Hombre es obligado a pagar $92 mil dólares por enviar emoji con pulgar arriba en mensaje de texto
Chris Achter, un agricultor, se vio obligado a desembolsar una cantidad significativa de $92,000 dólares después de enviar un emoticón de pulgar hacia arriba en un mensaje de texto
Los compradores estaban seguros de que el emoji significaba que el vendedor había aceptado el contrato. Crédito: wee dezign | Shutterstock
Un granjero llamado Chris Achter fue obligado a pagar una enorme suma de $92,000 después de enviar un emoji de pulgar arriba en un mensaje de texto.
Achter estaba hablando por mensajes de texto con Kent Mickleborough, un comprador de granos de South West Terminal Ltd., para cerrar un trato por 86 toneladas de lino a $25 por bushel. El pedido se esperaba para noviembre.
Un bushel es una unidad de medida para cuantificar volúmenes de productos agrícolas, como granos
Mickleborough completó la firma del documento y le envió a Achter una imagen adjunta con el mensaje: “Por favor, confirma el contrato de lino”.
Achter respondió con un emoji de pulgar hacia arriba, pero el pedido no llegó a tiempo como se esperaba.
El tribunal de Saskatchewan, Canadá, decidió que el granjero canadiense debe pagar $92,000 dólares. El motivo es que el tribunal consideró que el emoji enviado confirmó el contrato, que luego no se cumplió.
En los papeles legales, Achter explicó que utilizó el emoji para confirmar que había recibido el documento y pensó que el contrato completo sería enviado por fax o correo electrónico.
Achter dijo: “No tuve tiempo de revisar el contrato y simplemente quería indicar que recibí su mensaje de texto”.
El equipo legal dijo que, si se considera que un simple emoji de pulgar hacia arriba significa identidad y aceptación, esto podría llevar a muchos otros casos en los que se tenga que interpretar el significado de los emojis como firmas válidas.
Sin embargo, los compradores estaban seguros de que el emoji significaba que Achter había aceptado el contrato.
El tribunal finalmente admitió que el uso de un emoji de pulgar hacia arriba no era una forma convencional de ‘firmar’ un documento, pero dadas las circunstancias en que se dio la comunicación, se consideró una forma válida de firmar.
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