencia de inicio temprano en etapa terminal, ansiedad y depresión.
La mujer ingresó a cuidados paliativos en Glen Oaks el 28 de diciembre de 2022, con degeneración senil del cerebro y se le administró lorazepam y morfina para su comodidad.
A las 6 a. m. del 3 de enero, una enfermera no pudo encontrar el pulso de la residente y además no parecía estar respirando. La enfermera notificó de la supuesta muerte a la familia y a la enfermera del hospicio, quienes a su vez notificaron a la funeraria.
Otra enfermera y el director de la funeraria, que llegaron a recoger al paciente alrededor de las 7:38 a. m., tampoco detectaron señales de vida.
Aproximadamente 45 minutos después, el personal de la funeraria abrió la cremallera de la bolsa y encontró que el pecho de la paciente se movía y jadeaba por aire. Fue entonces que la funeraria llamó al 911 y al hospicio.
Los servicios de emergencia encontraron a la mujer respirando. El paciente fue trasladado a la sala de emergencias para una evaluación adicional, luego regresó a Glen Oaks para continuar con el cuidado de hospicio.
A pesar de esto, la paciente murió la madrugada del 5 de enero con su familia a su lado.
Basado en entrevistas y registros, se encontró que Glen Oaks no proporcionó la dirección adecuada para garantizar que se brindaran los cuidados y servicios apropiados y no se aseguró de que los residentes recibieran un tratamiento y atención dignos al final de la vida.
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