Acusados por la estampida en estadio de El Salvador enfrentan prisión provisional por homicidio culposo
Los detenidos por la estampida en el Estadio Cuscatlán de El Salvador podrían recibir una condena que va desde los cuatro a los ocho años de cárcel
Estadio Cuscatlán durante los incidentes. Crédito: AFP / Getty Images
Un tribunal de El Salvador comenzó este lunes un nuevo proceso penal contra las cinco personas que son acusadas por su presunta responsabilidad en la muerte de nueve personas durante la estampida registrada en el Estadio Cuscatlán de El Salvador.
Los detenidos son imputados por los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas, y enfrentaron este lunes la audiencia inicial del proceso de juicio.
A través de un video publicado en las redes del Ministerio Público de El Salvador, una representante de la Fiscalía indicó que además se les acusó del delito de agrupaciones ilícitas.
Sin embargo, el juez del caso decidió modificar el delito por el de infracción a las reglas de seguridad en modalidad de agravada, por el que podrían recibir una pena de 4 a 8 años.
Mientras enfrentan el juicio, las personas acusadas continuarán detenidas, pues se les decretó prisión provisional.
Los procesados, quienes fueron detenidos el 25 de mayo, son el presidente del equipo Alianza FC, Pedro Hernández, y los gerentes Edwin Abarca y Zoila Córdova; Reynaldo Avelar, gerente de la empresa encargada de la administración del Estadio Cuscatlán, y Samuel García, encargado de las llaves del recinto deportivo.
El Juzgado Primero de Paz de San Salvador decretó el pasado 2 de junio el sobreseimiento del primer proceso contra dichas personas, tras la conciliación entre estos y las familias de las víctimas, además suspendió el proceso por el cargo de estragos.
La muerte de estos aficionados se produjo con ocasión del partido de vuelta de los cuartos de final del torneo Clausura entre Alianza y Futbolistas Asociados Santanecos (FAS).
Este hecho, que se convierte en la mayor tragedia deportiva en el país centroamericano, consternó a la población salvadoreña en general y tocó con más fuerza a los amantes del balompié nacional.
Con información de EFE.
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