Aceleremos los permisos de trabajo

La Casa Blanca debería firmar una orden ejecutiva para abordar el tema de los recién llegados

Desde finales del 2022 cientos de inmigrantes han llegado a Nueva York.

Desde finales del 2022 cientos de inmigrantes han llegado a Nueva York. Crédito: YUKI IWAMURA | Getty Images

En manos del presidente Biden y el Congreso está la solución del lío que se formó por la llegada de los solicitantes de asilo, presionando los albergues en la ciudad de Nueva York.

Biden tendría una solución rápida, fácil, pero quizás debatible ante la Corte Suprema de Justicia, porque con la división del Congreso no parece viable, en esa pretemporada electoral que se apruebe una reforma migratoria integral como la que necesitamos ya.

El alcalde Eric Adams se la pasa rogando que le ayuden, que tengan piedad de esas familias, hombres y mujeres que necesita acomodar, porque llegaron sin nada y requieren una mano para volver a empezar aquí en la Gran Manzana, en el país de las oportunidades. También urge que se apiaden de su administración porque el presupuesto de la Capital del Mundo no alcanza para tanta gente.

Y como todo este problema comienza porque no hay un sistema migratorio consistente, comprensible y que tome en cuenta que el mundo cambió, pues todos los gobiernos, estatales, federales o locales están con las manos atadas y hasta ahora Biden se ha hecho el sordo con el problema.

Pero lo que se necesita ya mismo es que aceleren la entrega de los permisos de trabajo para los más de 70.000 indocumentados que se calcula ya están aquí y necesitan dinero, porque ellos no quieren la caridad y buscar subsistir con el sudor de su trabajo. ¡Pero los permisos tardarán meses!

Por eso me atrevería a proponer que, por decreto, o lo que llamamos aquí Orden Ejecutiva, la Casa Blanca le ponga punto final al problema.

Si Biden firma esta orden, especificando que será por una vez, podríamos tener una salida similar al DACA del presidente Barack Obama. Así se sentirían bienvenidos para producir para su propio sustento, aprender el idioma y ante todo que entiendan que esta nación también necesita de ellos, porque falta mano de obra, pues como recién llegados también les toca cumplir con su parte.

Abogados consultados para esta columna nos indican que la otra cara de la moneda es que se enviaría un mensaje equivocado como tarjeta de invitación para más personas entren al país, violando la ley, sin permiso.

Pero yo diría, no tan rápido, pues al salir de las sombras y recibir sus salarios “por encima de la mesa”, pagarían impuestos al Tío Sam, para que la nación reciba algo de esa riqueza por tenderles la mano.

Además, deben aprender la cultura, el idioma y abrazar la nueva bandera que los acoge, luego que tuvieron que abandonar su patria para recomenzar en este nuevo mundo. 

La autora, Sofía Villa, escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Writer /Producer. 

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