Conserjes y trabajadores de limpieza de edificios de NYC se suman a acción nacional por mejores salarios
El trabajo remoto de los ejecutivos y el cierre de cientos de oficinas en la Gran Manzana, causó la pérdida de 2,000 puestos de empleo en este sector
Los trabajadores de limpieza y conserjes de los emblemáticos rascacielos de la ciudad de Nueva York, en su gran proporción inmigrantes hispanos, se unieron este jueves a una acción nacional desde el Bryant Park de Manhattan, para exigir un nuevo contrato laboral y la defensa de ciertos beneficios, ante una realidad muy complicada que dejó la pandemia: El trabajo remoto y el cierre de cientos de oficinas corporativas, ha dejado sin ingresos a muchas familias que pertenecían a esta fuerza laboral.
En consecuencia, el sector inmobiliario comercial y de oficinas, ha recortado por lo menos 2,000 empleos.
En algunos casos, se han tratado de negociar recortes de salarios, con el riesgo latente de que a futuro se puedan perder ciertas coberturas de seguros médicos.
Esta manifestación denominada “Día de Justicia por los Conserjes”, se realizó al mismo tiempo en 33 ciudades del país, en coincidencia con el día que marca el aniversario 33, en el cual docenas de conserjes de limpieza resultaron heridos en Los Ángeles, durante una protesta en donde exigían mejoras salariales.
Este “grito” de atención por mejores condiciones laborales, incluye además a 50,000 trabajadores fuera de la Gran Manzana, que son miembros del sindicato 32BJ.
Contrarreloj
El actual acuerdo contractual de estos trabajadores vence el próximo 31 de diciembre y hasta ahora cubre por lo menos a 20,000 conserjes de 1,300 edificios incluidos Hudson Yards, Rockefeller Center, Empire State, Autoridad Portuaria, la Estación Central, One World Trade Center, la Universidad de Nueva York y One Vanderbilt.
“Nada es igual para nosotros después de la pandemia. Y nosotros nos mantuvimos de pie para mantener los edificios funcionando, cuando todo el mundo estaba lleno de miedo, encerrado en sus casas. Nosotros nos merecemos un reconocimiento y mejoras salariales”, reclamó la hondureña Janet Barahona, con 24 años laborando en la Gran Manzana en este tipo de servicios.
Janet destaca que por la fuerza de la unión sindical, hasta ahora, no se han perdido beneficios, ni se ha permitido un desmejoramiento salarial. Aunque concluye que la realidad inflacionaria de la Gran Manzana obliga a muchas familias de clase trabajadora sólo a sobrevivir.
“Esta acción es un llamado a la reflexión a la Ciudad y al país. Nueva York es una ciudad extremadamente cara y todo el costo de la vida sigue aumentando, especialmente las rentas“, remarcó la inmigrante.
Nuevas realidades
Otros trabajadores como Joe Lopresti recordó que durante décadas este tipo de trabajos brindaban una gran estabilidad, con salarios justos y atención médica de buena calidad, pero para muchos este esquema de calidad de vida sigue desmoronándose.
“El edificio en el cual trabajaba fue vendido. El nuevo propietario inmediatamente contrató a un contratista de limpieza que claramente no respeta los derechos de los trabajadores. No paga los salarios y los beneficios estándar de cada área”, denunció Lopresti.
Otros protestantes señalaron que lamentablemente muchos inmigrantes recién llegados que están desesperados por trabajar, aceptan ofertas de contratistas, “fuera de los beneficios sindicales” por salarios muy por debajo de lo mínimo legal. Así lo describió la trabajadora dominicana Silvia López quien aduce que tiene 12 años en este sector.
“Muchos contratistas se están aprovechando de esta situación, para entonces obtener más ganancias bajo un modelo de explotación y de esclavitud, que se suponía ya se había terminado en esta ciudad. Le hago un llamado a todos, a que mantengan la dignidad, así no tengan papeles. Aquí todos tienen derechos. Y especialmente ganar el mínimo legal“, destacó Silvia.
Por su parte, Denis Johnson, director de la División Comercial de NYC de la unión sindical 32BJ, consideró que finalmente este llamado a la justicia salarial, beneficiará a miles y miles de trabajadores de todo el país, especialmente de la Gran Manzana, que resultaron “más que esenciales”.
“En su mayoría nuestra fuerza laboral de color e inmigrante, hizo grandes sacrificios durante la pandemia. Y ahora, les es imposible mantenerse en una ciudad con unas rentas extremadamente altas”, reiteró el líder sindical.