Ameba “devoradora de cerebros”: el parásito que vive en el agua y enciende las alarmas en Estados Unidos
¿Qué es la ameba "devoradora de cerebros"? Naegleria fowleri, un parásito mortal que vive en ambientes cálidos de agua dulce, ha encendido alertas en las últimas semanas
Naegleria fowleri, popularmente conocida como la “ameba devoradora de cerebros“, es un organismo vivo unicelular que prospera en ambientes cálidos de agua dulce, como lagos, ríos y fuentes termales.
Esta ameba ha ganado notoriedad por su potencial para causar una infección cerebral mortal, según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El 28 de julio, el Departamento de Salud Pública del estado de Georgia, Estados Unidos, informó la muerte de un residente a causa de una infección por Naegleria fowleri.
Apenas unos días antes, el 20 de julio, el estado de Nevada informó de la muerte de otro joven por la misma ameba. Estas muertes han generado preocupación y han puesto a las autoridades sanitarias en alerta máxima.
Cómo Naegleria fowleri infecta el cerebro
Naegleria fowleri infecta a las personas cuando el agua contaminada que contiene la ameba ingresa al cuerpo a través de la nariz.
Los escenarios comunes incluyen nadar, bucear o sumergir la cabeza en fuentes de agua dulce como lagos y ríos. Las infecciones también pueden ocurrir a través de la exposición nasal al agua del grifo contaminada.
Al entrar por la nariz, la ameba migra al cerebro, donde destruye el tejido cerebral y provoca una infección conocida como meningoencefalitis amebiana primaria (MAP). Desafortunadamente, la PAM suele ser fatal, con una tasa de mortalidad superior al 97%, según informes de las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
Reconocer los síntomas de la ameba “come cerebros”
Los síntomas de una infección por Naegleria fowleri son similares a los de la meningitis bacteriana y generalmente se manifiestan unos cinco días después de la infección.
Los primeros síntomas pueden incluir dolores de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos. A medida que avanza la infección, surgen síntomas más graves, como rigidez en el cuello, confusión, falta de atención, convulsiones, alucinaciones y coma.
Debido a la rápida progresión y la rareza de la infección, es difícil identificar tratamientos efectivos. Algunos medicamentos son prometedores, pero se están realizando investigaciones para comprender mejor y combatir la enfermedad.
Prevención de la infección por Naegleria fowleri
El CDC proporciona pautas para minimizar el riesgo de infección:
1.- Evite sumergir la cabeza al nadar o bucear en cuerpos de agua dulce tibia.
2.- Mantenga la cabeza fuera del agua en las áreas designadas para nadar.
3.- Abstenerse de sumergir la cabeza en aguas termales o aguas geotérmicas no tratadas.
4.- Evite alterar los sedimentos en áreas de agua dulce cálidas y poco profundas.
Como organismo termofílico, Naegleria fowleri prospera en aguas cálidas y suelos a nivel mundial. La ameba se puede encontrar en varios entornos, incluidos lagos, ríos, fuentes termales, piscinas con niveles inadecuados de cloro, agua del grifo y sedimentos en el fondo de los cuerpos de agua.
El cambio climático puede desempeñar un papel en el aumento potencial de las infecciones por Naegleria fowleri.
El aumento de la temperatura del aire puede provocar temperaturas elevadas del agua en lagos y estanques, lo que crea condiciones más favorables para que prospere la ameba. Las olas de calor, en particular, pueden contribuir a la proliferación de la ameba.
A pesar de los efectos alarmantes, es fundamental señalar que el riesgo de infección por Naegleria fowleri sigue siendo muy bajo. Según estimaciones de los CDC, entre 2013 y 2022, solo se informaron 29 infecciones en los Estados Unidos, a pesar de millones de exposiciones al agua recreativa cada año.
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