¿Por qué tenemos hambre después de una noche de fiesta?
El consumo de alcohol y alimentos con mucha sal o azúcar puede producirnos esos antojos después de irnos de fiesta
La combinación de alcohol y alimentos procesados activa la ansiedad por comer Crédito: Shutterstock
Si eres de las personas que después de una noche de fiestas te provoca cenar o con ganas de pizza, hamburguesa o picar algo más, esto debe a que el consumo de alcohol y los tentempiés son altos en calorías y activan el circuito de recompensa del cerebro.
Según la Real Academia Española (RAE) se llama zahorar a la acción de “sobrecenar, cenar por segunda vez, a deshora”, que es lo que sucede después de una noche de fiesta.
Las bebidas alcohólicas y los alimentos sabrosos altos en grasa, azúcar y/o sal, nos activas esas ganas de comer. Hay muchas razones por las cuales nos provoca comer a deshoras, sin embargo, el consumo de alcohol nos activa el apetito, sumado a la creencia popular de que comer nos ayudará a no tener resaca.
La doctora Belén Unzeta del Hospital Universitario Santa Cristina explica a La Vanguardia que el consumo excesivo de alcohol, de marihuana yo trasnochar pueden generar este efecto.
Unzeta sostiene que “el alcohol es uno de los principales desencadenantes, dado que su efecto desinhibidor provoca la pérdida de control”. Cuando salimos de fiesta solemos tomar bebidas alcohólicas.
Así actúa la combinación de grasa y alcohol
También recuerda que “el consumo excesivo de dietas ricas en grasa y el abuso de alcohol pueden utilizar el mismo circuito cerebral. Tanto el alcohol como los alimentos sabrosos (altos en grasa, azúcar y/o sal) son calóricamente densos, y activan el circuito de recompensa del cerebro y pueden facilitar el consumo excesivo de calorías”.
Este planteamiento se basa en estudios que sugieren “que hormonas como la grelina o la leptina, tradicionalmente asociadas con el control del apetito, también están involucradas en aspectos”.
Sobre el consumo de marihuana, explica “el cannabinoide tetrahidrocannabinol (THC) es la principal forma en que el cannabis podría afectar al apetito”.
Esto se debe a que “el THC se une parcialmente a los receptores CB1 y los activa en los ganglios basales, el cerebro anterior límbico, el hipotálamo y el rombencéfalo, donde podría aumentar el placer de comer, mejorar la palatabilidad de los alimentos y regular el consumo de alimentos, respectivamente”, señala la publicación.
La doctora asegura que hay evidencias de la relación entre abuso de sustancias como el alcohol, el tabaco o el cannabis “con trastornos en el patrón de ingesta de alimentos: el 30,6% reunía los criterios para el diagnóstico”.
Consecuencias de comer a deshoras
Cuando vamos de fiesta y llegamos a casa con apetito, comemos fuera del horario. Unzeta señala que “comer a deshoras, cuando altera el ciclo del sueño, puede llegar a considerarse un trastorno alimentario ya descrito en 1955 por Albert J. Stunkard y recogido en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales como síndrome del comedor nocturno”.
Destaca que “el paciente afectado por este síndrome puede llegar a ingerir el 50% de calorías totales de un día después de la última comida del día, incluso despertándose por la noche para comer y estando totalmente consciente al hacerlo”.
Recuerda que los expertos en nutrición recomiendan hacer 5 comidas diarias,” siendo el desayuno y la comida del mediodía los grandes aportes de calorías, sobre el 50%, con la ingesta de media mañana y de la merienda sobre el 15% y la cena limitándose a un 20%”.
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