El brutal testimonio de presunto compinche de Félix Verdejo en asesinato de Keishla Rodríguez
Luis Antonio Cádiz Martínez, testigo estrella en el juicio en Puerto Rico contra el exboxeador Félix Verdejo por el asesinato de Keishla Rodríguez, relató en detalle cada paso que tomaron desde que buscaron a la víctima, la golpearon, drogaron, amarraron con alambres de metal a un bloque y la lanzaron por un puente
NUEVA YORK – El testimonio de Luis Antonio Cádiz Martínez, testigo estrella en el juicio en Puerto Rico contra el exboxeador Félix Verdejo por el asesinato de Keishla Rodríguez, con la que este último mantenía una relación no oficial, fue uno de los más explícitos y desgarradores en lo que va del proceso judicial que inició el 20 de junio.
Cádiz Martínez, quien se declaró culpable en noviembre pasado por los hechos y sirvió como testigo principal de la fiscalía en el juicio que continúa en el Tribunal Federal de San Juan, relató en detalle las acciones antes, en medio y después del asesinato de Rodríguez el 29 de abril de 2021.
Cádiz Martínez pasó de compinche de Verdejo a colaborador del Gobierno en el caso por asesinato, “carjacking”, secuestro y portación de un arma durante la comisión de un delito.
Cádiz Martínez es la persona que aparece en una declaración jurada de la Corte Federal del Distrito de Puerto Rico que fue firmada por un agente especial del Negociado de Investigaciones Federales (FBI) en mayo del referido año. Esa fue la primera vez que el coconspirador se confesó ante las autoridades.
En la sala del juez Pedro Delgado Hernández, el criminal alegó la semana pasada que, el día del asesinato, ambos recogieron a Rodríguez, de 27 años, frente al residencial Villa Esperanza en San Juan. La joven esperaba dentro de su KIA Forte. Verdejo Sánchez estacionó su Dodge Durango detrás del auto de Keishla, y Cádiz Martínez se movió al asiento trasero.
“Ella se sorprendió de verme en el asiento trasero, pero Félix le dijo que no se preocupara, que no pasará nada. Keishla le pasó la prueba de embarazo a Félix, él tomó la prueba, empezó a mirarla y luego a ella. Luego siguió mirando la prueba. En ese momento, la agarré por el pelo, Félix se acomoda y tan pronto le solté el pelo, Félix le dio un puño en la quijada”, relató el testigo estrella según citado por Primera Hora, uno de los medios destacados en el tribunal.
De acuerdo con la versión de Cádiz Martínez, Verdejo, de 30 años, agarró por el brazo izquierdo a la víctima, le puso una goma de amarrar billetes y le introdujo una jeringuilla con heroína.
“Me pidió que le pase un alambre para amarrarle las manos y luego que le ayude a pasarla a la parte de atrás de la Dodge. Me monté en el lado del pasajero y pasamos a un estacionamiento frente a un lugar de limpieza de dientes. Los dos nos fuimos a la parte de atrás del pasajero para seguir amarrándola con los alambres de metal. Se amarró el alambre por el boquete (del bloque). Faltaban los pies”, continúo narrando.
Antes de lanzarla por el puente Teodoro Moscoso en la zona metropolitana de Hato Rey, el dúo fue a buscar el auto de la víctima porque Verdejo supuestamente quería desaparecerlo. Uno de los videos presentados en sala mostró cuando la Dodge Durango regresó a Villa Esperanza. En otras imágenes se aprecia la camioneta sobre el puente.
“Entré al carro de Keishla y me fui detrás de Félix. Tomé el rumbo detrás de Félix hasta Hato Rey… Dejamos el carro de Keishla estacionado frente a un condominio. Me monté en la Dodge y cogimos directamente para el Teodoro Moscoso”, narró.
“Nos estamos bajando del auto para tirar a Keishla por el puente. Félix dijo que esperáramos a que no pasaran más carros para que no nos vieran tirar a Keishla”, reveló el testigo en referencia a una de las grabaciones presentadas en el tribunal.
Agregó que se reunió con Verdejo en cuatro ocasiones el 28 de abril, un día antes del feminicidio, para idear un plan cuyo fin era evitar que la joven prosiguiera con el embarazo.
En una de esas instancias, condujeron al puente para ubicar las cámaras de seguridad.
“Todavía no había un plan dicho, pero ir al puente fue idea de Félix. Una vez localizamos dónde estaban las cámaras, regresamos a Llorens (residencial público). En el camino estaba texteando con su esposa (Eliz). Fuimos a comprar unos sandwiches, él se fue y me fui para mi car wash para trabajar”, añadió.
Cádiz Martínez indicó que el expúgil estaba determinado a terminar con el embarazo antes de que Keishla se lo informara a su familia durante una fiesta de cumpleaños el 1 de mayo.
“Le dije que lo deje así, que enfrente las consecuencias como un hombre”, le había recomendado Cádiz Martínez al exdeportista.
“Dijo que estaba pasando por unos problemas con su esposa (Eliz Santiago Sierra). Tuvieron una pelea porque, no sé concretamente cómo, pero que (Eliz) se había enterado que tenía una persona embarazada. Él dijo que no quería perder su familia y me preguntó cómo lo podía ayudar para que pudiera abortar ese bebé”, expuso.
El co-acusado además declaró que, tras tirar a Rodríguez, Verdejo se lanzó a la laguna San José para asegurarse de que la mujer a la que, presuntamente, embarazó se encontraba sin vida; y en el caso contrario, rematarla.
El cuerpo de Rodríguez Ortiz fue encontrado el 1 de mayo en el cuerpo de agua.
Cuestionado sobre las razones por las que decidió ayudar a Verdejo, Cádiz Martínez no pudo abundar. “No sé, por aparentar ser leal. (…) De verdad que no sé porque lo hice”, dijo.
El testigo añadió que estaba bajo los efectos de drogas y alcohol al momento de los hechos, pero que eso no era justificación.
“No puedo decir que estaba tranquilo. La ironía de las pastillas y el alcohol de la noche antes fue lo que me llevaron a hacer lo que hice, aunque eso no se puede justificar”, planteó.
“¿Estaba bajo los efectos del alcohol y drogas?”, le preguntó el abogado de defensa Jason González Delgado.
“No se puede justificar lo que pasó”, repitió.
Sobre el supuesto pago por colaborar en el asesinato, Cádiz Martínez dijo que Verdejo nunca le dio nada, a pesar de tener esa expectativa.
“Nunca me ofreció algo. Pensé que iba a hacerlo, pero como vi que no lo hizo, al otro día me tomé el atrevimiento de escribirle. No puedo decir que estaba esperando algo porque cuando estábamos con el plan no hablamos de eso”, declaró.
“Sus palabras fueron, ‘hablamos de eso luego’. No hablamos de pago. Lo pude insinuar. No lo tuve en mi mente, pero de su boca salió que luego hablamos de eso. Nunca hablamos de dinero”, recordó.
El testigo expuso, sin embargo, que mientras estuvo reunido con el abogado Edwin Prado, quien lo representó inicialmente, le envió un mensaje al expúgil para pedirle $25,000 dólares, esto a pedido del propio licenciado. El dinero lo utilizaría para pagar su defensa.
“El 30 de abril, fue Prado quien me dijo que le pidiera $25,000 como pago. Prado me dijo que le preguntara de eso”, señaló.
Luego de que Verdejo no respondió a la solicitud, Cádiz Martínez decidió llamar al abogado para coordinar su colaboración con las autoridades de Estados Unidos en Puerto Rico.
“Cuando vi que me dejó en leído sin responder, Prado me dijo que eso significaba que me iba a chotear. En ese momento no tenía en mente cooperar. El ver las noticias y a su mamá me daba la motivación de cooperar. Estuve en mi cuarto pesando, me fui a janguear, regresé a trabajar y fue cuando pensé en hablar con Prado para cooperar”, recordó.
En medio del testimonio, la madre y hermana de la víctima, Keila Ortiz y Bereliz Rodríguez, respectivamente, lucían angustiadas. A Ortiz se le vio llorosa, moviendo la cabeza en señal de negación y dándose golpes en el muslo.
Fiscalía somete su caso
Este lunes, la Fiscalía sometió su caso con 31 testigos, entre los que además se encontraba Santiago Sierra, la madre de la hija de Verdejo.
Entre otras cosas, la joven relató que se cansó de las infidelidades de su pareja y que las toleró por mucho tiempo debido a la costumbre.
Santiago Sierra también indicó que su paciencia terminó el 26 de abril tras descubrir mensajes sexualmente explícitos en el teléfono de Verdejo.
“Ese día, usualmente salgo temprano para llevar a Miranda a la escuela, a veces él (Verdejo) se quedaba en la casa, a veces no. Ese día estaba. Cuando llegué a la casa se estaba bañando y él no se esperaba que regresara. Cuando llego, entro a la habitación y me percato que su teléfono estaba sonando. Lo tomo y veo unos mensajes. Unos eran de Keishla y otros de otras chicas. Eran mensajes íntimos, fotos, hablando de sexo y otras cosas”, reveló.
Verdejo se defendió señalando que la relación con Rodríguez era pasajera y puramente sexual.
“Él me decía que era una relación momentánea. Que era una pu.. de caserío. Que como ella quería tener sexo, siempre decía que sí y la buscaba. Le dije que no iba a aguantar más infidelidades y se tenía que ir de la casa”, recordó la mujer.
Tras presentar la prueba, ahora le toca a la defensa presentar a sus testigos.
Este martes, el juez del caso denegó la petición de absolución perentoria radicada por los abogados de Verdejo bajo el alegato de que la Fiscalía no presentó evidencia que vincule a Verdejo con la muerte de Rodríguez.
“Viendo la evidencia de forma más favorable para el Ministerio Público, la prueba presentada es suficiente para que un jurado razonable pueda encontrar culpable al acusado más allá de duda razonable en todos los cargos”, decidió Delgado.
Sigue leyendo: