Inquilinos de NYC rechazan rango de incremento preliminar a las rentas de entre 2% y 7%
Este martes se reunió la Junta Reguladora de Alquileres de la Ciudad (RGB) para definir cuál será el rango de incrementos para más de 1 millón de unidades de vivienda, pero arrendatarios rechazaron lo anunciado afirmando que no pueden pagar más
Uno de los principales dolores de cabeza de miles de neoyorquinos tiene que ver con los elevados costos de la renta en la Gran Manzana, que luego de la pandemia del COVID-19 y los efectos de la inflación,en palabras de muchos, está ahorcando a familias que no pueden pagar ni un dólar más. El año pasado vieron el mayor aumento en casi una década: 3.25% en arrendamientos de un año y 5% en contratos de dos años.
Y ese dolor de cabeza se acrecentó este martes, luego de que se reuniera la Junta Reguladora de Alquileres de la Ciudad, cuyos 9 miembros determinaron que el incremento se decidirá entre un rango de 2% a 5% en arrendamientos de un año, y de entre 4% y 7%. en contratos de dos años, lo que afectará a más de 1 millón de unidades de renta estabilizada en los cinco condados.
Los caseros habían estado exigiendo subir las rentas hasta casi en 16%, al tiempo que en ese pulso, los inquilinos insistían en frenar cualquier intento de aumento.
Y mientras inquilinos esperaban a que la Junta Reguladora hiciera su anuncio preliminar sobre el rango de aumentos que respaldaría, (que deberá ahora someterse a votación y análisis en semanas venideras para tomar una decisión final el próximo mes de junio), afuera de Cooper Union, en Manhattan, donde se dio la reunión, las voces de protesta fueron evidentes.
“Es el colmo que esta Junta, que es nombrada por el propio Alcalde, piense en aumentarnos las rentas a familias trabajadoras que ya estamos lidiando con muchas cargas, y que incluso, gracias al aumento injusto del año pasado, puso a muchos inquilinos al borde de ser desalojados, porque no hay cómo pagar”, aseguró la colombiana Juana Martínez, quien vive en Brooklyn. “No solo no deberían aumentar nada sino que si piensan en que no haya más desamparados, lo correcto sería congelar las rentas por varios años e incluso bajarlas porque aquí uno solo trabaja para pagar renta”.
Adriene Holder, de la organización The Legal Aid Society, se sumó a la queja y destacó que la ciudad de Nueva York enfrenta actualmente la peor crisis de vivienda asequible de las últimas dos décadas, por lo que aumentar los alquileres tendría “consecuencias catastróficas” para inquilinos vulnerables, mayormente latinos y negros.
“Dada la gravedad de los aumentos de alquiler del año pasado, junto con la crisis de vivienda en curso en toda la ciudad, la Junta debe rechazar inequívocamente cualquier aumento propuesto para los inquilinos en unidades de alquiler estabilizado y comprometerse a congelarlo por completo”, aseguró la defensora. “Según un informe reciente del Fondo para la Ciudad de Nueva York, la mitad de los hogares de la ciudad tienen dificultades para pagar el alquiler, acceder a suficientes alimentos y atención médica básica, y pagar el transporte. Aumentar los arriendos para los neoyorquinos de bajos ingresos que ya están en apuros no solo es innecesario, sino inmoral”.
Líderes de la Coalición de Justicia en la Renta mostraron su preocupación sobre lo que un aumento en los arriendos puede significar para las más de 2 millones de personas que viven en apartamentos de renta estabilizada, pues se estima que el 50% de los neoyorquinos en edad laboral ya están batallando por cubrir sus necesidades básicas.
“Si el alcalde continúa aumentando nuestros alquileres, muchas personas de bajos ingresos perderán sus hogares. Nuestros ingresos ya no pueden mantenerse al día con el alquiler, especialmente para los ancianos jubilados”, aseguró Yang Hong, miembro del Sindicato de Inquilinos de Chinatown. “He vivido en Chinatown durante más de 20 años. Mi alquiler solía ser de $500, ahora supera los $1200. Si no tuviera la ayuda de mis hijos, mi vida sería muy difícil. Sin SCRIE (Exención de aumento de alquiler para personas mayores ), ya habría estado sin hogar hace mucho tiempo. Exigimos al alcalde Adams que escuche nuestra voz”.
Sochie Nnaemeka, directora del Partido de las Familias Trabajadoras de Nueva York, rechazó cualquier intento de incremento y vaticinó que poner más cargas en el bolsillo de inquilinos vulnerables, llevará a la Gran Manzana a nuevas crisis.
“Los escandalosos aumentos de alquiler propuestos por la Junta Reguladora de Alquileres del alcalde Adams solo impulsarían la falta de vivienda, el desplazamiento y empujarían a más familias al límite. Rechazamos total e inequívocamente cualquier aumento adicional de los alquileres“, aseguró la líder.
El Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, también manifestó su oposición a cualquier tipo de incremento en el valor de los arriendos e insistió que no se puede desconocer la crisis de vivienda que ya existe y está desbordada.
“Cuando la mitad de los neoyorquinos ya no pueden permitirse el lujo de vivir aquí, los fuertes aumentos de alquiler solo profundizarán las crisis de vivienda y falta de vivienda existentes en la ciudad de Nueva York”, dijo Williams.
La defensa de los propietarios de edificios y apartamentos para exigir un aumento elevado es que debido al incremento en precios como combustible, seguros, mantenimiento, impuestos y servicios públicos, están sufriendo un impacto negativo.
Se estima que cerca de 365,000 familias de bajos ingresos viven en apartamentos con rentas estabilizadas, lo que representa el doble de los inquilinos que viven en unidades de viviendas públicas y subsidiadas.