Efectos del consumo de alimentos ultraprocesados en el medioambiente
El consumo de alimentos ultraprocesados está asociado a efectos perjudiciales en la salud y nocivos para el medio ambiente durante la cadena de producción
Los alimentos ultraprocesados se destacan por un alto contenido en sal, grasas saturadas, azúcares y conservadores, que daña significativamente la salud cardiovascular. Incrementan el riesgo de hipertensión y diversos accidentes cardiovasculares. Crédito: Shutterstock
Por ser bajos en nutrientes y elevados en aditivos, conservantes, grasas, azúcares y sodio, los alimentos ultraprocesados no solo son un peligro para la salud sino que representan un impacto al medioambiente.
Al disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados, como las bebidas azucaradas, los snacks y las comidas rápidas, estarías ayudando a tu salud y al planeta.
Así lo concluyó un estudio realizado por varios grupos del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber), reseña EFE.
Estos resultados fueron revelados en la revista Science of The Total Environment, donde explican los efectos negativos para el medio ambiente en la cadena de producción de estos alimentos procesados.
La investigadora de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Islas Baleares (IdISBa) y del Área de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Ciber (Ciberobn), Cristina Bouzas, explica que “los alimentos ultraprocesados afectan o aumentan el consumo de varios recursos, como son el uso de tierra, de agua y de energía, así como aumentan las emisiones de gas invernadero”.
En el estudio trabajaron las áreas Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem) y Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), que evaluaron a 5.879 personas de entre 55 y 75 años con síndrome metabólico y radicados en Europa.
Clasificación de los alimentos procesados
A través el sistema NOVA, se pueden clasificar por su grado de procesamiento en: alimentos no procesados o mínimamente procesados, ingredientes culinarios procesados, alimentos procesados y alimentos ultrapocesados.
El estudio considera aspectos como: la ingesta de alimentos, la adherencia a la dieta mediterránea y la actividad física. Asimismo evaluaron datos sociodemográficos de los participantes para comprender mejor las características de la población estudiada.
También revisaron a “los indicadores de impacto ambiental para calcular las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de agua, la energía y el uso del suelo asociados con los alimentos consumidos por los participantes”.
Relación bajo consumo e impacto ambiental
Uno de los datos observados por los investigadores fue “que las personas que redujeron significativamente su consumo de alimentos ultraprocesados también disminuyeron su consumo de carne roja y procesada y, en menor medida, de carne blanca o pescado”.
Advierten que el consumo de alimentos ultraprocesados está asociado “con un mayor impacto medioambiental en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, uso de agua y uso de energía”.
Por esta razón, afirman que la reducción de estos alimentos en la dieta no solo es beneficiosa para la salud, sino que también puede contribuir a la protección del medio ambiente.
Dieta amigable con el ambiente
El estudio también recomienda la dieta mediterránea por estar relacionada “a menores emisiones de gases de efecto invernadero y a un mayor uso sostenible de los recursos naturales”.
En tal sentido, Cristina Bouzas explica que “la dieta mediterránea se compone de alimentos sin procesar (frutas, verduras, carne, pescado, etc.) y alimentos mínimamente procesados (pan, pasta, arroz, aceite, etc.). Por tanto, si se sigue una dieta mediterránea, apenas se consumirán alimentos ultraprocesados, lo que disminuirá el impacto ambiental”.
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