Piden a autoridades actuar con mayor diligencia, preparación y rapidez ante futuras alertas de aire contaminante
Tras una audiencia en el Concejo Municipal, donde fue criticada la respuesta de la Ciudad para informar y proteger a los neoyorquinos sobre la mala calidad del aire en junio, producto de los incendios forestales de Canadá, líderes y políticos exigieron revisar las presuntas fallas y estar mejor preparados
La Administración del Alcalde, Eric Adams, recibió duros cuestionamientos esta semana por la manera en la que ha manejado la crisis de la mala calidad del aire, no solo por los niveles peligrosos de contaminantes en el humo ocasionado por los incendios forestales en Canadá, principalmente el mes pasado, sino por la polución, que convirtieron a la Gran Manzana en ciertos días de junio en una de las ciudades más contaminadas del mundo.
Y aunque el mandatario local y sus funcionarios, cuestionados en una audiencia convocada por el Concejo Municipal, insistieron en que actuaron de manera diligente y responsable, informando a los neoyorquinos a tiempo, sobre los riesgos que implicaba la neblina naranja que llenó el ambiente en los cinco condados con niveles peligrosos de humo, diferentes voces aseguraron que la Administración Municipal no actuó lo suficientemente rápido sobre protocolos a seguir.
Una de las grandes quejas manifestadas fue que la mayoría de los neoyorquinos dimensionaron la gravedad de la crisis solo hasta la mañana del miércoles 7 de junio, luego de que los cielos de la Gran Manzana lucieran apocalípticos con niveles de aire “muy poco saludable”, y el burgomaestre habló de lo que estaba sucediendo.
La concejal Gale Brewer, presidenta del Comité de Supervisión e Investigaciones del Concejo Municipal, advirtió que lo ocurrido fue un desafío sin precedentes que las agencias de la ciudad nunca antes habían enfrentado, pero advirtió que había que estar preparados.
“Algunos dirían que era, sin embargo, previsible. Durante años, los científicos nos han advertido que el aumento de las temperaturas globales provocará cambios en los patrones climáticos, desastres climáticos y daños directos a nuestra salud”, dijo la legisladora.
La principal recomendación que surgió en la audiencia fue que las entidades responsables de Manejo de Emergencias de la Ciudad de Nueva York, el Departamento de Salud e Higiene Mental y el Departamento de Protección Ambiental (DEP), deben tener un mejor manejo de las comunicaciones y decisiones al momento de responder al deterioro de la calidad del aire.
Otro de los llamados a las autoridades de la Ciudad, que han sido tomadas fuera de guardia en otras ocasiones como el coletazo del huracán Ida, que en septiembre del 2021 hizo serios destrozos en sitios de la Gran Manzana, como Queens, dejando más de una decena de muertes, es a estar muy atentos a los últimos impactos del cambio climático, lo que ha exigido repensar y revisar planes de respuesta ante emergencias.
El comisionado para el Manejo de Emergencias de la Ciudad de Nueva York, Zachary Iscol, defendió el proceder de su agencia y tras las críticas y señalamientos, manifestó que su equipo y los socios de la agencia respondieron con prontitud ante la crisis del aire contaminante, con el envío de mensajes de advertencia y orientación a los neoyorquinos, incluso desde el 1 de junio. El funcionario destacó el uso que dieron del la app Notify NYC, el sistema de notificación de emergencias, a través de la cual se emitieron 11 alertas en total a más de 1 millón de personas que están registradas para recibirlas, solo una parte de la población de la ciudad.
Y sobre información previa a los días 6 y 7 de junio, cuando la calidad del aire alcanzó sus peores niveles, Iscol dijo que “no teníamos un pronóstico que nos dijera que íbamos a alcanzar niveles peligrosos”, pero agregó que fueron muy activos con una “estrategia de comunicación robusta” con la colaboración entre varias agencias y organizaciones locales sin fines de lucro.
Corinne Schiff, comisionada adjunta del Departamento de Salud e Higiene Mental, manifestó que las redes sociales jugaron y seguirán jugando un papel muy importante a la hora de transmitir información en situaciones de riesgo.
El Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, no estuvo muy conforme con el balance hecho por los representantes de la Administración Municipal y tras criticar la estrategia de comunicación y haber hablado públicamente de la amenaza del aire de manera tardía sobre la crisis que se avecinaba, pidió planes de acción anticipados.
“La gente no tenía ni idea de que había un problema hasta que el cielo se volvió naranja”, señaló el Defensor.
El concejal de Brooklyn Lincoln Restler, también solicitó a la Administración Adams que ante crisis similares con el aire, amenaza que sigue latente, pues los incendios en Canadá no se han logrado extinguir de manera plena, se emita el “Código rojo”, que se despliega en jornadas de calor extremo, para permitir que personas en riesgo accedan más fácilmente a refugios.
“Hay personas que tienen condiciones de salud crónicas, y sin embargo, no hicimos nada por ellas”, dijo el legislador neoyorquino.
Christopher Tedeschi, director de preparación para desastres y profesor de medicina de emergencia de la Universidad de Columbia, aseguró que urge que ante eventuales emergencias haya mayor despliegue detallado de la información que se comparta.
“Si se recibe ese mensaje de alerta, tiene que haber alguna conexión con lo que quiere que se haga al respecto. Un mensaje sobre la calidad del aire debe incluir más que si es bueno o malo; también debe incluir instrucciones como no salir o usar una máscara”, mencionó el experto, afirmando que es necesario promover una mayor educación básica sobre amenazas a la calidad del aire y cómo prepararse, como mensajes puestos en el sistema de transporte público.