18 guardias de seguridad son despedidas por encuentros sexuales con prisioneros en cárcel británica
Los intercambios con las mujeres que se supone vigilaran a los prisioneros en HMP Berwyn, en Wrexham, se extendieron por al menos seis años, y en algunos casos, incluyeron contrabando de artículos
Dieciocho guardias de seguridad de una cárcel en Gales, Gran Bretaña, fueron despedidas por incurrir en un patrón de encuentros sexuales con prisioneros.
Los intercambios con las mujeres que se supone vigilaran a los prisioneros en HMP Berwyn, en Wrexham, se extendieron por al menos seis años.
Reportes esta semana de medios británicos como Metro y The Mirror indican que tres de las mujeres fueron sentenciadas a penas en prisión. La información sobre el resto de las implicadas fue divulgada a través de una solicitud de liberación de información.
La intervención de las oficiales no se limitó a los actos sexuales. En algunos casos, incurrieron en actividades de contrabando.
Jennifer Gavan, de 27 años, ingresó a prisión en diciembre pasado y pasará ocho meses encerrada por suministrar ilegalmente un teléfono móvil a su amante Alex Coxon, de 25, para poderle enviar fotos vía Snapchat.
La relación entre ambos duró entre abril y julio del 2020. Gavan se declaró culpable de mala conducta en una oficina pública y aceptó devolver £150 (más de $182 dólares) por el teléfono.
En el 2019, Ayshea Gunn, de 27, fue encarcelada tras ser sentenciada a un año de prisión por su aventura con Khuram Razaq, de 29.
La estudiante graduada de criminología y psicología hizo múltiples llamadas al preso, además de proveerle un par de tenis.
Las autoridades incautaron varias fotos en las que aparecía besando y abrazando al criminal en su celda.
Ese mismo año, Emily Watson, de 26, fue encarcelada por un acto sexual con John McGee.
En la Corte Real de Mold trascendió que otros empleados empezaron a sospechar de una posible relación porque ambos pasaban mucho tiempo juntos.
La mujer estuvo sola con el reo en su celda en tres ocasiones; en dos, la guardia le hizo actos sexuales, y, en la tercera, hubo penetración.
A raíz del escándalo sexual, los administradores de la prisión reforzaron la seguridad y sometieron al personal a entrenamiento de prevención de corrupción.
“La gran mayoría del personal de Servicio de Prisión son trabajadores y dedicados y no dudaremos en castigar a quienes violen las reglas”, indicó un portavoz del centro penitenciario.
Te puede interesar: