Dueños de supermercados de NY empujan leyes para que agresiones a su personal se tipifiquen como delitos graves
Una nueva alianza llamada 'Acción colectiva para proteger nuestras tiendas' (CAPS) exige además que "rateros en serie" sean realmente castigados. Proponen acciones más rígidas contra los vendedores de mercancía robada
Cinco mil dueños de supermercados independientes y otros comerciantes minoristas, como los bodegueros de la ciudad de Nueva York, conformaron una alianza para empujar tres legislaciones estatales que abrirían rendijas contra la ola ascendente ola de robos.
Esta tendencia ha empeorado en 2023, con saldo de millones en pérdidas, pero también insultos y ataques violentos a su fuerza laboral.
Estos comerciantes coinciden en que tienen como “telón de fondo” y “cortina de hierro” la reforma de Ley de Fianzas de 2019 a la cual atribuyen “sin dudas” y con estadísticas en la mano, el alza de los hurtos y asaltos: 45% crecieron las denuncias formales el último año, aunque aseguran que en la mayoría de la incidencias, ni siquiera se molestan en llamar a la policía.
Portavoces de la nueva alianza Acción Colectiva para Proteger Nuestras Tiendas (CAPS) se unieron a asambleístas estatales, en la sede del capitolio en Albany, para exigir que en el sistema penal de Nueva York, se convierta en un delito grave clase “D” atacar o insultar a los trabajadores de tiendas minoristas.
El anteproyecto de ley, presentado por la senadora estatal de Staten Island, Jessica Scarcella-Spanton y el asambleísta Manny De Los Santos de Inwood, colocaría a los trabajadores minoristas en la misma “categoría protegida” que los policías, bomberos, paramédicos y otros trabajadores de primera línea.
Todos los trabajadores de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), incluidos los limpiadores y los asistentes de cabina, se agregaron el año pasado a esta categoría.
“Nuestros trabajadores sufren de un gran estrés. Más que ir a un sitio a ganarse la vida, viven al borde de ataques, insultos y el riesgo de ser acuchillados o baleados. Necesitamos protecciones“, advirtieron potavoces de CAPS.
Esta misma propuesta, también permitiría a los jueces fijar una fianza para los perpetradores de hechos violentos o insultos en estas tiendas, lo cual es interpretado como un “atajo” para proteger a esta fuerza laboral. Actualmente la agresión en segundo grado se encuentra entre los delitos que no cubre la controvertida ley de reforma de fianzas.
Sin embargo, Scarcella-Spanton aclara que el proyecto de ley no está destinado a servir como un “retroceso” de la reforma de la fianza.
Contra los ladrones “en serie”
La nueva alianza CAPS, está integrada por la Asociación Nacional de Supermercados, la Asociación de Bodegas y Pequeñas Empresas de NYC y la Asociación de Supermercados Metro.
“La mayoría de nuestras denuncias de robos en bodegas y supermercados que en su mayoría son negocios familiares, no terminan en nada, porque los ladrones saben que sus actos no tienen consecuencia. Y por eso regresan descaradamente a robar. Nuestros empleados son agredidos y los productos que nos quitan terminan siendo vendidos en las calles. No siempre estas personas roban por hambre”, dijeron portavoces de CAPS.
Esta agrupación de comerciantes tiene la esperanza que en el presupuesto fiscal 2024, también se incluya un proyecto de ley que elevaría el delito de hurto menor a un delito grave, si el perpetrador lo comete dentro de los dos años posteriores a una condena anterior. Dicha propuesta fue presentada por el senador estatal Kevin Thomas de Long Island y el asambleísta Jeffrey Dinowitz de El Bronx.
“Se trata de perseguir a los ladrones habituales, los profesionales si se quiere, las personas que hacen esto con frecuencia. Entonces, si lo condenan por segunda vez dentro de dos años, enfrentará una sanción más significativa que un simple hurto menor”, explicó Dinowitz. .
El legislador explica que esta norma convertiría una segunda condena automáticamente en un hurto mayor de cuarto grado, que es un delito grave, para los “habituales” no sientan que pueden seguir reincidiendo sin castigo.
Una disposición similar ya se aplica a la conducción en estado de ebriedad, y los infractores por segunda vez enfrentan cargos por delitos graves, si los atrapan borrachos al volante dentro de los 10 años posteriores a su primera condena.
“Tenemos que pasar estas leyes lo antes posible, para proteger a nuestros comerciantes, los trabajadores y los compradores. Todos los días recibimos noticias de agresiones y robos. ¿Qué son nuestros vecindarios sin estas tiendas?“, se preguntó el Dinowitz.
¡Controlen la venta de productos robados!
La nueva coalición también está solicitando que se castigue con todo el peso de la ley fomentar la venta de bienes robados, y se tipifique como un hurto mayor y un delito grave, a través del anteproyecto legislativo codificado como S-1644 propuesto por el legislador Brad Hoylmann.
“Es insólito que mercancía robada que ha sido saqueada de nuestras tiendas, las vendan incluso en mesas puestas en las calles.Todo esto forma parte de las consecuencias de las nuevas leyes que convirtieron el hecho de robar en un delito sin importancia”, dijo Manuel Cabrizzo, un comerciante de Brooklyn quien relata que los “jovencitos entran, roban en su cara y lo retan a que llamen a la policía”.
En un comunicado CAPS puso sobre la mesa algunos números, derivados de estadísticas policiales: En 2022, 327 delincuentes representaron el 30% de los 22,000 arrestos por robo en tiendas minoristas de la ciudad de Nueva York. Los reincidentes fueron arrestados casi 6,600 veces, con un promedio de 20 veces cada uno.
Como resultado de esta dinámica, los hurtos en las tiendas no se denuncian en gran medida y los comerciantes se ponen en peligro para resolver los altercados.
Además, han tenido que reducir horarios, invertir miles de dólares en vigilancia y asumir las pérdidas de robos que “ya son normales”. En este escenario también se destaca que refrigeradores de cervezas y helados, al igual que detergentes y shampoo, han tenido que ser protegidos con candados y acrílicos ante la “alta demanda” que tienen entre los rateros.
Más vigilancia, más ataques
En un supermercado de una conocida cadena en el centro de Manhattan, una empleada comentó a El Diario que durante este invierno tuvieron que poner más vigilancia en las neveras de carne y pollo porque como “nunca antes”, las cámaras estaban detectando a personas que se metían libras de carne y pollo en sus abrigos.
“Cuando reclamas te quieren matar. Gritan como si tuvieran todo el derecho a robar”, comentó la joven que trabaja empacando.
Apenas la semana pasada en un supermercado de la cadena Foodtown de la Avenida Allerton de El Bronx un hombre atacó salvajemente a un empleado que aparentemente trataba de evitar que robaran mercancía.
De acuerdo con el reporte de NYPD, el trabajador recibió múltiples puñetazos en la cara. Los investigadores dicen que el sospechoso, que llevaba una máscara, huyó corriendo.
Este ataque se produjo unas horas posteriores en que los propietarios de bodegas realizaron una manifestación en El Bronx, para pedir a los legisladores estatales, que tomaran medidas para abordar los delitos violentos.
Por su parte, en una entrevista radial reciente el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, dijo que su oficina está tratando de abordar el crimen minorista dirigiendo a los delincuentes reincidentes, “que roban para sobrevivir” a recursos donde pueden obtener alimentos. De igual forma, están trabajando con la fiscalía para perseguir a redes de delincuencia organizada, que contratan a personas para robar productos específicos, que luego pueden revenderse, incluso en línea.
Otras acciones
Los comerciantes agrupados en esta nueva alianza, en paralelo, han enviado cartas a las autoridades de la Ciudad de Nueva York para que organicen unidades dedicadas para el robo minorista en el Departamento de la Policía de la Ciudad Nueva York (NYPD).
En este sentido, piden a los fiscales que utilicen “daño sobre daño” para solicitar la fianza para los reincidentes de robo y a los jueces que utilicen esta herramienta para fijar el monto.
Asimismo, exigen una campaña oficial de anuncios de servicio público contra el hurto en tiendas y responsabilizar a todos los niveles del sistema de justicia penal, para que hagan su parte para abordar este problema.
Ley de fianzas en un “punto de honor”
La semana pasada 18 asambleístas demócratas en una conferencia virtual dejaron claro que no permitirán ningún “retroceso” a la Reforma a la Ley de Fianzas en vigencia desde enero de 2020.
La gobernadora Kathy Hochul está tratando de negociar con los asambleístas y senadores, para cambiar ciertos puntos técnicos de la libertad bajo fianza, para dar “más discreción” a los jueces para mantener detenidos a los sospechosos en casos de delitos graves violentos y delitos menores de alto nivel.
En la opinión de muchos, incluyendo el mismo alcalde Eric Adams, los pequeños comerciantes, y líderes empresariales, el aumento de los robos menores en los comercios, se vinculan directamente con las reformas que suprimieron los castigos para los responsables de delitos menores como hurtos.
Ante estas tres propuestas legislativas, apoyada por los comerciantes, que en el fondo implican cambios técnicos a la administración de la justicia penal, fuentes de la legislatura estatal dudan que puedan moverse del comité y ser aprobadas.
“El ala más progresista de los demócratas, no está dispuesto a ceder un milímetro a cambios que impliquen tocar la Ley de Fianzas, tal como fue modificada. Es un punto de honor en las pugnas de demostrar su poder ante la gobernadora”, sostuvo el informante.
Robos descontrolados
- 63,000 reportes de robos en tiendas se reportaron el año pasado, un aumento del 45% sobre las aproximadamente 45,000 reportadas en 2021, de acuerdo con estadísticas del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD)
- 275% en comparación con mediados de la década de 2000, según muestran las estadísticas policiales.