Salvemos vidas eliminando la venta de cigarrillos mentolados

El mentol hace que los cigarrillos tengan sabor a menta y ofrece una sensación refrescante que esconde la aspereza del humo. También hace que sea más difícil dejar de fumar

El consumo de tabaco y la exposición al humo de segunda mano han tenido un efecto devastador en nuestra salud.

El consumo de tabaco y la exposición al humo de segunda mano han tenido un efecto devastador en nuestra salud. Crédito: Mario Guzmán | EFE

Fumemos o no, los cigarrillos mentolados nos dejan a todos con un mal sabor de boca.

El mentol hace que los cigarrillos tengan sabor a menta y ofrece una sensación refrescante que esconde la aspereza del humo. También hace que sea más difícil dejar de fumar. 

Es por eso que la industria tabacalera ha promovido agresiva y deliberadamente estos productos tan adictivos particularmente en comunidades latinas y negras, para mantener una fuente constante de consumidores y de ganancias sin importar las pérdidas en vidas. 

Lamentablemente, esta estrategia ha estado funcionando. Entre los habitantes del Bronx que fuman, el 79% consume cigarrillos mentolados; entre los latinos en la Ciudad de Nueva York que fuman, el 68% consume cigarrillos mentolados. 

El consumo de tabaco y la exposición al humo de segunda mano han tenido un efecto devastador en nuestra salud. El cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares se encuentran entre las causas principales de muerte entre los latinos, todas las cuales pueden ser causadas por fumar. 

La misma Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) enfatizó lo nocivo que son los cigarrillos mentolados cuando anunció que planea prohibirlos para ayudar a reducir significativamente la iniciación entre los niños y jóvenes, aumentar las posibilidades de que las personas que fuman abandonen el tabaco y abordar las disparidades en salud que experimentan las comunidades que han sido el público objetivo de la industria tabacalera. Sin embargo, este proceso podría tomar años.  

Es imperativo que tomemos pasos a nivel local para proteger prontamente a nuestras familias, amigos y vecinos de las enfermedades y muertes relacionadas con el consumo de tabaco.  

El Concejo de la Ciudad de Nueva York está considerando un proyecto de ley que busca eliminar la venta de los cigarrillos mentolados sin criminalizar a quienes los buscan o poseen. Las agencias de la ciudad se encargarían de hacer cumplir la ley mediante multas a minoristas con licencia para vender tabaco. Por lo tanto, no se involucraría a la policía ni habría arrestos de individuos por posesión. 

Si el proyecto de ley es aprobado, el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York calcula que durante los próximos dos años 90,000 personas dejarían de fumar — la mayoría siendo de raza negra y latinos – y 3,000 jóvenes que habrían empezado a fumar, no lo harán. 

Como madre de familia, abuela y concejal, me tomo muy en serio mi deber, y mi poder, para aportar a que Nueva York sea una ciudad segura, saludable y justa para todos. Por esta razón, me uno a una coalición de organizaciones de salud pública y de derechos civiles, para instar a mis compañeros a que voten en favor del proyecto de ley Intro 577.  

Ahora es el momento de demostrar con hechos que el bienestar de nuestras comunidades está por encima de los intereses y el lucro de la industria tabacalera. 

Diana Ayala es concejal de la ciudad de Nueva York

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